La UNESCO adoptó por primera vez el 21 de marzo como Día Mundial de la poesía durante su 30ª Conferencia General en París en 1999, con el objetivo de apoyar la diversidad lingüística a través de la expresión poética y fomentar a aquellas lenguas que se encuentran en peligro.
¿Cuándo surge la poesía?
Pues ni en Wikipedia ni los lingüistas y filólogos se ponen de acuerdo, para algunos sería “La epopeya de Gilgamesh o el Poema de Gilgamesh¨ (2500-2000 a. C) , que es una narración acadia en verso sobre las peripecias del rey Gilgamesh (también transcrito como Gilgameš).
Otra versión señala a la princesa Enheduanna, quien vivió en el siglo XXIII antes de Cristo, particularmente entre los años 2280 a 2225 antes de nuestra era.
También se menciona que la poesía lírica nace en Grecia en el siglo VII a. C. y debe su nombre a que en sus orígenes no era un género literario destinado a ser leído, sino a ser recitado o cantado al son de la lira.
La Ilíada y la Odisea fueron escritas por el poeta griego Homero en algún momento del siglo VIII a.C, y tal vez sean las obras más conocidas mundialmente de este género literario.
La prosa surgió posteriormente, la escritora Irene Vallejo la ubica en el siglo VI a. C.
Tal vez la única certeza sea que la poesía ha recorrido varios milenios en torno a la expresión mística, artística; por medio del lenguaje y lo que es asombroso y digno de destacar: en esta caótica sociedad digital – postcovid: aún se escribe y se lee poesía.
También existe la poesía no escrita… porque la necesitamos; a veces sin saberlo.
A continuación, comparto algunos poemas que (me voy a disculpar por el último) se encuentran entre mis preferidos.
Itaca
Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.
Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.
Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.
Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.
Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significan las Itacas.
Konstatino Kavafis
Alejandría, Egipto 1863 – Alejandría 1933
No me preguntes como pasa el tiempo
En el polvo del mundo se pierden ya mis huellas;
me alejo sin cesar.
No me preguntes como pasa el tiempo.
Liu Kiu Ling (Trad. de Marcela de Juan)
A nuestra antigua casa llega el invierno
y cruzan por el aire las bandadas que emigran.
Luego renacerá la primavera,
revivirán las flores que sembraste.
Pero nosotros
ya nunca más veremos
ese dulce paraje que fue nuestro.
José Emilio Pacheco
1939 – Ciudad de México – Ciudad de México 2014.
No son las calles
No son las calles las que duelen
sino lo que dejamos en ellas
Un encuentro fortuito que determinó
toda nuestra existencia
y ya jamás fuimos los mismos
Un libro convertido en
cenizas abandonado en
un baldío
Un compañero
desangrado herido
prófugo herido
sin brújula
ni puerta dónde entrar
para caminar sobre los pasos
para curar las profundas heridas
No son las calles las que duelen
son los muertos nuestros muertos
los que no me dejan dormir
ni vivir
y a veces ni morir.
Enrique Macías
Tuxpan 1951- Guadalajara 2006
Es igual que la verdad… no cambia
Antes del bicho ya dormía
el máximo tiempo posible.
Comía de todo
sólo observaba lo que le llamaba la atención.
Nunca ha tenido conciencia de sí mismo
no sabe de su existencia
resuelve pronto sus problemas
ignora su edad, pero es un anciano.
No cree en la muerte porque
no sabe que va a morir algún día, tarde
noche o madrugada.
Es viudo
su pareja murió de un paro cardiaco.
Ni sufrió
sólo se desvaneció
calló al piso cerca de un ahuehuete
él caminaba a su lado
la sepultaron al borde del Río Coajinque.
Llovía…
poco, pero llovía.
Durante el bicho
siguió igual
nunca usó cubrebocas
ni se lavaba las manos.
Mucho menos temía contagiarse.
No se vacunó.
Después del bicho
siguió con su vida normal
como un anciano cariñoso
su compañía siempre agradable
su mirada…un bálsamo.
Nunca cambió
nunca se preocupó.
Se llamaba Godofredo
pero le decían Willy.
Y como la esperanza…sigue vivo
me supera en todo.
Es atemporal.
No cabe duda….
Willy es un buen perro orejón.
Jesús D. Medina