El Grullo, Jalisco.- Tener la posibilidad de facilitar el camino de las niñas y niños interesados en el box es una de las grandes satisfacciones de Ricardo “Ricky” Lara Guzmán, boxeador profesional activo, promotor y entrenador originario de El Grullo, con 14 años de experiencia.
“Estarles dando eventos, realizar actividades, peleas amateurs en El Grullo y en lugares cercanos para que los niños y jóvenes tengan la posibilidad de foguearse sin tener que salir… (antes) para yo poder realizar una pelea amateur tenía que ir hasta Guadalajara, trasladarme hasta allá y eso lo hacía yo, por decir unas dos o tres veces por año, incluso tenía que estar aportando de mi bolsa para realizar esos eventos”, contó “Ricky”.
Para quienes buscan hacer carrera dentro del boxeo es fundamental el entrenamiento, contar con un gimnasio y promotores que organicen peleas amateurs.
“Cuando no tienes el apoyo tienes que vértelas por ti mismo… si tienes una pelea y vamos a lo cerca aquí en Guadalajara, pero si no tienes el apoyo conlleva que tú tienes que pagar la gasolina y todo eso”, señaló el boxeador y promotor.
Aunque a nivel profesional hay empresas que se interesan y patrocinan, no ocurre en todos los casos, es difícil conseguirlo y entonces muchos boxeadores tienen que aportar por su cuenta; eso aunado a que el deporte por sí mismo conlleva su propio riesgo por ser de contacto.
El torneo más reciente ocurrió el pasado 16 de noviembre, donde “Ricky” obtuvo el triunfo en la pelea estelar y algunos de sus alumnos y alumnas también tuvieron una participación brillante.
Actualmente (noviembre 2024), acuden a entrenamiento alrededor de 30 a 40 alumnos (niños, niñas y adolescentes) que ya están participando en peleas amateur.
El box, un deporte que enorgullece a “Ricky” Lara
“Ricky” reiteró como lo ha dicho en otras entrevistas, que nunca fue un niño problemático, el box siempre le gustó como deporte, a partir de que empezó a practicarlo se dio cuenta que no sólo le sirvió físicamente, sino también para fortalecer su autoestima y seguridad en sí mismo.
Reconoció que además de desarrollarse como deportista, siempre tuvo el interés de encauzar a las niñas y niños que les interese este camino.
Para él, el box es un deporte que lo enorgullece y lo motiva, han sido 14 años de carrera nada fácil, el sitio hasta donde ha llegado, le permite ahora allanarles el camino a las nuevas generaciones de su municipio.
El box le ha traído muchas satisfacciones, pero también ha implicado otros sacrificios, como perderse muchos momentos familiares, reuniones, fiestas, hasta despedidas.
“El salir fuera de tu casa, hacer tu preparación fuera, estar lejos de la familia, perderte de muchas convivencias con tu familia y perderte estar con ellos por concentrarse en los compromisos de las peleas”, expresó el boxeador.
En su experiencia, incluso hay quienes han acudido al gimnasio para entrenar solo como terapia emocional.
El boxeo es un deporte que tiene las puertas abiertas para cualquier persona, en el gimnasio de El Grullo no existen limitaciones económicas ni de ningún otro tipo, para quienes quieran empezar a entrenar lo hagan.
Los nervios de la primera pelea
Uno de los momentos que más comparte con las niñas, niños y adolescentes que están formando son los nervios de la primera pelea en un torneo, esa inseguridad que les da no saber qué puede ocurrir; “Ricky” compartió que para tranquilizarlos él les explica que es algo totalmente natural, porque el hecho de subirse al ring para darlo todo no es algo fácil, es bonito pero muy duro.
“No tengo palabras, pero la verdad a mis palabras como me nacen es un orgullo para mi ser la cabecilla de ellos y compartirles estas experiencias y estos conocimientos a mis alumnos, a los nuevos que van a seguir porque somos un boxeador que ya tenemos más de 30 peleas profesionales”.
Su familia
La sonrisa de “Ricky” se hizo más profunda al preguntarle sobre su familia, lo primero que dijo fue tengo una familia muy bonita.
“Mi esposa con su apoyo incondicional y tengo dos niñas que están aún pequeñitas”, pero que ya lo han acompañado en las peleas y eso es una gran motivación expresó el deportista grullense.
Compartió la anécdota de esta última pelea donde alcanzó a escuchar a su niña la más grandecita que tiene tres años de edad y le gritaba: ¡vamos papá!, ¡vamos papi!.
Recordó con claridad como este pasado 16 de noviembre, en el tercer round de la pelea estelar hubo un momento en que el público se quedó en silencio y ellos que tienen el oído educado para alcanzar a escuchar las indicaciones del entrenador, “Ricky” sobre el ring escuchó claramente la voz de su pequeña.
Como parte de su carrera profesional en el boxeo, reconoció que aún tiene un sueño por cumplir y es pelear un campeonato del mundo, es algo que ha tenido presente desde que inició su carrera amateur y no pierde la fe en que esa oportunidad va a llegar.
“Primeramente Dios se va a realizar esa oportunidad”, expresó “Ricky”.