Zapata, la tierra es de quien la compra, un documental sobre Puerto Vallarta y su gentrificación. Filme creado por Arturo Montero
Caminar por la avenida Ignacio L. Vallarta, en la Zona Romántica de Puerto Vallarta, es hacerlo a través de una escenografía creada para turistas y migrantes provenientes del norte global.
Aquí, los grandes edificios, que rompen con la altura estándar de las casas del viejo pueblito de calles empedradas, parecen gritar pura opulencia.
Es la colonia Emiliano Zapata, al Sur del municipio, que desemboca en la paradisiaca Playa de los Muertos.
La misma zona donde abundan letreros en inglés afuera de restaurantes, bares, spas, farmacias y oficinas que ofrecen tours en la Bahía de Banderas.
Aquí también es donde la vista a la Sierra Madre Occidental está siendo robada por las altas edificaciones que exudan blanquitud.
Mientras tanto, los habitantes “patasaladas”, que tenían décadas viviendo en esta colonia, tienen dos opciones:
Desplazarse a una zona de la ciudad donde la vida es más asequible o simplemente resistir.
Esta colonia, mejor conocida como la Zona Romántica, lleva el nombre del héroe de la Revolución Mexicana que defendió la tierra de los campesinos.
Una ironía para quienes ponen la mano de obra para crear departamentos y hoteles con lujos, a los que difícilmente ellos mismos pueden acceder, pese a estar en sus territorios.
“Zapata”, película donde alzan la voz en Puerto Vallarta
Las rentas comenzaron a subir y las inmobiliarias llegaron sin freno a comprar de antiguas casas cuyos terrenos los transformaron a su conveniencia.
Poco a poco, quienes vivían en la colonia Emiliano Zapata ya no les alcanzaba pagar por los servicios y productos, que sí podían costear extranjeros provenientes de Estados Unidos y Canadá.
El hartazgo llegó a Arturo Montero, cineasta y docente del Centro de Estudios Universitarios Arkos, quien indagó en el sentir de vecinos para crear el filme Zapata, la tierra es de quien la compra.
Esta película de 46 minutos se estrenó en mayo de 2023 y ahora cuenta con más de una veintena de exhibiciones en espacios públicos.
“Queríamos enriquecer a la ciudad y la idea es que en 2024 se libere el filme a través de plataformas”.
“Lo importante era utilizar el documental como una herramienta de diálogo y reflexión de la ciudad con los habitantes”.
En Zapata, la tierra es de quien la compra se escuchan las voces de 22 personas entrevistadas.
Activistas, empresarios, académicos, vecinos, extranjeros y locales abordan la urgencia de detener el despejo ocasionado por la gentrificación y que impulsan empresas inmobiliarias.
“Son entrevistas con personas que que que vivían ahí y se desplazaron a otro lugar de la ciudad; generalmente se están moviendo a Ixtapa o a la zona del Pitillal”.
“Pero también hay algunos que todavía tienen alguna propiedad y más bien la hicieron negocios o ya la vendieron o está a punto de venderla”.
Soledad en las viviendas, muestra del despojo
El cineasta refirió un dato que da, en el documental, el doctor Alfonso Baños Francia, urbanista del Centro Universitario de la Costa (CUCosta) de la Universidad de Guadalajara:
“Según el reglamento de desarrollo urbano y de planeación municipal se tiene proyectado para la zona de Playa de los Muertos sólo 300 departamentos”.
“Pero lo que es real es que hay cuatro veces más, o sea, ya se ha construido cuatro veces más de lo que de lo que el plan decía“.
Lo peor, es que dichos espacios de vivienda están solos.
Arturo Montero lo vive en carne propia. Él camina las calles de la llamada Zona Romántica de Puerta Vallarta y nota que la mayoría de los dueños de los departamentos los pone en renta en temporadas bajas.
“Hemos hecho vuelos de dron por la zona y muchos de los edifcios se ven solos no se ven deshabitados”.
Impera alojamiento exprés en Puerto Vallarta
Según datos de la plataforma de hospedaje AirBnB, al cierre de 2022, en Puerto Vallarta estaban registradas 7 mil 500 espacios.
Por su parte, en la base de datos del Instituto de Información Estadística y Geografía de Jalisco (IIEG) se tiene que esta ciudad de la Costa Sierra Occidental de Jalisco hay 92 mil 445 viviendas.
De las cuales, 16 mil 461 son de uso temporal (17.80 por ciento del total).
De dichos datos, en la colonia Emiliano Zapata corresponden 3 mil 846 viviendas, de las cuales 2 mil 286 son de uso temporal. Es decir, 60 por ciento de las casas habitaciones están pensadas para personas que no permanecen.
El cineasta comenta que no sólo jubilados provenientes de Norteamérica inciden en el problema; pues también lo hacen extranjeros jóvenes que se hacen llamar nómadas digitales.
“Ellos, a partir de la de la pandemia, pudieron estar trabajando desde donde quisieran”.
“Los jubilados que cada vez están yéndose hacia la zona de la montaña, arriba. Porque incluso para ellos los departamentos y los condominios cada vez se ven más caros”.
“Ya ni ellos están están teniendo acceso a las viviendas“.
Un terreno en la Zona Romántica está en 80 mil pesos el metro cuadrado, comenta Baños Francia.
Puerto Vallarta, rumbo a ser una escenografía
Fue en los años 60 que la película La noche de la iguana, del director John Huston, llamó la atención del mundo por las locaciones de dicha historia filmada en la selva, playas y pueblo de Puerto Vallarta.
El encanto del pueblito tradicional mexicano frente al mar impulsó el desarrollo turístico en el municipio.
Después de décadas, una vez urbanizada la zona del Centro Histórico, la mira estuvo en colonias aledañas.
Fue así que la colonia 5 de Diciembre y la Emiliano Zapata comenzaron a habitarse para el extranjeros.
Ésta última era ideal por su cercanía a la montaña, al Río Cuale, a las huertas de frutas y a las cálidas aguas de Playa de los Muertos.
“Lo que yo percibo en la ciudad es que va a quedarse como una escenografía”.
“Esta idea de mercadotecnia del pueblito vallartense, de tejas, que ya no es, y de gente muy local, que cada vez es menos, hace que más bien sea una ciudad que cae en lo artificial”.
“Y el peligro es que la cultura no está. Por ejemplo: no hay programas culturales programas de desarrollo, social o educativos que estén conteniendo eso y que estén protegiendo a la comunidad local y sus prácticas”.
“Hace poco hablé con una señora que también está vendiendo su casa de toda la vida”.
“Yo le preguntaba que que por qué se iba y me dijo que simplemente el barrio ya no es de ella; que ya no huele a lo que ya estaba acostumbrada, solía oler a Mango; ahora huele a marihuana, a fiesta“.
“Ya no están los vecinos, ya murieron unos o ya se fueron a otro lado la ciudad. Ya no se juntan los vecinos para tratar sus propios temas, ni los mismos lugares de los pescadores ni los espacios públicos donde se daban cita a platicar”.
“Ahora también la colonia Versalles comienza a tener esos indicios y ahora la mancha de crecimiento comienza a entrar a esas colonias”.
Lo que queda entre la desigualdad social que impera en la Zona Romántica, dice Arturo, es que se prevenga el cuidado de espacios como la Isla del Río Cuale.
Una luz, frente al despojo
En el filme, Alfonso Baños Francia aporta una vía frente al hecho de que habitantes locales no pueden acceder a viviendas.
Él asegura que la autoridad vallartense podría financiar que un porcentaje de dichos bienes inmuebles sean vendidos en pesos y no en dólares.
Logrando que las viviendas puedan ser más asequibles.
“Eso se podría lograr, pero no se ve, porque se piensa que cada negocio debe ser exitoso en rentabilidad económica, no en rentabilidad social”, dijo.
Afectación del patrimonio arquitectónico
Desde hace años, el urbanista Alfonso Baños Francias ha señalado que la tipología arquitectónica tradicional de Puerto Vallarta está en peligro.
Esto, debido a que los nuevos desarrollos no les importa mantener la identidad cultural de la ciudad.
Las casas de tejaban, celosías, ventanas, tapancos y más, que caracterizan a la llamada Arquitctura Vallartense, han sido sustituidas con estilos internacionales.
“Las casas antes se construían de una manera que utilizaran las corrientes de aire que entraban por la bahía y de las montañas, para para que eso se las mantuviera frescas”.
“Ahora hace un calor terrible, y los edificios están obstruyendo esas corrientes de aire”.
“Que ya incluso va a ser difícil que que se reintegren a la visión arquitectónica. O sea, todos usan aire esa condicionados”.
“Definitivamente esa armonía que existía entre el medio ambiente y la ciudad y el individuo parece que ya están perdidas”.
Fotografías: Arturo Montero, Iván Serrano Jauregui
