Cada primavera, desde marzo hasta principios de noviembre, la golondrina tijereta (Hirundo rustica) regresa fielmente a los mismos lugares para reproducirse. Con gran habilidad construyen sus nidos bajo techos y aleros, formando parte del paisaje cotidiano de la Universidad de Guadalajara.
Su ciclo reproductivo sigue etapas muy visibles: el cortejo, la construcción del nido, la puesta de huevos, el cuidado de los polluelos y, finalmente, los volantones que aprenden a volar cerca de las casas y edificios. En ocasiones, los nidos pueden aparecer en sitios poco prácticos, como entradas o puertas. En esos casos, es posible orientar a la pareja de golondrinas para que elijan otro lugar cercano, utilizando suavemente un extensor u objeto largo, siempre con respeto y cuidado. Hoy más que nunca, es importante ayudarlas, pues su abundancia ha disminuido en diversas regiones debido a la pérdida de hábitats y al uso de insecticidas que reducen su alimento natural: los insectos voladores.
Durante la temporada reproductiva es fundamental permitir que los nidos permanezcan. Al crecer los polluelos, aumentan las excretas que caen al suelo. Para evitar la acumulación de insectos, basta con colocar papel periódico o cartón bajo el nido y cambiarlo diariamente. Si las paredes cercanas se manchan, pueden limpiarse hasta que las aves se marchen, a mediados de noviembre, usando un trapeador largo y desinfectante que no toque el nido.
Después de la temporada, los nidos se pueden retirar si es necesario. Sin embargo, cuando se conservan, las golondrinas muestran una sorprendente fidelidad al sitio: regresan año tras año y sus descendientes heredan el mismo nido. Así, los edificios universitarios se convierten en refugio seguro para una especie que, además, beneficia a la comunidad al alimentarse de insectos voladores.
Lejos de ser un problema, las golondrinas son vecinas valiosas que nos recuerdan la importancia de convivir con la naturaleza. Con pequeños cuidados, podemos mantener limpio nuestro entorno y a la vez proteger la vida de estas viajeras incansables.

