Superficial pensar que un dispositivo electrónico por sí solo hará que los estudiantes aprendan, los aparatos sin mediación pedagógica se convierten en instrumentos enajenantes.
Me llegaron un montón de stickers que he utilizado indiscriminadamente en WhatsApp, en los que se ve a Máynez bailar, sonreír, esperar que las soluciones caigan del cielo, sacar cartelitos e intentar hablar con las manos.
Un poco después, por el mismo pasillo viene Xóchitl, aunque más dicharachera y ocurrente, es evidente que la escuela la quiere menos que a Claudia, harta de no ser tan popular entre los estudiantes, ha probado de todo, desde hacer juramentos solemnes