A decir verdad, no fueron solo las escuelas quienes tomaron tonalidades púrpuras. El espacio público vivió las movilizaciones de mujeres que pusieron en común las condiciones de vida que las exponen a una escala muy amplia de tratos violentos, injustos y degradantes.
¡Hola, amigos lectores de Letra Fría! Aquí estoy de vuelta para comentar y reflexionar sobre temas de educación y sociedad en mi columna quincenal. Quiero empezar diciéndoles que la educación es como el pan: una necesidad básica que nos alimenta el cerebro
En el imaginario colectivo existe la certeza de que los profesores hacemos mejores puentes que los ingenieros. Una idea que en apariencia es irrefutable, pero en el fondo no es verdad, pues los docentes no decidimos ninguna de las suspensiones del calendario;