Hacerla de mesero o de bailarín, fabricar dulceros atractivos para luego disfrazarse de Mario Bross, prevenir el consumo de Fentanilo y poner gel antibacterial en la puerta, son algunas de las tareas que los docentes mexicanos debemos realizar en los últimos días.
Alejemos a los niños del Dalai Lama y pongámoslos cerca de los libros. No me convencen los jerarcas tibetanos del origen cultural y moralmente impoluto del acto en el que su líder espiritual, mundialmente conocido como Dalai Lama, besó en la boca




