Autlán de Navarro, Jalisco.- La mañana de este jueves 4 de abril, la Diócesis de Autlán recibió al nuevo obispo Monseñor Eduardo Muñoz Ochoa con una emotiva eucaristía de inicio de ministerio episcopal, realizada en el seminario diocesano “Santa María de Guadalupe”.
Después de un recorrido, en el que recibió una primera bienvenida sencilla en la comunidad de Quililla, en el municipio de Tecolotlán y compartió los alimentos en el curato de Juchitlán, Monseñor Eduardo Muñoz llegó a la que será su tierra, acompañado del nuncio apostólico, Joseph Spiteri y el arzobispo de Guadalajara, José Francisco Robles Ortega.
En el seminario diocesano de Autlán, guiados por la voz del padre Orestes Ochoa lo aguardaban ya alrededor de 2 mil 500 personas -según dato de Protección Civil Municipal- que se dieron cita para conocerlo, orar por él y al mismo tiempo despedir a Monseñor Rafael Sandoval Sandoval, quien acompañó a la comunidad autlense durante ocho años.
“Permanece con nosotros, Señor…”: Escudo episcopal Monseñor Eduardo Muñoz
Antes de dar inicio a la ceremonia eucarística, el padre Orestes Ochoa habló de los elementos que conforman el escudo, que representará la gestión de Monseñor Eduardo Muñoz como obispo de la Diócesis de Autlán.
Compartió que los elementos del escudo aluden al momento en que los discípulos de Emaús son encontrados por Jesús resucitado; incluye un ave dorada, símbolo de San Eduardo, que es a quien el obispo se encomienda, una flor de lis en representación de la devoción a la Virgen María y el glifo de Autlán representando a la comunidad.
En su reflexión sobre el escudo, el padre Orestes comentó que Jesús hace arder el corazón de quienes lo siguen en medio de situaciones de desolación.
Más tarde al concluir la ceremonia religiosa, Monseñor Eduardo Muñoz en rueda de prensa habló también un poco del sentido y significado de su escudo.
“Dios me invita al desierto”: Rafael Sandoval
El obispo emérito Rafael Sandoval Sandoval -quien fungió como Administrador Apostólico-, estuvo encargado de compartir un mensaje de bienvenida para el recién llegado séptimo obispo de la Diócesis de Autlán y aprovechó la ocasión para agradecer los 8 años de pastor de la comunidad autlense, de los 50 que está por cumplir como sacerdote.
Inició y concluyó su intervención con agradecimiento a dios por su perdón incondicional, a las religiosas, sacerdotes y laicos de Autlán por el acompañamiento en estos 8 años y se dijo dispuesto para dejarse seducir por aquel que lo llamó a los 12 años de edad para integrarse al seminario de Zamora en Michoacán.
“En esta nueva etapa de mi vida donde dios me invita al desierto”, argumentó al referirse a lo que viene para esta nueva etapa de su vida.
En un mensaje evidentemente sentido, expresó que Autlán le ganó el corazón, agradeció enfáticamente a todas las religiosas, diciendo que dios sabe porque decía que a todas y a los laicos que con nombre y apellido se quedarán grabados en su corazón.
“Aquí ha habido muchas flores y espinas y agradezco por ambas, agradezco las llamadas de las campanas, los mariachis, las sonrisas, por quienes me seguirán queriendo como soy, mi seguridad es dios. Es hermoso ser pertenecido”.
Sandoval expresó que no vino -a Autlán- a apropiarse de nada y con esa libertad lo dejó, nada le quitaron al contrario, sólo lo llamaron a ser más libre.
Después de dos años de que Monseñor Rafael Sandoval envío su renuncia al Papa -a su cargo de obispo- el pasado mes de febrero fue aceptada y al mismo tiempo se dio el nombramiento de Monseñor Eduardo Muñoz como nuevo obispo de Autlán.
“Contento de que usted crezca y yo disminuya”: Monseñor Rafael
También dedicó unas palabras al recién llegado obispo, Monseñor Eduardo Muñoz.
“Monseñor Eduardo, llega a una diócesis bella en su costa, bella en sus montañas, bajíos, sierra, pero sobretodo en la belleza de sus personas también usted es una gracia para ellos, en las personas sencillas le hablara dios”.
“Sienta mi abrazo fraterno, como hermanos nos pasamos la estafeta para construir el reino de Dios, agradezco el regalo de sentirme contento que usted crezca y yo disminuya, rece por mi para que encuentre más sentido a esta etapa, la última etapa de la vida”.
Monseñor Rafael Sandoval concluyó con un gracias reiterado que vibró desde su corazón y que al momento de concluir la eucaristía y salir compartió con las y los feligreses quienes también le agradecían a su paso por lo recibido en este tiempo.
Posterior a la intervención del obispo emérito, Monseñor Rafael Sandoval procedieron a la lectura de las letras apostólicas donde el Papa designó como obispo de Autlán a Monseñor Eduardo Muñoz.
El recién nombrado obispo mostró a los obispos, sacerdotes, religiosas y toda la comunidad católica el documento y finalmente recibió del arzobispo el báculo como señal del pastoreo que ejercerá en la comunidad de Autlán y lo llamó a ocupar la sede.
En este momento los aplausos de los presentes festejaron la presencia de la providencia divina cayendo sobre el recién llegado obispo.
¡Bienvenido a Autlán!
Hubo dos momentos especiales en los que el obispo interactúo con la comunidad, uno de ellos fue el saludo de bienvenida, para el que acudieron a su encuentro religiosas, seminaristas y una familia -la de la hermana del candidato a la presidencia municipal Gustavo Robles- en representación de la comunidad.
Y más tarde en la procesión de las ofrendas, donde recibió elementos representativos de las regiones Sierra de Amula y Costa Sur, como un símbolo también de bienvenida.
Pedimos gracia divina para el obispo recién llegado: Nuncio Apostólico
El representante del Papa en México, el nuncio apostólico Joseph Spiteri también compartió una reflexión con la comunidad católica autlense, habló sobre los tiempos que se viven donde desafortunadamente en muchos espacios reina la violencia y la destrucción del medio ambiente que produce desolación y hace pensar que es imposible vivir en paz con el prójimo.
Sin embargo, frente a la tristeza del pecado la resurrección confirma la posibilidad de la vida y el camino de Dios. Este es el camino que ustedes están comenzando con el nuevo obispo, ser testigos y misioneros del bien y de la solidaridad, comentó el nuncio.
Y pidió gracia divina para el obispo recién llegado y todo el pueblo, para que la mirada de fe fortalezca la amistad y la comunión, para que el obispo conozca mejor la región y la valore a la luz del evangelio como pide el Papa Francisco.
Al obispo recién llegado le pidió no olvidar el apoyo espiritual de los sacerdotes y religiosas.
Como parte de la bienvenida, Monseñor Eduardo Muñoz Ochoa recibió de manos del presidente interino, Dagoberto Trujillo y su esposa las llaves de la ciudad de esta tierra que le dio la bienvenida no como visitante, sino como un autlense más, compartió en su discurso el representante de la autoridad civil en el municipio.
Antes de retirarse para compartir los alimentos con los sacerdotes invitados especiales -ambos obispos, Rafael Sandoval y Eduardo Muñoz- saludaron y compartieron fotografías con las personas que acudieron a su encuentro antes de retirarse.
MV
