Por Jhoseline Ramírez
Cabo Corrientes, Jalisco. 23 de febrero de 2023. (Letra Fría).- Con la intención de investigar más sobre el estatus y la estadística poblacional de la tortuga carey, el campamento tortuguero de Mayto implementó un programa específico para estudiar a dicha especie.
El proyecto «Carey Mayto-Tehua» inició en el año 2012, cuando el encargado del campamento, Israel Llamas buceaba de manera recreativa, ahí fue como se dio el primer encuentro con una tortuga carey, que se encontraba en las zonas rocosas entre Mayto y Tehuamixtle.
«En toda la historia que tenía el campamento desde el 2005 que iniciamos hasta el 2012, nunca habíamos tenido un avistamiento», dijo el biólogo marino, Israel Llamas, quien explica que sí se habían topado con tortugas carey varadas, que salían a la playa por alguna enfermedad o problema y fue de esta forma que se dieron cuenta que esta especie estaba presente en la región. Sin embargo, no habían tenido un primer registro hasta el que se dio ese día del año 2012.
A raíz de esto, Israel Llamas se dedicó de manera personal a buscar más tortugas haciendo buceo de investigación. El biólogo expresa que esto era como el dicho de «buscar una aguja en un pajar». Señala que durante los primeros años de su investigación el esfuerzo fue mucho y el hallazgo de las tortugas fue bajo, ya que no había tanta facilidad para cubrir tanta área, aunque a veces se apoyaba con otros biólogos y buzos.
Se empezaron a desarrollar las primeras líneas de investigación para estudiantes de prácticas profesionales y otros biólogos marinos. A veces lograban completar un grupo de cuatro o cinco buzos que apoyaban con esta búsqueda.
De esta forma lograron incrementar de a poco el número de registros, sin embargo, los cambios más significativos se dieron cuando se incluyó al equipo de pescadores de Tehuamixtle.
Israel Llamas explica, que no todos los miembros de la cooperativa pesquera de Tehuamixtle participan en esta investigación, ya que no todos los pescadores llevan acabo labores que interactúan con la tortuga carey. Quienes más tienen estos encuentros son los buzos, que se dedican a la extracción de los recursos que se encuentran en el fondo del mar, buzos que se dedican a sacar «ostiones, pulpo y langosta».
«Cuando estos buzos están haciendo su colecta de recursos entre las rocas, es cuando se encuentran a las carey», explica el biólogo marino. Para apoyar con esta investigación, los buzos capturan a las tortugas para después notificar al campamento tortuguero de Mayto y así puedan llevar acabo el registro de la especie.
Israel Llamas señala, que gracias a la participación de los buzos de Tehuamixtle han podido aumentar muchísimo la cantidad de registros de tortugas carey, ya que ellos cuentan con un mayor número de personas, mayor cantidad de horas de buceo y pueden cubrir una zona muchos más amplia.
«Así fue como logramos colocarnos como uno de los estudios más importantes a nivel nacional para la tortuga carey. Incluso colocándonos dentro de los mejores proyectos en todo el pacífico oriental, hablando desde México hasta Perú», dijo el científico.
Llamas explica que otros países de Sudamérica y Centroamérica también realizan este tipo de estudios. Pero es la forma en la que el campamento ha interactuado con los pescadores de Tehuamixtle la que ha resultado ser llamativa para esta línea de investigación.
A la fecha, Mayto registra un aproximado de 150 tortugas carey, las cuales para su registro se les ponen unas placas en las aletas para poder identificarlas, se miden y se pesan.
Para mantener esta investigación, el campamento lanzó una estrategia de apoyo que consiste en adoptar una tortuga carey. Esta iniciativa social tiene como objetivo reunir fondos para continuar con la investigación. Las personas no adoptan a las tortugas de manera física, es más algo simbólico, se les entrega un certificado de adopción y le pueden dar un nombre a la tortuga que «adoptaron».
«Este fondo nos ayuda a seguir comprando equipo y a seguir manteniendo los recursos para esta línea», explicó el biólogo.
Este estudio se desarrolla en la región de Mayto y Tehuamixtle, que es una línea costera de rocas con acantilados de aproximadamente 5 kilómetros de zona, donde las tortugas pueden ser encontradas, sin embargo, el plan a mediano y largo plazo es extender la zona de estudio a otras regiones costeras de Jalisco en donde particularmente esta especie tiene un buen hábitat de alimentación.
«Esto también se está dando en las zonas hacia Pérula, donde están las islas y en las zonas de Careyes. En estos sitios es donde podemos encontrar un número elevado de tortugas carey, la idea es fortalecer a nuestro equipo para extender el área de estudio», explicó Israel Llamas
Israel Llamas ha colaborado desde hace 8 años en este tipo de investigaciones como buzo en otros países como Panamá, Costa Rica y Colombia, donde también se encuentran estas especies y donde han logrado identificar zonas que se consideran importantes en el pacífico para la recuperación en general.
«Hay que tomar en cuenta que la tortuga carey es una especie que está en peligro crítico de extinción», enfatizó el biólogo.
También explica, que es una de las especies más amenazadas a nivel global, ya que su caparazón se explotó en gran medida para la creación de artículos como marcos de lentes, joyería, las espuelas para las navajas de las peleas de gallos y esto hizo que las tortugas disminuyeran su población notablemente.
Edición: MV
