La temporada pasada inició entre julio y agosto de 2019 y terminó en enero de 2020. Los resultados obtenidos en el campamento La Gloria fueron alrededor de 10 mil nidos protegidos; en Melaque, en bahía de Navidad se protegieron 102 nidos. En la playa El Coco se protegieron alrededor de 500 nidos, en Tenacatita se protegieron también 102 nidos, mientras que en Cuastecomates cuatro nidos.
Por: Mayra Vargas
Costa Sur de Jalisco. 11 de julio de 2020. (Letra Fría) La temporada de protección de tortugas marinas 2020-2021 en la Costa Sur de Jalisco, podría verse afectada por la pandemia por COVID-19. Los trabajos previos comienzan entre julio y agosto, y esta temporada se torna diferente a años anteriores. Será atípica.
José Antonio Trejo Robles, profesor investigador del Departamento de Zonas Costeras del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, y responsable del programa de conservación de la tortuga marina, se muestra optimista ante la realidad:
“Pues esperemos, todavía falta, entonces esperemos que esto se componga, digo, qué bueno que la playas estén así porque hace todavía un mes no podíamos tocar nuestras playas aquí de la costa, entonces, ahora que se abrieron pues es una ventaja para poder hacer nosotros nuestro trabajo de tortuga”, dijo el investigador.
Si la situación no mejora debido a la pandemia, no sería un problema para el Programa de Conservación, gracias a que trabajan en grupos reducidos. De manera inicial son entre dos o tres personas aisladas en las playas, sin embargo, Trejo Robles dijo que esperarán indicaciones de las autoridades universitarias:
“Vamos a esperar también las indicaciones de nuestras autoridades, porque si nos dicen que nos quedemos en casa, pues nos quedamos en casa, entonces vamos a ver con gente de la comunidad, ya varios me están diciendo que ellos ya están yendo a la playa (…) están ahí checando la playa, tienen alguna liberación que se ha visto en momentos, entonces pues está todo mundo en sus áreas, en donde no es muy peligroso y están tomando todas las medidas preventivas”, manifestó el investigador.
El desove de las tortugas empieza a partir de julio, pero los picos más altos de acuerdo con el investigador, se han detectado históricamente en agosto, septiembre y parte de octubre:
“Entonces todo nuestro esfuerzo, tanto económico como físico lo invertimos completamente a partir de agosto, en julio llegamos empezamos temporada, equipo, material, todo lo que se requiere a finales de julio, que es cuando empezamos. En agosto, septiembre y octubre son los más fuertes de anidación de tortuga”, explicó Trejo Robles.
La mayoría de los voluntarios, prestadores de servicio social y practicantes comienzan a llegar hasta agosto o septiembre, lo que aún da tiempo de ver cómo evoluciona la situación de la pandemia y a partir de ahí afinar alguna estrategia para evitar riesgos, en caso de ser necesario.
A pesar del contexto de pandemia hay expectativas para esta temporada, Trejo Robles se basa en los resultados obtenidos la temporada anterior, así que los objetivos van en ese sentido:
“No sabemos cuántos nidos vamos a completar esta temporada, en otras playas, aquí por ejemplo, en Melaque, pues esperamos que no sea diferencia porque aquí está la carrera de biología marina, están los muchachos y hay mucha gente que ya está participando y aquí ya se abrieron las playas, entonces no tenemos restricciones para andar en la playa; en la playa de La Gloria creo que va a pasar lo mismo, aquí el problema es que no tenemos voluntarios, no tenemos servicios sociales, no tenemos prácticas si es que esto se alarga”.
El profesor investigador también es consciente de que las cosas pueden tornarse diferente, por lo que no mantiene ilusiones que no sean alcanzables:
“Vamos a ver cómo vamos a hacer esto, esperemos que no baje mucho la protección, el ánimo y el trabajo de toda la gente, y pues ya está en puerta, pero bueno, ¿cuáles son las expectativas? Mínimo como el año pasado, pero viendo las circunstancias no queremos ilusionarnos, ni desilusionarnos al final de temporada”, reflexionó.
En 35 años, el programa de conservación de la tortuga marina del Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara, ha protegido más de 95 mil nidos y más de 9 millones de huevos, logrando liberar en tres décadas y media 5 millones 930 mil 496 de crías de tortuga en las playas de la costa sur de Jalisco.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), todas las especies de tortugas marinas de México se encuentran clasificadas en la categoría de riesgo de “en Peligro de extinción” (P), de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Además, se ha documentado la declinación drástica de las poblaciones de tortuga laúd del Pacífico y la carey del Caribe, por lo que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) las clasifica en peligro crítico de extinción.
MA/MA
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