Don Gabriel Lima Velásquez llama, creo que con gran tino, a la década de 1930 la del despertar de Autlán. Varios sucesos ocurrieron en esos años, que constituyen hitos de la historia local por los cambios que propiciaron en la forma de vida de los autlenses: la apertura de la carretera a Guadalajara en 1935, que acortó el tiempo de un viaje entre Autlán y la capital de Jalisco de varios días a unas cuantas horas.
También la inauguración del puente de El Corcovado, que mejoró el servicio de la dicha carretera; la apertura de la Escuela Secundaria por Cooperación no. 12, primera escuela de ese nivel en toda la región… todo esto trajo un progreso material e intelectual que se reflejó, necesariamente, en una mejora de la forma de vida de los autlenses.
Otro de estos hitos de la década de los 30 fue la inauguración de la Biblioteca Pública Federal Paulino Navarro, en el año 1937, por el secretario de Educación Pública, Gonzalo Vázquez Vela.
Según don Ernesto Medina Lima, al alto funcionario federal se le ofreció una comida en la casa de don Luis Felipe Castañeda, a la que asistieron también el entonces diputado Salvador Rodríguez Moreno, don Jaime Llamas García y la señora Domitila Colmenares Adame, quienes aprovecharon la reunión para solicitarle al secretario la instalación de una secundaria en Autlán, lo que fue concedido poco después con la apertura de la que hoy conocemos como secundaria Manuel López Cotilla. Pero esa es otra historia…
La biblioteca
La biblioteca Paulino Navarro, el antecedente directo de la actual Biblioteca Pública Municipal Paulino Navarro, tuvo su domicilio en el número 17 de la calle Hidalgo. A lo largo del tiempo, se mudaría al pequeño edificio que hoy ocupa Protección Civil municipal, a un costado del Auditorio Solidaridad, para de ahí pasar a su actual sede en la Casa de la Cultura.
Aunque no era la única biblioteca pública con la que contaba nuestro municipio, puesto que también estaban la del Centro Cultural Autlense y la de la Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos, que tenían, entre otros, aquellos volúmenes verdes de los clásicos que difundía la SEP de José Vasconcelos, podemos creer que la biblioteca Paulino Navarro sí era la más completa, a juzgar por un inventario de su acervo que tengo a la vista y que está fechado en agosto de 1944.
Este inventario relaciona más de 1,500 volúmenes que estaban a disposición de los autlenses, organizados por colecciones y temas. Ante la ausencia de libros en la mayoría de las casas autlenses y de la misma noción de Internet, y teniendo en cuenta la variedad y calidad de títulos, creemos que esta biblioteca fue la principal fuente de información para los estudiantes de la nueva secundaria y de las escuelas primarias de Autlán, que estaban entonces en proceso de concentrarse en el Centro Escolar Chapultepec.
Las obras
El inventario relaciona obras de la colección española Labor, especializada en libros científicos y técnicos, entre los que están Concepción del Universo, de Ludwig Busse; Grafología, de Matilde Has, e Introducción a la Psicología Experimental, de N. Braunshausen. Gallach era otra colección española, que también publicaba mayoritariamente libros de ciencias y técnicos.
De ella había en la biblioteca Paulino Navarro 41 libros, entre ellos Carpintería práctica, de Eusebio Heras; Documentos mercantiles de uso corriente, de Francisco Grau Granell, y Manual de Floricultura, de José Garzón. Los doce tomos de la Colección Moderna de Conocimientos Universales (que se puede conseguir en Mercado Libre en más de 200 dólares) y los 20 de El Tesoro de la Juventud también ocupaban espacio en los anaqueles de la biblioteca.
Con la etiqueta de Filosofía, los usuarios tenían a su disposición obra de Adorno, de Piaget, de Gaos y de otros autores, con títulos como Qué es la dialéctica, de Guterman; o Ante Dios, de Maurice Maeterlinck. También había Ciencias Sociales y Derecho, rubro en el que aparecen obras de teoría económica de autores como Marx y Engels, Proudhon o José Mancisidor y colecciones de revistas del Ejército y del Colegio Militar y, claro, ejemplares de diversas leyes. Diversidad de libros
Llama la atención la cantidad grande de libros de Pedagogía, quizás dirigidos al personal docente de Autlán: ahí están Montessori, Rousseau y muchos otros autores, con obras de temas tan específicos como El dibujo al servicio de la educación o tan generales como Antropología pedagógica.
Temas variados
Había una sección de libros de Folklore, con obras sobre tradiciones y cultura de diversos pueblos del mundo, otra de Filología (¡), en la que abundan las gramáticas y los diccionarios, pero también los libros de texto sobre esta materia, como La Nueva Filología, de Mauricio Swadesh; Ciencias Puras, que hoy llamaríamos Matemáticas y Ciencias Naturales; y Ciencias Aplicadas, entre las que abundan tomos sobre oficios y técnicas.
En la sección de Bellas Artes y Deportes había lo mismo catálogos de pintores europeos y de otras latitudes que textos de teoría musical, reglas de algunos deportes y sobre coros escolares.
Pero la sección más amplia era la de literatura, en la que había grandes clásicos de todo el mundo, una colección importante de poetas mexicanos, de teatro, novelas y otros géneros, que se puede considerar una buena muestra de la literatura universal.
El inventario cierra con una relación de 16 biografías, de personajes como José Martí, Álvaro Obregón o Simón Bolívar.
En Autlán tenemos actualmente una oferta amplia de bibliotecas: la primera de todas es la Antonio Alatorre, del CUCSur, que ofrece no solo consulta de libros sino recursos tecnológicos, mapas y la posibilidad de acceder a información de muchos acervos y plataformas; la del Centro Comunitario Tiopa Tlanextli, que ofrece importantes volúmenes de la cultura de Jalisco; la de la Escuela Preparatoria Regional de Autlán y las de algunas otras escuelas, por no hablar de la posibilidad de acceder a datos de forma casi inmediata a través de la red global.
Sin embargo, la existencia de la biblioteca Paulino Navarro hace 80 años, con este acervo tan rico y variado, era un verdadero capital cultural para el pueblo, complemento indispensable de la oferta educativa que comenzaba a ampliarse.
Fuentes:
- Jaime Llamas García, una vida dedicada al servicio de la comunidad, folleto publicado por la Benemérita Sociedad Mutualista de Empleados, Obreros y Artesanos de Autlán. Julio de 1986.
- LIMA Velásquez, Gabriel. El despertar, artículo publicado en la revista conmemorativa del 50 aniversario de la Escuela Secundaria Federal Manuel López Cotilla. Febrero de 1989.
- MEDINA Lima, Ernesto. La educación en Autlán a ojo de pájaro hasta 1960. Texto publicado en el libro Crónicas de Autlán de la Grana, Jalisco, 2005.
- Relación de los libros que forman el acervo de la Biblioteca Pública Federal “Paulino Navarro”, ubicada en la av. Hidalgo no. 17, de la ciudad de Autlán de Navarro, Jal. Agosto de 1944. Archivo particular.