Por: Guillermo Tovar Vázquez, cronista de Autlán | Historias de plaza pública
Autlán de Navarro, Jalisco.- El 28 de marzo pasado fue inaugurada en el Museo y Centro Regional de las Artes, y estará disponible todavía la próxima semana, la exposición Una mirada anticipada, una selección de 41 placas del fotógrafo autlense Othón Corona tomadas en Autlán y sus alrededores entre los años 1923 y 1924. En ellas aparecen lugares y situaciones comunes en nuestro terruño hace cien años, pero hoy ya desaparecidos o muy modificados: haciendas como El Jalocote en plena actividad y producción, un juego de beisbol, escenas de las entonces limpias y selváticas playas de Melaque, potreros y caminos de las afueras de Autlán, hoy ocupados por colonias y calles.
Si el amable lector no ha visitado esta exposición, lo invito a hacerlo. Y, para completar la experiencia, le comparto algunos comentarios sobre lo que ocurría en Autlán en los tiempos en que esas fotografías fueron tomadas:
Justamente en ese bienio, según el maestro Jesús Medina García, el famoso pintor José Atanasio Monroy, quien entonces vivía su adolescencia, fue integrante de la banda municipal de Autlán, dirigida por el profesor Feliciano García. El futuro muralista tocaba el saxor, como nos ha aclarado el maestro Jaime Gabino Gómez, y participó en las serenatas y en las actividades taurinas de los Carnavales de esos años, los mismos en los que estuvo el torero Salvador Corona, “Coronita”, de grato recuerdo entre la afición local.
Sí hubo Carnavales en Autlán en esos años, ya el ambiente era mucho más tranquilo que en la convulsa década anterior y Pedro Zamora estaba definitivamente fuera de combate. Sin embargo, no todo era fiesta: en diciembre 1923 estalló la rebelión delahuertista, como se le conoció al levantamiento de una parte del Ejército que respaldaba al político sonorense Adolfo de la Huerta, quien pretendía la candidatura a la Presidencia de la República que había recaído en su paisano Álvaro Obregón.
Jalisco fue uno de los Estados en que esta nueva guerra intestina tuvo campos de batalla importantes, destacándose la ciudad de Ocotlán y sus alrededores, aunque los autlenses tuvieron una intervención importante defendiendo al gobierno federal: el general Paulino Navarro Serrano, bajo el mando del también general Lázaro Cárdenas, falleció a causa de las heridas recibidas en una batalla contra los delahuertistas mandados por el sinaloense Rafael Buelna en las cercanías de Teocuitatlán de Corona el 23 de diciembre de 1923, naciendo con esto el héroe nacional pero perdiéndose una posible carrera política de altos vuelos. Pero él no fue el único, también los agraristas autlenses, organizados desde años antes bajo el liderazgo de Casimiro Castillo, participaron en esta guerra como un cuerpo irregular del Ejército, interviniendo en varios combates. Por eso, Castillo obtuvo el grado de brigadier y, para 1924, una curul en el Congreso local.
Dije que los agraristas estaban organizados, pero también estaban en pie de lucha por conseguir la dotación de tierras. En 1921 habían constituido el Sindicato de Agricultores Pobres y, desde años atrás, celebraban reuniones de organización que tenían que ser semiclandestinas, para burlar la persecución de las guardias blancas de los hacendados. El 17 de marzo de 1924 el ejido de Autlán fue dotado de tierras y la lucha pasó al plano legal, en el que el hacendado de Ahuacapán, Carlos Valencia, interpuso amparos para defenderse de la afectación a sus tierras, sin éxito.
Ahuacapán, por cierto, obtuvo el 25 de marzo de 1924, por decreto del Congreso de Jalisco, la categoría de comisaría municipal, lo que nos habla de que ya se trataba de una población más compleja que solo una hacienda. Esto y el establecimiento de escuelas rurales en el municipio desde 1923, con profesores enviados por la nueva Secretaría de Educación Pública, nos hablan de un cierto desarrollo social.
Aunque ya había terminado la rebelión delahuertista, para 1924 la región no estaba pacificada. El 8 de febrero de 1924 ocurrió en Unión de Tula un combate entre la Defensa Social de Autlán, que se encontraba en ese pueblo en calidad de refuerzo, y un grupo de agraristas encabezados por Casimiro Castillo, en el que integrantes de la Defensa que se habían refugiado en el templo después de la batalla fueron masacrados por los agraristas.
En la Costa también había agitación: el bandolero Ciro Tovar, originario de Purificación, secuestró a un par de hacendados de Atenguillo en el mes de octubre y fue batido por fuerzas federales en las cercanías de Pabelo, de donde Tovar salió con vida; y en diciembre tomó la Villa sin disparar un solo tiro, ante la huida de sus autoridades a Autlán.
El año 1923 fue en el que el guitarrista autlense Rafael Adame marchó a estudiar en el Conservatorio Nacional de Música, donde comenzó una fructífera carrera; al año siguiente don Salvador y doña Refugio Corona, los padres de la joven Áurea, se mudarían a Guadalajara para estar cerca de sus hijos, que ya se les habían adelantado años antes.
Fuentes:
- El rebelde Tovar impuso autoridades en Purificación. El Informador, miércoles 3 de diciembre de 1924, página 1.
- Martínez Barragán, Hirineo. La tierra no se vende, o, ¿sí?
- Medina García, Jesús D. José Atanasio Monroy Rodríguez, publicado el 19 de abril de 2009 en CulturAutlán.
- Notas del Juzgado de Distrito. El Informador, miércoles 28 de mayo de 1924, página ocho.
- Peregrina, Angélica, coordinadora. Como hoy… en Jalisco.
- Una derrota a Ciro Tovar, él logró escapar. El Informador, sábado 4 de octubre de 1924, página 1.
- Villaseñor Bordes, Rubén. Autlán.
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