Por: Oscar Cárdenas Hernández.
En las últimas semanas se han generado nuevos descubrimientos científicos que han hecho historia. Veamos un par de ellos:
1.- Primera imagen de un agujero negro
Está ubicado aproximadamente a unos 55 millones de años luz de distancia de la Tierra, y es el agujero negro supermasivo en el centro de una galaxia elíptica gigante llamada M87. Su tamaño es gigantesco: alrededor de 6,500 millones de veces la masa del Sol (figura 1).

La observación del agujero negro es el primer resultado del Event Horizon Telescope (EHT), una colaboración global que convirtió a radiotelescopios en varias partes del mundo en un telescopio gigante, expresamente para descubrir cómo es un agujero negro en la vida real (figura 2).
Entre los observatorios participantes se encuentra el Gran Telescopio Milimétrico “Alfonso Serrano”, un proyecto binacional entre México y los Estados Unidos que se encuentra ubicado en la cima del Volcán Sierra Negra (Puebla), a unos 4,600 metros sobre el nivel del mar, destinado al estudio de procesos físicos que controlan la formación y evolución de sistemas planetarios, estrellas, hoyos negros y galaxia (http://www.lmtgtm.org).

Lo que se observa en la imagen parece una mancha naranja borrosa y en el centro está la sombra del agujero negro. No podemos ver el agujero negro en sí, porque su inmensa gravedad no permite que ninguna radiación detectable se escape, por lo que aparece como un espacio opaco. Sin embargo, podemos observar lo que se conoce como “disco de acreción”, es decir gas y polvo muy calientes girando en espiral que está cayendo lentamente en el agujero negro. Ese disco emite mucha radiación y es lo que los telescopios pudieron captar. Aunque se desconoce la velocidad a la que está girando el agujero negro, se sabe que lo hace en el sentido de las manecillas del reloj.
2.- Descubrimiento de una nueva especie de humano
Arqueólogos descubrieron una nueva especie humana al encontrar fósiles en la Cueva del Callao en la isla filipina de Luzón. El descubrimiento comenzó con el hallazgo de un hueso de un pie, llamado tercer metatarsiano, encontrado en 2007.

Un equipo internacional ha descubierto recientemente otros doce fragmentos de humanos antiguos, en la misma capa de roca donde se encontró el hueso del pie. Estos incluyen más huesos del pie, huesos de la mano, fémur y dientes parciales, que se cree que pertenecen al menos a tres personas: dos adultos y un niño (figura 3).

Los restos más antiguos conocidos de Homo sapiens, encontrados cerca de la isla de Palawan, tenían una antigüedad de 30,000 a 40,000 años. Pero estos huesos son más antiguos, ya que datan de hace 67,000 años.
De acuerdo con los expertos, los fósiles son familiares pero diferentes a nuestros huesos y de otras especies humanas conocidas. Los dientes premolares tienen rasgos vistos en Australopithecus y H. erectus, pero los molares, aunque más pequeños, tienen una forma más similar a los encontrados en H. sapiens.
Los huesos del pie, particularmente el hueso del dedo del pie llamado falange, también son mucho más curvos que los nuestros, lo que sugiere que pudieron haber sido mejores escaladores.
Todos los nuevos fósiles son diminutos, lo que sugiere que esta es otra especie de humano de muy baja estatura como el H. floresiensis, más conocido como el “hobbit”, que se descubrió en la isla de Indonesia en 2004.
La extracción de ADN de estos fósiles hasta el momento no ha aportado pruebas suficientes para determinar a qué parte del árbol genealógico de la familia Homo pertenece esta nueva especie, aunque se considera que puede descender del H. erectus asiático.
Lo interesante de este hallazgo es que confirma lo que ya se conoce desde hace tiempo: que hace unos miles de años atrás, nuestra especie (H. sapiens sapiens) no estaba sola en la Tierra. La evolución humana es mucho más compleja de lo que se cree y en el pasado era normal que varias especies humanas vivieran una al lado de la otra, en contraste con la actualidad, donde somos la única especie de humano que queda en el planeta.