Por: José de Jesús Guzmán Mora, Cronista de San Gabriel, Jalisco.
San Gabriel, Jalisco-. MARÍA ELVIRA VIZCAÍNO SANTANA(1925-2017). En la hacienda de Apulco, municipio de Tuxcacuesco, Jalisco, muy cercana al pueblo de San Gabriel, Jalisco, contrajeron matrimonio en 1905 los jóvenes Vicente Vizcayno Arias (tío por el lado materno del escritor Juan Rulfo) y doña Crescenciana Santana Robles.
De este matrimonio nacieron sus hijos; Elvira, que murió muy chica, luego María Josefina, Carlos, Salvador, Carmen, Crescenciana, María Elvira, Vicente y Rubén.
Tanto su abuelo como su padre, don Carlos Vizcayno Vargas y don Vicente Vizcayno Arias, respectivamente, habían sufrido en carne propia las crueldades del guerrillero Pedro Zamora al ser secuestrados y extorsionados, por ello, tuvieron que pagar fuertes cantidades de dinero para ser liberados y devueltos a sus familias.
Sus padres tuvieron que trasladarse desde Apulco hasta Sayula realizando el viaje a lomo de caballos, porque no existía otro medio de transporte; ya en Sayula abordaron el tren que los conduciría a la capital jalisciense. Era la época previa a la guerra cristera en la que ya se respiraba un ambiente de incertidumbre e inseguridad en los habitantes de la región sureña de Jalisco, recién había terminado la revolución mexicana y ya se avecinaba una nueva revuelta social.
Por esa razón María Elvira nació en Guadalajara, Jalisco, el 10 de marzo de 1925 en la finca número 750 de la Calle 15 del Sector Libertad; fue inscrita ante la oficina del Registro Civil el día 13 por su padre que dijo tener 42 años de edad, mientras la mamá de la niña contaba con 36 años cumplidos. María Elvira, se consideraba gabrielense.
Sus abuelos maternos lo fueron don J. Félix Santana y doña María Robles; sus abuelos paternos fueron don Carlos Vizcayno Vargas y doña M. Tiburcia Arias Bargas, abuelos maternos de Juan Rulfo; por lo tanto, María Elvira era prima hermana del afamado autor de “El Llano en llamas”, “Pedro Páramo” y “El gallo de oro”.
La niña María Elvira fue bautizada en el templo de San Juan de Dios a los tres días de haber nacido, es decir, el 13 de marzo de 1925, fueron sus padrinos don Gerardo Zepeda Villa y su hermana Ma. Guadalupe de los mismos apellidos, ambos de origen gabrielense. Una vez que terminó el conflicto religioso el matrimonio Vizcaíno-Santana decidió regresar a San Gabriel; la niña María Elvira había cumplido seis años de edad y tuvo la oportunidad de ingresar a la escuela primaria particular de la ameritada Maestra Pudenciana Cervantes Chávez, originaria de Los Ranchitos, San Gabriel, Jalisco. Más tarde se inscribió en la escuela para niñas hasta obtener su certificado de 6° grado de primaria. El 4 de julio de 1931, hizo su primera comunión en el templo de Apulco dedicado a Nuestra Señora del Refugio de Pecadores, mismo que había mandado construir su abuelo don Carlos Vizcayno Vargas entre 1892 y 1910; al mismo tiempo fue paje en la boda de su hermana María Josefina con el señor José Vázquez, quien había sido Jefe de las Guardias Presidenciales del Lic. Emilio Portes Gil, Presidente de la República entre 1928 y 1930; este triple acontecimiento coincidió con el XXV aniversario del casamiento de sus padres.
Durante su etapa educativa con la Maestra Pudenciana Cervantes fue contemporánea de Bertha Arámbula Alcalá, Tere Arias y Nely Larios entre otras. En 1943, junto con su madre emprendió un a los Estados Unidos, conocieron San Francisco, California en compañía de su queridísima amiga la Maestra Emilia López de Arámbula, mejor conocida como “La viuda”.
María Elvira, joven inquieta y entusiasta, amante de la cultura, se trasladó a la ciudad de México para tomar clases particulares de inglés.
La joven Maestra, mejor conocida como “Vira”, era poseedora de una gran belleza espiritual y física, dotes que la convirtieron en reina de la belleza hasta en tres ocasiones, sobre todo en las fiestas patronales de enero, acompañándola el apuesto joven Juan Paz Vizcaíno. Se dice que su amor eterno fue el joven J. Trinidad Arámbula Argote, al que siempre recordó con un gran sentido del humor.
En el año de 1953 y hasta junio de 1958 su amor por el servicio y gran sentido humanitario la impulsaron a trabajar como profesora en la Escuela Primaria para Niñas en San Gabriel compartiendo labores con sus entrañables compañeras Natalia Bertha de la Torre Larios y Bertha Arámbula Alcalá.
Destacaron entre sus alumnas la niña Ma. Concepción Arias García.
Siendo una joven bella e inquieta incursionó en actividades artísticas como aquella en la que participó en la obra de teatro “La doncella de Orleans Juana de Arco”. También fue integrante del conjunto musical “La Típica Toscano” en 1944 en donde aprendió a tocar la guitarra. Dicha agrupación la formaban: Ma. de Jesús Ayala Sedano, Ofelia Briseño Castañeda, Ma. de la Paz Quintero Sánchez, Natalia Bertha de la Torre Larios, Odila Gómez Michel, Heladia García Arias, Amparo Ramos Ramírez, Ma. de Jesús Benavides, Teresa de Jesús Corona Curiel, Catalina Quintero, Antonia López, Ma. de Jesús Robles Reyes y Ma. de Jesús Santos Hernández, Alicia de la Torre Larios, Ma. de Jesús Estrada Sánchez, Ma. de Jesús Rodríguez Solís, la propia María Elvira Vizcaíno Santana, Bertha Arámbula Alcalá y Josefina Delgadillo.
Por su talento y gran capacidad formó parte del grupo de “Damas voluntarias de la Cruz Roja Mexicana” hacia 1942, cuando el Dr. don Manuel Santacruz Acosta capacitó a un buen número de jovencitas para estar preparadas en caso de que sus servicios fueran requeridos durante la segunda guerra mundial.
Entre sus grandes amigos se puede enumerar a Jorge Arámbula Argote, a Doroteo Larios, a Socorro Villalvazo Naranjo, Mercedes Ayala de Corona, Ramona Vargas, Obdulia Arámbula, Fabiola y Silvia Valencia, Mary Mora, Elvira Ramos de Cárdenas y Angelina de la Torre. Tenía en gran estima a su sobrina Arcelia Ramírez Bolaños, junto con sus hijos, a los que quiso como si hubieran sido sus nietos, igualmente al Dr. Carlos Vizcaíno Ramírez y la Lic. Arcelia Vizcaíno Ramírez.
Fue miembro activo de la Congregación de San Francisco de Asís desde el 4 octubre de 1947 hasta 2017 donde incluso destacó como Hermana Ministra, siempre digna y humanitaria.
El 4 de octubre de 1958 contrajo nupcias en el pueblo de San Gabriel con don Francisco Ramírez Quintero, recibiendo la bendición del señor Cura don Nemesio Rivas; sus padrinos de velación fueron sus papás don Vicente Vizcaíno y doña Crescenciana Santana; su luna de miel la disfrutaron en el estado de Michoacán; de ahí pasarían al paradisíaco Puerto de Acapulco de Juárez, hospedándose en el Hotel Club de Pesca, hasta que compraron un departamento en el edificio Macaco.
Al año de casada perdió a su primer hijo; en 1963 nació su hija María Soledad. Un año después la invitaron a trabajar y a inaugurar el “Centro de Seguridad Social de Acapulco” donde impartió clases de bordado y a máquina, teniendo amistad con la actriz de Hollywood Eva Garner y con Raúl Velasco, gran animador del programa “Siempre en domingo” de Televicentro. Tuvo entre el grupo de alumnas, nacidas en San Gabriel, a María Elena Estrada y Ana María Nava Estrada.
Su padre nacido en Apulco el 4 de abril de 1881, falleció en San Gabriel, el 18 de enero de 1964.
Elvira tenía gran predilección por el ejercicio físico; en Acapulco compitió en carreras de atletismo desde la Base Naval hasta el “Hotel Papagayo”.
En 1970 fue miembro del “Movimiento Familiar Cristiano”; en 1978 perteneció a la “Orden de los Caballeros de Colón” con el nombramiento de “Dama Isabelina”; en 1980 fue miembro del grupo de “Damas voluntarias del primer Hospital de Cancerología” desarrollando una enorme labor altruista.
En Acapulco vivió de 1958 a 1992, ya jubilada, decide junto con su esposo y su hija María Soledad, regresar al pueblo de San Gabriel, al que siempre consideró como su lugar de origen. En San Gabriel el destino le tenía una gran encomienda; un buen día recibe la visita del señor Adán Yáñez quien le expone el proyecto para construir un edificio que funcionara como “Asilo de ancianos”, es tanta su emoción y su entusiasmo que toma la riendas del proyecto en cuestión, por lo que solicita la ayuda de artistas locales para organizar eventos que puedan generar beneficios económicos, la respuesta positiva fue de los cantantes Joel Ortiz Macías, Rosalba Yáñez de Gutiérrez y de Alina Cárdenas, presentándose en las llamadas “Noches bohemias”.
También recibió la ayuda de los hijos ausentes radicados en la Unión Americana, de familiares y amigos y de la gente altruista de San Gabriel. Con el grupo de damas voluntarias organizó eventos para obtener fondos monetarios, como rifas durante las fiestas de enero, venta de comida y ropa usada; entre aquel grupo de damas estaba Mercedes Ayala de Corona, Rosita Ocampo de Arias, Ma. de Jesús García y Angelina de la Torre Ceballos. La construcción del asilo fue a partir de 1995. En el año de 1996 se convirtió en abuela del niño José Francisco Estrada Ramírez, este pequeño llenó su vida de luz y alegría convirtiéndose en su gran compañero. También cabe mencionar a Pablo Ayala Arámbula, el yerno que nunca la desamparó y la acompañó hasta sus últimos días.Su generosidad la demostró con acciones; dar una sonrisa, un apretón de manos, una palabra de aliento, para ella fue más valioso dar que recibir; los obstáculos no la deprimieron, nunca se dio por vencida. Disfrutaba de los viajes, conoció tanto el norte como el sur de la República Mexicana, era una dama fina y ponderada con acendrado amor hacia sus semejantes; su capacidad y su talento lo demostró con obras; esa mujer de nieve en el pelo estaba muy arraigada a su pueblo; cuando visitaba algún lugar exclamaba “muy grande sí, muy hermoso, pero como mi pueblo… ninguno”.
En 2008, el Gobierno de Jalisco le otorgó un reconocimiento a través del Lic. Emilio González Márquez, recibió una medalla de plata en la explanada del palacio de gobierno como “Adulto Mayor Distinguido”, candidatura a la que fue promovida por el Lic. Erwin Peña Valencia.
La Cámara de Diputados a través de la LXIV Legislatura le otorgó un reconocimiento por su “Ejemplo y Valentía”, esta distinción fue promovida por el Lic. Alberto Esquer Gutiérrez.
Asimismo, el 10 de marzo de 2010, le fue entregado un reconocimiento por su gran labor altruista y por encabezar durante varios años el Patronato Gabrielense de Asistencia Social, A. C. siempre al frente del asilo de ancianos, llamado actualmente “Casa hogar del Señor de la Misericordia”.
La señora Elvira impartió clases de manualidades en el asilo apoyada por su hija Maria Soledad, junto con sus amigas Angelina de la Torre, Consuelo Gómez, Gloria Refugio Dávila Araiza, Ma. de Lourdes Gómez Pérez y Ramona Vargas.
Cuando alguien muere, sigue viviendo en ti, en cualquiera que lo haya amado y la señora María Elvira Vizcaíno, la gran dama, no murió, su recuerdo quedó en su legado ofreciéndolo al pueblo que tanto amó: San Gabriel.
El día 30 de enero trasladándose de San Gabriel a Sayula, en busca de un tratamiento médico, tuvo tiempo de admirar El Llano en llamas y a la altura de la “Vuelta de la bandera” exclamó: ¡Mira qué bonito está mi pueblo, y qué bonito Sol!
El 3 de febrero de 2017, falleció a los 92 años de edad en el Hospital Santa Rosalía de Ciudad Guzmán, Jalisco. Al siguiente día se le hizo un homenaje post mortem en el seno de la “Casa Hogar Señor de la Misericordia”, luego se ofició misa de cuerpo presente en el templo parroquial dedicado al Señor de Amula, donde reposan sus cenizas.
Allí descansa para siempre.
MV