Por: Mayra Vargas.
Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de octubre de 2019. (LF).- Un Museo y Centro Regional de las Artes de Autlán lleno de familiares, amigos y alumnos del maestro Everardo Jiménez, fueron testigos de un homenaje póstumo que el colectivo Los Autlecos organizó para el artista plástico, quien murió el pasado 17 de marzo.
Lectura en voz alta de microrrelatos y poemas, música en vivo, la proyección de un video, hasta la inauguración de la exposición pictórica “Qué ganas de convertirme en recuerdo y nutrirme de los recuerdos que de mi tengan”, integraron dicho homenaje.
Marcela García Rojas, quien forma parte del colectivo, describió al ser humano, al artista. Explicó parte de lo que fue y seguirá siendo Everardo:
Bondadoso y honesto, siempre dignificó las obras propias y las ajenas, convivió con creadores como Francisco Toledo, Fernando Aceves entre otros. Su obra destaca por ser febril que se encuentra en la vida cruda, el negro como elemento plástico y la exigencia de la teoría del color en plena conciencia, el oscuro frío y los naranjas cálidos que siguen fluyendo en el relieve de la sierra de Cacoma y de Manantlán. Everardo no pudo haber sido otra cosa excepto pintor, todo lo que hizo se traduce en pintura.
Graciela García, otra de las mujeres que forma parte de Los Autlecos, dirigió un mensaje a los presentes, en el que detalló sus inicios como alumna del maestro Everardo y cómo se formó el taller “La Chirimoya”. Resaltó que uno de sus aprendizajes fue encontrar la belleza en lo grotesco:
Era incansable, siempre estaba trabajando, bocetando, leyendo y escuchando buena música. Daba gusto trabajar con él, nuestras salidas al campo, observar los paisajes y la naturaleza, admirar la belleza en todo su esplendor, ya sea en un amanecer, un atardecer, una flor o en la simple hoja de un árbol y aprender que hasta en lo grotesco existe la belleza.
El joven Emmanuel Arias, también miembro del colectivo, leyó un microrrelato titulado “Boreal” y dos poemas, ya que el maestro Everardo gustaba de ese tipo de literatura. Dichos textos componen el libro “Carmesí”.
Continuó el espacio musical, donde el joven músico Armando Pedraza y la cantante Leticia Vidrio, interpretaron algunas melodías en memoria de Everardo, como “El tiempo se alejó de mí”, “Fénix” y “Pinceladas de Everardo Jiménez”, una composición en guitarra acústica por parte del músico dedicada al fallecido pintor.
Después vino la proyección de un video con fotografías del pintor, descrito como amigo, maestro, artista.
Uno de los momentos más esperados de la noche, fue el corte de listón y con ello la oportunidad de pasar al salón de usos múltiples del museo, para poder apreciar las 43 pinturas realizadas por los alumnos y el propio Everardo, que estarán exhibidas hasta el 30 de noviembre en las paredes del recinto.
*Everardo seguirá pintando primaveras, su flor favorita, donde quiera que se encuentre*.
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