Rieleras y juanes, esta Adelita no tiene que esperar a que sea marzo o noviembre para conmemorar a las mujeres y sus luchas, y como me adelanté al día internacional del periodista “cayó” en medio de mis colaboraciones con Letra Fría, me permito tocar un tema que debe ser atemporal y ocupar un espacio permanente en el imaginario social y que tiene que ver con que las palabras importan.
Además, como no me da la gana ser políticamente correcta voy a proferir una palabra que los de nuestra generación, o sea los cuarentones y medio centenarios actuales, no escuchábamos en nuestra casa, ni en la primaria salvo en la clase de ciencias naturales o biología: Vagina.
¿¡Cómo!? Exclamó para nuestros adentros el ser mocho e intolerante a las raras palabrotas que sin tener certeza de cómo o por qué tienen una carga sexual, y que tratamos de esconder en lo más profundo de nuestra humanidad aculturada en este Sur de Jalisco y México eminentemente tradicionalistas.
La primera definición que arrojó google fue: “Conducto membranoso del aparato reproductor de las hembras de los mamíferos, que se extiende desde la vulva hasta el útero”
“¡Guácala!” dirían las personas contaminadas con esa cultura de mojigatez. Pues bien, esa es solo una palabra que se refiere a una parte del cuerpo femenino que como todo el resto debe ser conocido para tener conciencia de ello. Para cuidarlo, protegerlo y disfrutarlo sin riesgo y con responsabilidad.
La sexualidad femenina es un aspecto que en términos de poder se ha tratado de dominar, porque una mujer consciente de la naturaleza e importancia de su ser sensual está empoderada y difícilmente se deja convencer de las ideas de supremacía masculina que durante siglos ha prevalecido en todos los ámbitos contextualizados en el patriarcado, lo hetero normativo y lo androcéntrico.
Hay mucha literatura al respecto que estas trenzas encontraron en la web, desde los monólogos de la vagina de Eve Ensler y la de Naomi Wolff titulada “Vagina: una nueva biografía de la sexualidad femenina”, hasta las reflexiones en plataformas de producciones audiovisuales de las protagonistas de Sex and the city y sus secuelas.
Esta Adelita así celebra la feminidad y con un coro de vaginas sabias, también invita a las mujeres que me escuchan y a los hombres que aman a las mujeres y su humanidad completa a informarse y dejar atrás nociones temerosas a llamar a las cosas por su nombre.
