Por: Ángeles Claustro
Autlán de Navarro, Jalisco. 22 de marzo del 2020.- (Letra Fría) La misa dominical en la catedral fue inusual, ante la pandemia provocada por el coronavirus, se transmitió por internet, atendiendo la petición de gobierno de Jalisco para evitar el contacto físico con las personas y propagar el virus.
En esta eucaristía el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval aprovechó la homilía para dirigirse a la comunidad católica y hablar sobre la fe en estos tiempos de contingencia sanitaria:
“Ahora nos encontramos con algo semejante, con la enfermedad, con el virus, infectando a mucha gente, nos encontramos con la vejez, con la muerte, como que no le habíamos hecho caso a la muerte… ¿qué significa creer hoy? Ahora que miramos noticias por todos lados que nos espantan”, dijo.
Sandoval Sandoval dijo que este tiempo se debe afrontar con seriedad. Hizo un llamado a la feligresía para acatar las medidas indicadas por las autoridades de salud, civiles y eclesiásticas, para evitar el mayor número de contagios.
En estos tiempos que llamó difíciles, el obispo pidió a la población practicar los actos de misericordia y ayudar a las personas que lo necesitan:
“Hay mucha gente que en estos días va a necesitar de nuestra ayuda material entonces es ahí donde la fe me dice Jesús está en el hermano, tuve hambre y me diste de comer tuve sed y me diste de beber, es una fe que engendra el amor, vivimos circunstancias duras y dramáticas, hace abrir los ojos”, mencionó el obispo.
Rafael Sandoval pidió orar por los trabajadores de la salud que en esta contingencia sanitaria están altamente expuestos, pidió una oración por los médicos y las enfermeras y todos aquellos que cuidan de los pueblos.
Recalcó que este tiempo es para estar en familia y evitar salir durante los 5 días que pidió el gobierno de Jalisco.
Reconoció el trabajo de los sacerdotes de la Diócesis de Autlán que se encuentran cercanos a la gente cuidando las medidas de salud.
El obispo dijo que los templos estarán abiertos para que los fieles puedan ir a rezar, pero deberán acatar las medidas de salud impuestas ya por el gobierno y las autoridades católicas.
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