Tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que despenaliza el aborto, el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, lo condenó, señalando que «una cosa es la ley y otra la conciencia… La vida de la mujer vale mucho, pero también la de aquel recién concebido que no ha nacido, porque necesita los mismos derechos y protecciones que todos tienen”.
Por: Vianney Martínez
Autlán de Navarro, Jalisco. 13 de septiembre de 2021. (Letra Fría) En la homilía de este domingo el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, aprovechó el espacio para expresar su postura respecto al fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y dijo «Una cosa es la ley y otra la conciencia».
El día martes 07 de septiembre, un hecho histórico se concretó en el marco de las luchas sociales y de los derechos humanos en México: la SCJN despenalizó el aborto. En unanimidad de diez votos se resolvió inconstitucional el criminalizar el aborto de manera absoluta. La Suprema Corte de Justicia se pronunció por primera vez a favor de garantizar el derecho de las mujeres y personas gestantes a decidir, sin enfrentar consecuencias penales.
El estudio de caso se remitió tras el ahora inválido artículo 196 del Código Penal del Estado de Coahuila que establecía una pena de prisión a aquella persona que voluntariamente se practicara un aborto o quien le hiciere realizarse uno; luego de su invalidez, el entonces artículo que sostenía que se vulneraba el derecho a la vida, se entiende hoy como en contra de los derechos sexuales y reproductivos, los cuales otorgan a las mujeres a decidir sobre sus cuerpos, así como elegir si quieren o no formar una familia.
De este modo las mujeres y las personas gestantes ya no podrán ser castigadas penalmente en ningún momento por abortar en México.
En este sentido, el obispo de la Diócesis de Autlán, en su homilía condenó esta legislación y lo calificó como un acto de ego que pospone las necesidades de las y los demás:
“Se ha excluido de algunas leyes, no de nuestro corazón, a los niños no nacidos. No podemos excluir a la madre, pero por proteger a una no se puede minimizar los derechos del otro”, manifestó el prelado ante este fallo.
Sandoval Sandoval concluyó que las personas de la tercera edad en algún momento llegarían a ser excluidos porque «ya no producen».
“La vida de la mujer vale mucho, pero también la de aquel recién concebido que no ha nacido, porque necesita los mismos derechos y protecciones que todos tienen”, dijo el obispo de la Diócesis de Autlán.
Para finalizar con la homilía, el obispo persuadió a la población a pensar en la y el prójimo. «La violencia contra los no nacidos provocará otras violencias”, remató.
Ma/Ma
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