«No es saber, saber hacer
discursos sutiles, vanos,
que el saber siempre consiste
en escoger lo más sano»
Sor Juana Inés de la Cruz
Por: Gabriel Michel Padilla
El Limón, Jalisco. 06 de abril de 2022. (Letra Fría) Una máxima de los humanistas reza así: “Nada humano me es ajeno”, en vista de lo cual, no se puede pasar desapercibida esta importante fecha para los mexicanos. Este próximo 10 de abril, Domingo de Ramos, por primera ocasión en la historia, se ha implementado la realización de un derecho constitucional: la Revocación de Mandato. Por principio de cuentas, es un instrumento puesto al servicio de la ciudadanía que le concede la facultad de refrendar o sacar de una posición de poder a quienes nos gobiernan, tomando en cuenta aquello de que “el pueblo pone y el pueblo quita”, lo que significa básicamente que cuando la conducta de un gobernante se convierte en agravio para los gobernados, éstos pueden despedirlo por la vía del sufragio, es decir, por la vía pacífica y democrática y además por una vía civilizada, lejos de los métodos trogloditas y violentos.
Bajo esos considerandos, creo que quienes están invitando a la gente a no participar en este ejercicio, están actuando bajo un esquema oscurantista e irracional. Además, creo que la actitud omisa e indiferente señala a quienes la practican, como promotores de una indiferencia retrógrada que nos conduce a la amargura política y al extravío de la ruta del caminar histórico progresista.
No estoy en este caso invitando a votar por opción alguna, pero no hace falta pertenecer o militar en Morena, o en el PAN para concluir que algo tan racional como decir si estoy de acuerdo con AMLO, voto porque siga gobernando y si no estoy de acuerdo, voto porque se vaya. Pero lo que no se entiende y nos hace sospechar de una fractura ética de sus supuestos razonamientos, es decir, no están pensando con el cerebro sino con las vísceras, aquellos que invitan al abstencionismo, además aquellos a los que este ejercicio no les va ni les viene, están abonando a los vientos de la indiferencia que ha sumido a muchos pueblos en la decadencia.
Amigos, les habla un hombre de la calle, que intenta siempre decir palabras de honor, para invitarlos a que este 10 de abril, Domingo de Ramos, salgan jubilosos como los judíos salieron a proclamar su sentir y proclamen por la vía del sufragio lo que ustedes piensen.
MA/MA
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