Aunque no se sabe aún si se trata de la presencia de un individuo o más, se tienen que hacer más investigaciones para determinar si se trata del mismo individuo captado las dos veces o si se habla de ejemplares distintos.
Por: Mayra Vargas y Violeta Meléndez
Autlán de Navarro, Jalisco. 9 de enero de 2020. (Letra Fría) Cámaras trampa que se encuentran distribuidas en la Estación Científica Las Joyas, en la Reserva de la Biosfera Sierra de Manantlán, registraron en dos ocasiones, en febrero y julio de 2019, la presencia de nutria a una altura aproximada de 2 mil metros sobre el nivel del mar, por primera vez en más de 30 años de monitoreo de mamíferos.
En entrevista para Letra Fría, el Dr. Juan Pablo Esparza, profesor investigador del CU Costa sur, explicó que los registros los realizaron cámaras trampa que se encuentran ubicadas a esas altitudes. Dijo que se trata de los primeros hallazgos de este tipo, situación que lo toma por sorpresa, pues señala que no es común:
“Es el primer registro; nos sorprende porque yo tengo pocos años aquí, desde el 2013, pero se ha estudiado la fauna desde hace 30 años aproximadamente y claro, se ha visto en las partes bajas, pero que se registren a esta altura nunca se había registrado, entonces es un dato curioso que tenemos que ver”.
El investigador señaló que, aunque no se sabe aún si se trata de la presencia de un individuo o más, se tienen que hacer más investigaciones para determinar si se trata del mismo individuo captado las dos veces o si se habla de ejemplares distintos:
“No sabemos si hay una población, es lo que tenemos que investigar. Pero como lo registramos un febrero y otro en julio, no sabemos si es el mismo o si son dos. Cualquier situación es interesante, un individuo encontró las condiciones adecuadas y se quedó aquí o ya que sean dos individuos distintos, nos habla que al menos está considerado por dos animales”.
Respecto a estos primeros registros, el maestro en ciencias Guillermo Brito Ríos y actual estudiante del doctorado en Ciencias en Biosistemática, Ecología y Manejo de Recursos Naturales del CU Costa Sur, quien investiga la nutria desde hace varios años, explicó en entrevista que una de las hipótesis de la presencia de nutria a esas alturas tiene que ver con que existen las condiciones para habitar:
“Hay hábitat. No es raro que esté a esas alturas, a lo que me refiero es que no es común, pero tampoco es raro, sí pueden habitar. Nada más que aquí en Jalisco no era tan común encontrar eso y más porque en realidad yo creo que nadie había muestreado nutrias; las nutrias están ahí, pero nadie va y lo registra”.
De acuerdo con el doctorante, en Jalisco la identificación de nutria a más de 2 mil metros de altura solamente había ocurrido en Tapalpa, en zona de bosque de pino. Sin embargo, explicó que, por ejemplo, en lugares del Estado de México es común el avistamiento del mamífero acuático todavía a mayores alturas.
Características y dieta de la nutria
Algunas de las características que poseen las nutrias y que permitirían su presencia a esas alturas en la Estación Científica Las Joyas, de acuerdo con Brito Ríos, es el grueso pelaje que tienen y que es prácticamente impermeable. Además tiene una capa de grasa, por lo que la temperatura del agua o la del medio ambiente no es una limitante para que se pueda establecer.
Los peces suelen ser el alimento principal de la nutria, de acuerdo con el joven investigador de nutrias, son hasta el 80 por ciento de su dieta; sin embargo, en las partes altas de Las Joyas no hay registros de peces, ya que éstos se ubican más en las partes medias y bajas de las cuencas, por lo que probablemente la nutria pudo haber modificado parte de su dieta:
“Aunque puede comer un montón de cosas, la mayoría de los peces vive en la zona media o baja de las cuencas, no en las partes altas, entonces las nutrias que viven en las partes altas tienen que cambiar su dieta, a lo mejor no van a comer muchos peces, pero comen otras cosas que complementan”.
Hay casos en los que la nutria se alimenta de insectos como escarabajos, chapulines, libélulas, cualquier insecto que encuentren cerca del agua. También de moluscos o crustáceos, pequeños cangrejos que sí tienen presencia en las partes altas de los ríos. Incluso también pueden alimentarse de ratones, lagartijas o aves, de acuerdo con el joven investigador.
¿Presencia fortuita en Las Joyas?
La joven doctorante Carol Flores del Real, quien realiza su investigación sobre salvias en la Sierra de Manantlán, también es compañera de investigación de nutrias junto a Guillermo Brito Ríos, ella señala que puede tratarse de un hallazgo fortuito:
“Uno puede decir o determinar fácilmente si está el animal, pero no es muy recomendable decir que no hay, porque cuando fuiste a muestrear y que no lo hayas visto, no quita la posibilidad de que esté presente, entonces yo creo que este evento es más fortuito y que tal vez desde siempre está”.
Flores del Real explicó que los animales se pueden mover ampliamente según la temporada del año, por el clima, su alimento, el apareamiento, entre otras situaciones:
“Puede ser que estén en reproducción, por cualquier razón pueden estarse moviendo, entonces no quiere decir que antes no había y que ahora sí, no podemos asegurar eso, pero lo que podemos asegurar ahora es que están presentes gracias a este tipo de registros”.
Para el Dr. Juan Pablo Esparza, puede tratarse de una nutria joven que se dispersó y subió desde el otro lado de la cuenca y que se encuentra buscando un lugar, por ello llegó ahí, se quedó un tiempo y luego se fue.
Aunque aún deben realizarse investigaciones, para Brito Ríos es una gran noticia que la nutria se haya registrado a esas alturas, lo que significaría que la Estación Científica está cumpliendo con su función de proveer hábitat en buen estado de conservación para las especies.
Nutria, una especie amenazada
La nutria de río (Lontra longicaudis) es una especie considerada indicadora de la buena calidad de su hábitat y tiene una amplia distribución en América, desde México hasta Paraguay.
Actualmente en el país está considerada como Amenazada en la NOM-059-Semarnat, debido a que sus poblaciones están hiperdispersas y si no se toman medidas para conservarlas, podrían decaer y generar efectos negativos en su ecosistema.
LL/LL
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