Por: Vianney Martínez Pérez
Tecolotlán, Jalisco. 10 de noviembre de 2022.-(Letra Fría).- La Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) 2022 está por comenzar, y con esta una serie de actividades que involucra a los jóvenes. Como parte del programa de actividades, la escritora Catalina Murillo se presentará en la Escuela Preparatoria Regional de Tecolotlán en el marco de los encuentros «Ecos de la FIL».
A fin de motivar e inculcar el hábito de la lectura entre los adolescentes, «Ecos de la FIL» abre el espacio para que los estudiantes que cursan el nivel medio superior en el estado de Jalisco, establezcan un diálogo con un o una escritora reconocida por la academia.
Así es como, el próximo jueves 1 de diciembre, la también periodista costarricense, Catalina Murillo, conocerá a los jóvenes tecolotlenses para conversar acerca de sus obras, su trayectoria profesional, y, responder dudas de su carrera como escritora.
La cita es en punto de las 12:00 horas; el evento tendrá una duración de hora y media.
No es la primera vez que la preparatoria de Tecolotlán recibe a autores internacionales. En 2018, la escritora ecuatoriana, María Fernanda Ampuero conoció a los estudiantes; y también, en 2021, el periodista colombiano, Juan Gabriel Vásquez.
¿Quién es Catalina Murillo?
Catalina Murillo es una de las escritoras invitadas a participar en Ecos de la FIL, extensión de la feria del libro más importante de Iberoamérica.
En la página oficial de la FIL, Catalina Murillo es presentada brevemente en unos párrafos para los lectores:
Nació en Costa Rica, en 1970. Toda su infancia y adolescencia estudió en el Liceo Franco, cantando “La Marsellesa” bajo el sol tropical. En la universidad entró a comunicación, porque no sabía qué hacer con “ese gran talento”, del que tampoco había constancia alguna. Sin buscarlo, ganó una beca para estudiar guion en la Escuela Internacional de Cine, de Cuba. Y al fin sucedió: cuajó su vocación de cuentahistorias. A su regreso de la isla, publicó Largo domingo cubano, donde confluyen la escritora y la periodista.
Con 28 años, emigró a Madrid, donde trabajó como guionista de teleseries y cine. Por esa época, terminó y publicó su primera novela, Marzo todopoderoso, libro que quienes no lo amaron, lo odiaron, pero que no dejó indiferente a nadie. Su vocación se ha desempeñado en muchos terrenos: artículos, conferencias, piezas de teatro, y su gran pasión: la docencia. Desde esa época es profesora de los Talleres Fuentetaja (Madrid), de guion y narrativa.
Como si cada siete años hubiera que salir huyendo, en 2005 se fue a internar en las montañas de Galicia, en busca del espacio/tiempo para dedicarse a su llamado más tenaz: la narrativa. Metida en el monte ganó una ayuda para la escritura del largometraje Maybe Managua, guion que se escribió y que aún no se ha rodado. En ese periodo se trasladó unos meses a M…, el pueblo gallego donde entrevistó a una mujer esquizofrénica, la protagonista de Eloísa vertical.
En 2012 regresó a Costa Rica. Incapaz ya de vivir en una ciudad, se instaló a orillas del Caribe. Ahí, frente a un ventilador frenético, fue su época más prolífica. Terminó de pulir y publicar Tiembla, memoria, una novela íntima, y convirtió el guion de Maybe Managua en la novela homónima que terminaría alzándose con el Premio Nacional de Novela 2018. En 2019 escribió y publicó la pieza de teatro Dulcinea Herstoria, estudio en clave de comedia de El Quijote. La obra se montó en el Teatro Nacional de San José. Con Eloísa vertical, publicada por Los Tres Editores, la autora volvió a sus orígenes, afirmó, su escritura primigenia; esa que, con solapado candor, llamamos de no ficción.
Edición: MV
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