Por: Lauro Rodríguez
Autlán, Jalisco. 20 de agosto de 2022.- (Letra Fría) La pérdida de un ser humano es un hecho que marca la vida de sus familiares, pero perder a un hijo y más aún, cuando todavía no nace, hace que la pérdida sea más dolorosa, describió Hiram Ruvalvaba, escritor zapotlense que creó siete crónicas publicadas en el libro «Los Niños del Agua» que presentó ayer en la Casa Universitaria de Autlán, en un evento organizado por el Capítulo Juvenil Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Estadística y Geografía del Estado de Jalisco.
Hiram perdió a su hijo. Este suceso lo marcó y, a pesar de que ya pasaron 10 años, el caminar es difícil en el día a día. Por eso, este libro llegó a arroparlo y, así como a él le ha ayudado a sobrellevar la muerte, espera que a quienes han vivido lo mismo, también puedan sentirse abrazados.
«Yo siempre planteé este libro como un abrazo para otras personas que han pasado por esto. Yo lo escribí como una forma de explicar el dolor que sentí y cómo a pesar de que han pasado más de 10 años, siempre pienso en mi hijo», describió.
El libro está dividido en dos tipos de crónicas. Hay un grupo que están relacionadas entre sí y narran aspectos personales de su vida. Una de ellas, describe la problemática con los agroquímicos en El Mentidero. El resto, tratan de crear un vínculo con Japón, un país en donde la pérdida de un hijo o hija no nacida tiene un gran peso en la cultura.
«Las crónicas pares (…) aparecen sumamente personales, viajes que realicé, aparece mi familia, aparecen mis amigos, aparecen cosas sumamente personales. Las crónicas pares eran más sobre la relación cultural, antropológica y social entre México y Japón».
Este trabajo fue reconocido en 2020 con el Premio Nacional de Crónica Joven «Ricardo Garibay«. Sin embargo, parte de las crónicas comenzaron a ser publicadas en Letra Fría como parte de la colaboración de Hiram Ruvalcaba con este medio.
Alejandro Von Düben, escritor y amigo del autor, detectó la calidad de los textos publicados en Letra Fría por Ruvalcaba, recordó que le pidió dejar de publicarlos de esta manera y compilarlos en un libro para que ganaran un concurso, algo que se concretó.
Ayer, durante la presentación, Von Düben bromeó sobre la posibilidad de quitarle el premio a Hiram Ruvalcaba por no tener la totalidad de las crónicas inéditas al momento de la publicación del libro.
«Conforme me fue compartiendo esto, recuerdo que también te llegué a regañar una vez porque vi que empezaste a compartir en Letra Fría las crónicas, algunas se publicaron. Yo le te dijo ‘no hagas eso, porque esto tiene que ir a concurso. Entonces no debes pensar en publicarlo, que se mantenga inédito porque es muy chingón (…) está el riesgo de que sí empiezas a compartir, ya no puedas concursar’. Lo chido es que no sé bien qué hizo, si hizo trampa, así que si alguien chismear y le quitan el premio, estaría muy chido, sería una anécdota muy interesante».
Al final, Ruvalcaba concluyó afirmando que estos textos deben ser el punto de partida para que las personas que sufren la pérdida de un niño o niña antes de que nazca, que no están solos y pueden tejer redes de apoyo para sobrellevar la pérdida. Incluso, crear rituales como lo hacen en Japón.
