Autlán de Navarro, Jalisco. 28 de febrero de 2023. (Letra Fría).- El maquillaje puede representar más que simplemente añadir color y resaltar formas del rostro. Para la psicóloga Julieta Ponce, el maquillaje es una manera de expresarnos y de ser creativas.
«Para mí, sí creo que es parte del empoderamiento, de que yo tenga esa libertad de expresar toda mi feminidad, toda mi sensualidad, toda esta parte de como soy. Porque cada una nos maquillamos de manera distinta«, explica Julieta.
El maquillaje puede ser terapéutico, en el sentido de que puede brindarle mayor seguridad a quien lo usa y de esta manera aumentar su autoestima.
«Trazando un buen delineado, en combinación de una pestaña linda, te dará cómo resultado unos ojos más grades, más expresivos, más luminosos, por ende tendrás una mirada más conquistadora y de impacto. Eso acompañado de una piel con bronceado sutil te hará lucir más fresca y radiante. Y obviamente no podemos dejar pasar un buen tono de labial dependiendo la temporada, (algo que nunca falla es el tono rojo), todo este conjunto te viene a dar una seguridad y una gran autoestima», explica el maquillista autlense Santiago Palafox.
Pero el maquillaje también ha marcado la historia del empoderamiento y éxito femenino a través del tiempo. Elizabeth Arden le regaló su famoso labial rojo a las sufragistas como símbolo de solidaridad en 1912 y a partir de ese día las activistas adoptaron los labiales rojos como un signo de rebelión, ya que, este color era ideal para escandalizar a los hombres.
«El labial rojo es super icónico, es asociado total y completamente a pasión a sensualidad, atrevimiento, descaro, a esta parte que muchas veces es lo más censurado en las mujeres», explica la experta en salud mental, quien también menciona que utilizar un labial rojo puede interpretarse como una forma de expresar libremente la sexualidad y sensualidad femenina.
«La belleza es poder» solía decir Helena Rubinstein, una de las primeras feministas que enseñó a sus clientas a utilizar productos de belleza como medio de emancipación.
Para Majo, maquillista trans de Villa Purificación, esta profesión significa más que una forma de expresarse, es una lucha por sus sueños.
«Para mí el maquillaje lo es todo, es mi empeño, mi dedicación, mi trabajo y mi triunfo… Vivo en una sociedad que jamás creyó que yo podría llegar a ser alguien «pintando caritas» como así me decían». La maquillista se aferró a su sueño y hoy tiene 12 años desempeñándose en esta profesión y capacitando a quien tiene el ímpetu de crear arte a través del maquillaje.
Ademas del labial rojo, Majo considera que el color rosa también representa bien la feminidad y tiene una parte fundamental en la historia, ya que es uno de los colores integrados en la bandera trans y hace «match» con cualquier tipo de piel.
Edición: MV
