Por: Lourdes Cano Vázquez
Guadalajara, Jalisco. 15 de mayo de 2019. (Letra Fría) Al momento en el que estoy escribiendo, hay en todo el país alrededor de 80 incendios forestales activos, en lo que va de la temporada de abril y mayo (la de más riesgo para los incendios) la cifras superan los 200 incendios.
El combate al fuego ha sido especialmente complicado este año en que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) ha visto recortado en alrededor de 30 por ciento su presupuesto, lo que significa unos mil 200 millones de pesos menos para sus funciones, una de ellas, los incendios forestales.
El daño en hectáreas a nivel federal es monstruoso, y las consecuencias al medio ambiente catastróficas. En ciudades como Guadalajara o Ciudad de México, las alertas de contingencia ambiental tienen a gran parte de la población confinada, la calidad del aire ha llegado a niveles históricamente alarmantes.
Nos estamos asfixiando.
Antes de los recortes presupuestales, se contemplaban programas de trabajo temporal a brigadistas para prevención de incendios forestales; en contraste, el gobierno federal está invirtiendo 10 mil 400 millones de pesos en la industria del carbón, la menos sustentable y la más arcaica de todas las generadoras de energía.
Por otro lado, ni el proyecto del Tren Maya, ni la construcción de la refinería Dos Bocas en Tabasco, cuentan con estudios de impacto ambiental, es decir, son obras prácticamente aprobadas para su construcción, ambas en zona selvática con vegetación y fauna protegida, en las que no se puede garantizar la protección a la naturaleza.
La conclusión es sencilla; nuestro gobierno no tiene absoluto interés en la conservación del medio ambiente, es evidente que no es una de las prioridades del presidente; sus metas son claras: la erradicación de la pobreza y de la corrupción; no es malo ese objetivo, lo malo es que para cuando lo logre, quizás ya nos habremos acabado el planeta a causa de nuestra irresponsabilidad.
Espero angustiosamente que nuestro presidente sepa leer esas señales de humo como alertas de lo grave que es no dar la importancia que merece el tema medioambiental.