Por: Lourdes Cano Vázquez
Guadalajara, Jalisco. 17 de junio de 2022. (Letra Fría) En esta guerra de audios y persecuciones políticas, el 2024 parece lejano pero está a la vuelta de la esquina, el Presidente mismo ha sido quien se encarga de hacerlo el tema porque del presente no hay nada de qué hablar, para AMLO, solo existe el pasado o el futuro y todos ya entramos en su juego.
Era perfectamente previsible que la cacería de brujas que se iba a generar después de desechado el proyecto de Reforma Energética, tendría efectos también de cara a la sucesión presidencial de López Obrador, y sin haber anunciado sus intenciones ya tenemos al primer caído; Alejandro Moreno, que a decir verdad, no sorprendió a nadie con lo revelado por los audios de semanas pasadas, es solo un Priísta actuando como tal.
Pero muy probablemente la embestida contra Moreno es solo el principio de una cadena de eventos que golpeará a cualquier político de oposición que lo permita, esto ya dejó de ser política hace rato para convertirse en un lodazal donde todos están embarrados.
Quiero pensar que la oposición de hoy en día representada por los partidos de siempre, no tiene un estandarte hacia la presidencia porque, cualquier punta de lanza que pueda amenazar la sucesión soñada por el mesías, sería el blanco del odio colectivo del ejército obradorista. Es eso, o pensar que no tienen a nadie que represente un proyecto alternativo hacia 2024, lo cual sería más preocupante.
Mientras tanto las famosas corcholatas del presidente tienen pues el camino libre, hacen campaña, se pasean por el país con recursos públicos, hacen actos de proselitismo a pesar de ser servidores públicos, y se pavonean en eventos públicos al grito de ¡Presidente! ¡Presidenta! Fingiendo sonrojarse con falsa modestia; solo habría que decirles que sí, el 2024 se ve cerca, pero no tan cerca, cuidado, que todo termina por desgastarse.
MA/MA