El conocido estado de Sinaloa por rechazar los matrimonios diversos, y que ve por debajo del hombro a su comunidad, vio nacer a una verdadera estrella de la nueva ola de redes sociales, «La Gilbertona». El motivo “su naturalidad” y decir las palabras sin filtros, jamás fingió nada, se podía notar en su día a día que vivía tranquila, la podiamos ver gozando de mascotas, y de paseos.
Supuestamente su vida mejoró a raíz de su éxito en redes. Aunque a mi me sigue costando trabajo creer que alguien puede convertirse en millonario de la noche a la mañana gracias a un video, pero en fin, esa persona era “La Gilbertona”. Su nombre de pila fue Gilberto Salomón Vázquez y era originario de Tierra Blanca en Culiacán, Sinaloa.
Cuando su imagen comenzó a captar la atención de los internautas, su nombre aparecia como Gilberto El J*** de Tierra Blanca, (nótese cómo en esos lados se usa esa palabra para denigrar a una persona). A mi me late que la intención de grabarle era principalmente por crear burla, porque sus primeras apariciones eran para hacer comentarios agresivos sobre ciertas personas, inclusive mofándose de un chico con síndrome de Down que vivía cerca de Gilbertona.
De repente y así como funcionan las redes, que de un día para otro consigues la fama, pues así les sucedió a este grupo de creadores de contenido. Al parecer son dos personas detrás de la estrella viral del momento, una vez alcanzando nivel de categoría internacional, donde sus videos fueron reproducidos por toda Latinoamerica y Estados Unidos, el siguiente paso era monetizar, y lo supieron lograr.
El éxito en las redes
A partir de ese momento, «La Gilbertona» gozó de las mieles del éxito, que incluyeron viajes, invitaciones a eventos, paseos, comidas en lugares considerados lujosos, una mejor vivienda, un vehículo de reciente modelo para trasladarla.
Mi parte favorita, era cuando le celebraban sus cumpleaños, pues en una ocasión le realizaron una sesión fotográfica muy bonita.
Las redes a su vez hicieron lo propio, censurando la palabra que empieza con J, para referirse a este personaje, de manera que a partir de ahí su nombre ya fue mundialmente conocido como “La Gilbertona”.
Cuántos de nosotros no quisieramos salir a cámara y decir muchas cosas que pensamos y no nos atrevemos por el “qué dirán”, bueno si quieren descubrir cómo es vivir sin filtros, necesitan ver un solo video de esta diva.
Otra cosa en la que no tuvo reparo de explicar con lujo de detalle fue su vida, en la que no todo fue color de rosa, le tocó vivir el rechazo a muy temprana edad. En consecuencia, al no tener oportunidades tomó la salida de dedicarse a la prostitución, de lo cual explica cómo fueron esos años viviendo en una ciudad fronteriza manteniendo esa forma de ingreso.
Su muerte
Nuestra querida «Gilbertona» falleció en Sinaloa a los 88 años de edad, bien vividos, al parecer por problemas respiratorios (no confirmé), solo supe que necesitaba oxigenación.
Lanzó días antes de fallecer, varios videos mentando la madre que aun no se iba, pero que “todo el mundo tiene que morirse”. Su funeral se convirtió en una fiesta, imagino que así le hubiera gustado. Lo más comentado, fueron los costosos ramos de flores que recibió de sus amistades, donde según los internautas tienen un valor de cerca de 50 mil pesos.
Del contenido que ha dejado este entrañable personaje, nos debemos de quedar con algo que considero importante, “no temer” a decir lo que pensamos, ser auténticos, dejar la pose de lado, disfrutar de nuestra vida. Porque cuando contemos con estos objetivos cubiertos, ustedes se darán cuenta que la gente a tu alrededor lo percibe y vives en armonía con todxs.