Como punto número uno quiero señalar que el argumento no es malo, pudo haber funcionado si la idea se hubiera ejecutado mejor, sin embargo creo que la película nos deja con más preguntas que respuestas.
A pesar de que la pandemia por Covid-19 inició hace dos años, el cineasta autlense, Imanol Martínez, nos remonta, a través de una experiencia personal, el comienzo del confinamiento en casa con su obra documental "Jandi y yo".
Sola y atrapada en una sala de aislamiento en un hospital, una joven lastimada debe escapar de dos asesinos despiadados que buscan el único trazo de evidencia que puede implicarlos en un homicidio a sangre fría: ella tiene la bala aún en