Por: Rodolfo González
El Limón Jalisco. 20 de mayo de 2022. -(Letra Fría). Con la participación de decenas colectivos y grupos mujeres, campesinos, huerteras, escuelas primarias, preparatoria, asociación ganadera, centro reproductor de organismos benéficos de El Limón, la Red de Guardianes de Semillas del Occidente de México, el Ayuntamiento Municipal y otras asociaciones más, se llevó acabo los días 13, 14 y 15 de mayo el 3er Festival de las Frutas y las Semillas Nativas en el municipio agroecológico de El Limón, Jalisco.
En dicho festival se pudo apreciar la diversidad de semillas nativas que existen aún en el municipio y en la región. También fue lugar para exponer, vender e intercambiar productos agroecológicos libres de pesticidas, poner en práctica la economía solidaria y el fortalecimiento de los circuitos cortos de comercialización.
También hubo talleres prácticos para la reproducción, siembra y trasplante de plántulas en los huertos, así como pruebas de germinación, viabilidad y pureza de las semillas nativas. Otro taller, compartido por la Preparatoria de El Limón fue el de preparación de sustrato para charolas de germinación, así como una exposición sobre botánica, taxonomía y usos culturales de plantas medicinales. Se contó además con talleres culturales como el taller de danza prehispánica y de cuentacuentos. Y un taller que llamó mucho la atención a las niñas y los niños, fue el taller de elaboración de papel reciclado y también el de corte de botellas de vidrio.
El evento tuvo lugar en el Jardín principal de El Limón, municipio declarado agroecológico el 1 de mayo del año pasado, debido a la crisis de salud ambiental y social por el uso de pesticidas en la agricultura que ocurre en la región. El Limón, está haciendo un cambio en la forma de producir alimentos y esta adoptando las prácticas agroecológicas como una política pública. En su declaratoria puede leerse 10 clausulas que destacan el cuidado del medio ambiente, la defensa de las semillas y de la agricultura libre de agroquímicos, el fortalecimiento de los huertos escolares y comunitarios, el cuidado del agua en sentido de comunidad, el fomento a la ganadería regenerativa con sistemas silvopastoriles, el fortalecimiento de los procesos agroecológicos locales, el cese en el uso de herbicidas en los espacios públicos y/o de exposición directa en lugares donde halla niñas y niños entre otras, así como el establecimiento de parcelas demostrativas y centros de producción de biofertilizantes.
Una de las actividades que demarca la declaratoria es contar periódicamente con eventos que promuevan la conciencia ambiental y el rescate de una forma de hacer agricultura con insumos y herramientas propias. Así, el Festival de las Frutas y las Semillas Nativas, es una de las acciones que se llevan acabo para dar a conocer los avances del municipio y de los grupos existentes. Allí se intercambian experiencias, saberes, semillas y se tejen relaciones con colectivos de la región, del estado y de otros estados que están avanzando con buenos resultados en las prácticas agroecológicas de autosuficiencia alimentaria, de autonomía campesina.
Como parte del programa del festival se realizaron dos foros de exposición de temas importantes, uno de ellos fue los retos y desafíos del Municipio Agroecológico, donde mujeres integrantes de huertos, directoras de primarias, representantes de colectivos, de la ganadera local y del ayuntamiento expusieron sus sentires sobre por dónde transitar la agroecología en el municipio y cuáles son los desafíos ante una realidad donde la expansión de la agroindustria parece no dar tregua y el envenenamiento de la gente, del agua y del suelo continúa por la excesiva aplicación de pesticidas.
Un segundo foro fue la presentación de un proyecto de reconfiguración agroecológica donde investigadores del CIESAS-UDG narraron sobre que trata el proyecto, dándo esperanza de que alimentarnos de comida sin pesticidas es una excelente alternativa para combatir el daño ocasionado en la sociedad por los plaguicidas. Finalmente en el foro se habló de la calidad del aire y del agua en el valle así como de los huertos como herramienta pedagógica y sus beneficios psicoemocionales en los niños y niñas
En el festival también hubo espacio para eventos culturales como música tradicional, rondalla, presentación de cortometraje, música jarocha y latinoamericana. Por otro lado, se realizó un recorrido agroecológico visitando algunas experiencias destacabas en la transformación y comercialización de maíz, de ganadería sustentable y huertos agroecológicos de policultivos libres de pesticidas.
En esta tercera edición del festival, queda ya como un precedente y referente en la región El Limón como un municipio que está haciendo frente a los desafíos de nuestro tiempo con acciones concretas. Ante el escenario actual de crisis climática, económica, de salud y crisis alimentaria, el Festival de las Frutas y las Semillas Nativas pone un cimiento para la reconfiguración agroecológica del modelo de sociedad de consumo donde vivimos.
Intercambiar semillas y frutas nativas, fortalecer los sistemas alimentarios locales, producir con prácticas agroecológicas como abonos orgánicos y biofertilizantes, diversificar los traspatios, hacer huertos escolares, familiares y/o comunitarios, rescatar los tianguis con trueque y productos locales de temporada, defender y fortalecer la soberanía alimentaria y hacer del trabajo colectivo una fiesta son tan sólo algunas acciones que cada municipio puede ir gestionando y fortaleciendo para resarcir el drástico daño medioambiental que padece la región.
Urge regresar la mirada al campo y a la gente que sabe producir alimentos, no mercancías. Con la gente que resguarda saberes locales y saben cuidar la tierra, el agua y la biodiversidad. Con la gente que comparte con alegría sus semillas para que nazcan en otros lugares, con la gente que sabe integrar a la familia, a las niñas y los niños en las actividades agropecuarias y de recolección, con la gente que valora y defiende la vida silvestre. Con la gente que, sencillamente, mantiene la cultura y la identidad campesina y quienes son los que verdaderamente dan de comer a la región conservando la biodiversidad y la memoria biocultural.
Esa gente estuvo reunida en el Festival de El Limón. Ojalá pronto otros municipios pueda generar espacios parecidos que promuevan la fiesta comunitaria con propuestas alternativas de vida que rompen los paradigmas del mercado y, en cambio, plantean desde la humanidad la defensa de lo colectivo desde agricultura sin agroquímicos y sin agroindustria.
AC/GM
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