Esta semana, Oscar Cárdenas nos recuerda uno de los hallazgos científicos con mayor trascendencia ocurrido el año pasado: la primera fotografía tomada a un agujero negro.
Por: Oscar Cárdenas Hernández
Autlán de Navarro, Jalisco. 14 de enero de 2020. (Letra Fría) Durante el año 2019 varios descubrimientos científicos nos permitieron conocer aún más nuestro universo, brindándonos nueva información sobre procesos y eventos de los que teníamos poco conocimiento, así como el entendimiento de procesos sobre los que existían dudas e incertidumbres.
Una de las imágenes más impactantes obtenidas el año pasado fue la primera imagen del horizonte de sucesos (event horizon) que rodea a un agujero negro (Figura 1). Las imágenes, de una estructura brillante en forma de anillo, muestran el agujero negro supermasivo en el centro de la galaxia M87, que está a unos 16 megaparsecs (55 millones de años luz) de distancia y que tiene 6,500 millones de veces la masa del Sol. Las imágenes revelan, con el mayor detalle nunca obtenido, el horizonte de sucesos que rodea al agujero negro, es decir, la superficie más allá de la cual la gravedad es tan fuerte que nada que lo atraviese, incluso la luz, puede volver a salir.
Pero… ¿Qué es un agujero negro? De acuerdo con el portal NASA TV (https://www.nasa.gov), los agujeros negros son aquellos lugares en el espacio donde la gravedad es tan fuerte que incluso la luz no puede salir. Esto se debe a que la materia se comprime en un espacio muy pequeño con una concentración de masa lo suficientemente elevada y densa como para generar un campo gravitatorio tal que ninguna partícula material puede escapar de él.
Como la luz no puede salir, no es posible ver los agujeros negros como lo haríamos normalmente para observar un planeta con un telescopio óptico. Es decir, son invisibles a simple vista. Los agujeros negros sólo se pueden “observar” con telescopios que tienen herramientas especiales. Estas herramientas pueden detectar cómo las estrellas que están muy cerca de los agujeros negros actúan de manera diferente a otras estrellas.
Para la primera imagen de un agujero negro los científicos de varios países unieron sus esfuerzos conectando siete radio-observatorios alrededor del mundo para crear un gran “telescopio” del tamaño de la Tierra (Figura 2), cuyo resultado fue una imagen de la silueta redonda de un agujero negro contra el fondo en forma de anillo de su brillante disco de acreción, el gas y otro material atraído por el voraz apetito gravitacional del agujero negro.
Al agujero negro se le dio el nombre de “Powehi”, un término hawaiano que significa “fuente oscura embellecida de creación interminable” por su tamaño, ya que su masa es casi siete mil millones de veces la del Sol y su radio de 20 mil millones de kilómetros, más de 130 veces la distancia entre la Tierra y el Sol. La importancia de este hallazgo es que demuestra que la colaboración científica permite lograr estos avances de gran magnitud.
¡Nos leemos en la próxima entrega!
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LL/LL
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