Esta semana, David Chávez Camacho hace una fuerte crítica a las labores del gobierno de Autlán durante el 2019 y augura un pobre desempeño para el 2020.
Por: David Chávez Camacho
Aultán de Navarro, Jalisco. 6 de enero de 2020. (Letra Fría) El presidente municipal de Autlán, quien cree que el municipio es un festival navideño, publicó un mensaje decembrino por redes sociales. Si Santa Claus fuese director de Medio Ambiente o de Aseo Público, la cartita “feisbuquera” de Miguel Ángel Íñiguez serviría de algo. Pero el presidente no se portó bien durante 2019, así que nada le traerá para 2020.
El mensaje de Íñiguez Brambila es típico, reproduce las obviedades de quien no cumple y argumenta excusas extemporáneas con eufemismos tramposos, para intentar justificarse. Analicemos: “Terminamos el 2019, un año de bastantes retos, pero con un propósito de trabajo a tres años para nuestro querido Autlán”.
Dice “un año de bastantes retos”, donde debió decir “un año de bastantes errores”. Y luego, la predecible argucia discursiva: “con un propósito de trabajo a tres años”, como si el año perdido no fuese parte del trienio, y como si dijera: señoras y señores, ya les corté las piernas, pero yo trabajo para todo el cuerpo.
Argumenta carencia de recursos, como si todos los demás municipios tuvieran abundancia presupuestal y no fuesen capaces ni siquiera de colectar la basura. Enseguida, la falacia se completa: “Ténganme confianza, vamos por buen camino; demostraremos con hechos que se puede gobernar para los ciudadanos, no para la foto y los aplausos”.
¿Cómo se puede tener confianza en quien cree que convertir a Autlán en un basurero y en un municipio sin obra pública ni agua potable significa ir por buen camino? Y agrega: “…demostraremos con hechos que se puede gobernar para los ciudadanos, no para la foto y los aplausos”. Por supuesto, se puede, pero el presidente municipal ha demostrado no poder.
La cereza en el pastel es la frase siguiente: “En este 2020 vamos a gestionar las obras que han estado completamente abandonadas…”. Presidente, más nos vale a todas y todos los autlenses que por lo menos lo intente, en especial porque“este 2020”es el único 2020, no habrá otro, como ya no habrá otro 2019. Y sí, las obras han estado completamente abandonadas, lo que descrito incluso por usted resulta realmente patético.
Miguel Ángel Íñiguez cree que los problemas de Autlán se resolverán con festivales. Sin embargo, el único que le ha resultado exitoso es el Festival de la Basura. Por lo que respecta al Carnaval, es evidente que se debe revisar si aún es fiel a su vocación tradicional, pues se corre el riesgo de que se degrade tan sólo en borrachera callejera colectiva a ritmo de música de banda, abandonando su valía cultural, artística y comunitaria.
La cabecera municipal enfrenta problemas urbanísticos serios y sufre de problemas ambientales graves; sin embargo, el ayudante ineficaz de Santa Claus no puede siquiera coordinar con eficiencia la recolección de la basura, ni gestionar –ya no digamos realizar- las obras públicas básicas.
El plan municipal no puede ser un acto de fe, lo que él llama confianza. El presente es el anuncio del futuro, y no se ve nada bien. Lamentamos que el tiempo perdido, más que un año ya, no tiene repetición. Por lo demás, los dos años próximos serán más cortos, cada vez más electoreros que gubernamentales. Una ilusión, aún más fantasiosa que un festival navideño, rondará por la cabeza del presidente municipal: reelegirse. Entonces, asumirá lo que hoy dice haber rechazado, gobernar para la foto y los aplausos. En su caso, gobernar para los ciudadanos es algo que no ha ocurrido y que por lo visto nunca ocurrirá.
LL/LL
*Se autoriza su reproducción siempre y cuando se cite claramente al autor y la fuente. Se prohíbe su reproducción si es con fines comerciales.