Por: Pie de Página | Alianza De Medios
Ciudad de México. 14 de agosto de 2022 (Letra Fría).- Su nombre, en lengua wixárika, es Utlama. Significa la señalada o la marcada por las deidades.
“Así me gustaría iniciar esta plática” dice Claudia Morales Reza. “Porque en la cosmovisión wixárika nos queda muy claro que cada wixaritari que llega al mundo llega con una misión”.
La nueva presidenta del Consejo Nacional para Prevenirla Discriminación (Conapred) es hija única. Su padre, ya fallecido, nació en una comunidad wixárika de Nayarit, y su madre en una comunidad wixárika de Jalisco Ella se asume del pueblo wixárika, sin diferencias entre un estado y otro. Pero esa combinación, de una madre guardiana de tradiciones y un padre “de costumbres más occidentales” le ayudó a ser educada en actividades para hombres y mujeres.
“Nunca diferenciaron. Siempre me enseñaron que podía realizar cualquier actividad y que siempre había una forma de salir adelante”, dice, en una charla con Pie de Página. Luego concluye:
Creo que la fortaleza de quien soy emana de la cosmovisión de mis usos y costumbres del pueblo wixárica”.
Aunque nació en Mictlan del Río, una comunidad no indígena de Nayarit a donde su papá había conseguido trabajo, ella considera su hogar el pueblo de su madre, en el que vivió desde los 9 años: San Andrés Cohamiata TayeiKie, en Mezquitic, en Jalisco.
“Quienes vivimos ahí le llamamos la capital de la cultura wixárika”, dice con una sonrisa. “Su nombre significa la morada de la madre tierra, porque año con año, en diferentes ceremonias, recibimos a hermanas y hermanos wixaritari y también tepehuanas y coras que van a ofrendar a los lugares sagrados. Está en la sierra madre occidental, en una meseta, la vegetación… ¡ay, hasta siento que el aire me llegó hasta acá! Es una vegetación de pinos y robles, hace mucho viento, el clima es cálido-frío, porque puedes tener calor y te poner en la sombrita y quieres abrigarte, porque es un aire muy fresco”
El pueblo wixárika asentado en Jalisco tiene sus territorios, pero muchos de sus pobladores se desplazaron durante la guerra cristera hacia los estados de Durango, Nayarit y Zacatecas.
“Somos un pueblo muy grande. Y con certeza lo digo: somos uno de los pueblos que mantienen sus usos y costumbres, por ejemplo, como me ven ahorita es como nos vestimos en nuestras comunidades. no es un traje típico, es nuestra forma de vivir. También somos hablantes de la lengua wixárika. Un 70 por ciento también domina la lengua española, no con toda la complejidad que ésta significa, pero si puede mantener una conversación”.
“Quienes trabajan la técnica en estambre y enchaquirado narran pasajes de la cosmovisión del pueblo wixárika, desde la creación del mundo, la concepción que tenemos de la vida, la relación tan estrecha con la tierra, y los recursos naturales, que para nosotros son nuestras deidades. Algo muy importantes es que todavía tenemos esta comunicación ancestral que no puedo explicar cómo, pero la tenemos, porque es el Marakame en su canto, quien se comunica en este otro universo para consultar nuestro caminar en la vida”.