Entre septiembre y octubre de 1943 se celebró en la parroquia del Divino Salvador de Autlán un Congreso Eucarístico Mariano Interparroquial, organizado por el clero local a manera de celebración por el aniversario 400 del establecimiento de frailes franciscanos en este lugar, considerado este hecho como la fundación de Autlán.
Al Congreso acudieron sacerdotes y fieles de las cinco parroquias que conformaban la vicaría foránea de Autlán, de la diócesis de Colima: Autlán, Ejutla, El Grullo, Tonaya y la recién erigida de El Limón; también estuvieron presentes el arzobispo de Guadalajara, José Garibi Rivera, y el de México, Luis María Martínez, entre otros obispos, párrocos y sacerdotes.
En el Archivo de la parroquia se conserva una crónica escrita de puño y letra del párroco de Autlán, Mariano de Jesús Ahumada, en la que se dan todos los pormenores de este Congreso.
Gracias a ella podemos saber que el antecedente de esta reunión fue un Congreso Eucarístico celebrado en 1941 en San Gabriel, parroquia entonces perteneciente al arzobispado de Guadalajara; el entonces obispo coadjutor de Colima, Ignacio de Alba Hernández, le habría comentado en octubre de ese año al padre Ahumada la intención de celebrar congresos similares en su diócesis y que el primero de ellos fuera en Autlán.
Al año siguiente, sin haber realizado aún alguna gestión para organizar semejante actividad, el doctor Rubén Villaseñor Bordes, entonces ya reconocido historiador, le recordó al párroco Ahumada que en 1943 se cumplirían 400 años “de la fundación de Autlán”, es decir, del establecimiento aquí de los franciscanos, basándose en la crónica de fray Antonio Tello.
Este dato fue el detonante para que la parroquia autlense emprendiera los trabajos de organización y convocatoria al Congreso, que sería la segunda actividad que reuniera aquí a delegados y expositores procedentes de regiones lejanas, después de la Feria Pro Autlán, de 1935.
Las fechas para celebrarlo se eligieron para que coincidieran con la fiesta patronal de Autlán: el 28 de septiembre se señaló como día preparatorio y las actividades del Congreso abarcarían del 29 de septiembre al 3 de octubre, primer domingo del mes; cada día estaría dedicado a una de las cinco parroquias de la vicaría foránea de Autlán: Tonaya, El Limón, El Grullo, Ejutla y Autlán, en ese orden. A cada jornada asistieron sacerdotes y fieles de la parroquia correspondiente, quienes participaban activamente en los trabajos del día.
Organización del Congreso Eucarístico
Para organizar el Congreso se instaló un Comité Directivo, integrado por el arzobispo José Garibi Rivera como presidente honorario; el obispo de Colima, José Amador Velasco, presidente del Comité Episcopal; el presidente efectivo fue el obispo coadjutor Ignacio de Alba, secretario el canónigo José A. Carrillo y tesorero el párroco Ahumada.
Como vocales fueron designados los canónigos Enrique de Jesús Ochoa, Manuel C. Silva (quien fuera profesor en el Instituto del Sagrado Corazón en Autlán, donde coincidió con Paulino Navarro en la juventud de éste) y los presbíteros Luis Gallardo y Francisco Rueda.
Este comité trabajó en colaboración con un Comité Autlense Pro IV Centenario, de carácter laico, que se había conformado para organizar las celebraciones del aniversario de Autlán. Éste se conformó con el párroco Mariano Ahumada como presidente honorario, el doctor Rubén Villaseñor Bordes como presidente efectivo, Luis Michel Castrejón como vicepresidente, Vidal Araiza como secretario de actas, Manuel Ascencio como secretario de propaganda y el empresario Javier Valencia (fundador del Casino Autlense) como secretario del Exterior. Como tesorero fue designado Francisco Rojas y como vocales Flavio Fierro, Manuel Rodríguez, Gumersindo Alatorre (el padre del filólogo Antonio), Alfonso Pelayo y Francisco Meda.
Las actividades
Durante estos días hubo dos programas paralelos, uno religioso que incluía exposición del Santísimo, misas y rezo del rosario, aderezados con los cantos religiosos ejecutados por el coro dirigido por el presbítero Manuel de Jesús Aréchiga, profesor de la Escuela de Música Sacra de Guadalajara y originario de Juchitlán.
Entre los sacerdotes que celebraron la eucaristía en distintos momentos estuvieron los arzobispos de Guadalajara y de México, y el obispo de Papantla, Nicolás Corona (nacido en Ahuacapán). El arzobispo de México, Luis María Martínez, encabezó la procesión que se realizó el último día del Congreso, que recorrió el interior de la parroquia y el jardín arbolado que estaba donde ahora es el pequeño atrio.
El otro programa fue de carácter académico: el primer día el licenciado Víctor González Luna dictó la conferencia “Un templo ha sido el centro en torno del cual se han formado los pueblos de nuestra Patria” y el doctor Rubén Villaseñor otra, titulada “La acción franciscana en nuestra Patria”; el cuarto día el abogado Efraín González Luna impartió la conferencia “La acción civilizadora de la Iglesia mediante las misiones” y el sacerdote Manuel C. Silva hizo lo propio con el tema “La Divina Eucaristía y los problemas sociales”.
Esto, entre otras conferencias que se dictaron en las distintas jornadas; todo se realizó en las instalaciones de la parroquia.
Actividades artísticas
Hubo también actividades artísticas, organizadas por el Comité del IV Centenario, con audiciones y serenatas de la Banda de Música del Estado, una velada literario musical, con orquesta, cuadros plásticos y piezas oratorias a cargo de Efraín González Luna y Jaime Llamas, además de una participación, fuera de programa, el coro de la Escuela Superior Diocesana de Música Sagrada, de Guadalajara.
En la casa del señor Felipe Castañeda, por la calle de Guillermo Prieto, se ofreció a los visitantes un banquete, en el que el arzobispo de México dio un discurso lleno de elogios para Autlán.
Entre los asistentes, además de los personajes ya mencionados antes, estuvieron el administrador apostólico de la diócesis de Monterrey y ex obispo de ese lugar, José Guadalupe Ortiz; Manuel Llerena, obispo de Huejutla; Salvador Martínez Silva, obispo titular de Jasso y auxiliar de Zamora, además de los sacerdotes de todas las parroquias de la foranía de Autlán y de las cercanías.
Con este Congreso Eucarístico y el Congreso Nacional Mutualista que se celebraría en 1944, se confirmaba a Autlán como una ciudad apta para organizar actividades de alcance nacional, a la que podían venir personas de cualquier parte del país gracias a la reciente apertura de la carretera a Guadalajara. Por otro lado, sembró en la memoria colectiva la idea de que la fundación de Autlán ocurrió con el asentamiento de los franciscanos, dejando fuera de su historia todos los momentos anteriores a 1543 que se encuentran documentados.
Autlán estaba abriéndose al mundo, mostrando la vitalidad y capacidad de organización de sus habitantes.
Fuentes: Ahumada, Mariano de Jesús. “Congreso Eucarístico Mariano Interparroquial”. Archivo de la parroquia del Divino Salvador de Autlán, libro de gobierno no. 6, F 131 bis a 132. 4 de octubre de 1943.
Excelente artículo, como todos los que elabora nuestro Cronista Municipal!