Por: Vianney Martínez Pérez
Cihuatlán, Jalisco– Las más de 100 especies que habitan en la Laguna de los Otates, mejor conocida como Laguna El Tule, están en peligro de desaparecer: el cuerpo de agua es desecado paulatinamente por particulares. Esta situación (sumada a la problemática de contaminación por aguas negras) preocupa a la comunidad de Bahía de Navidad, puesto que al secarse este vaso lacustre, se desencadenaría el ecocidio y por ende, la extinción de plantas y animales endémicos.
Ante este daño ambiental, vecinos se organizaron y hace dos semanas presentaron una denuncia ante la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA). En el escrito, los denunciantes describen a la PROFEPA los hechos históricos de la laguna, muestran evidencias del vaciado del cuerpo de agua y solicitan «algún estudio de impacto ambiental o los permisos requeridos por las autoridades competentes», que ampare las autorizaciones para llevar a cabo dichos vaciados.
Ante esta denuncia la PROFEPA ha sido dilatoria. De acuerdo con los testigos (que fueron entrevistados por esta redacción y a quienes se les garantizó la protección de su identidad por cuestiones de seguridad) la dependencia federal les solicitó reenviar la solicitud, elaborada el pasado 28 de marzo.
«Nos preocupa, porque muchas de las inundaciones que se dan aquí es a causa de que vacían las lagunas, en temporada de huracanes esto se vuelve un caos. Nos gustaría que se tomarán acciones para concientizar y respetar a nuestros recursos naturales», dijo un testigo a Letra Fría.
En caso de que la PROFEPA no demuestre un estudio o permiso que indique la autorización del vaciado de la Laguna El Tule, se violaría el artículo 420 bis del Código Penal Federal, en donde se estipula que "es un delito contra el ambiente y la gestión ambiental el dañar, disecar o rellenar humedales, manglares, lagunas, esteros o pantanos; se impondrá pena de dos a diez años de prisión y hasta 3 mil días de multa".
Mientras la PROFEPA atiende esta denuncia en tiempo y forma, las horas transcurren y con éstas, el vaciado de la Laguna El Tule.
Vaciado de la Laguna del Tule afecta a especies endémicas, amenazadas y bajo protección especial
En El Tule, permanecen 125 especies, de las cuales algunas son endémicas, como el enmascarado, el vireo dorado y el mirlo dorso rufo; además; hay otras cuantas que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) clasifica como «especies amenazadas», siguiendo la NOM-059-SEMARNAT, así como grupos de ecosistemas que están sujetos bajo «protección especial».
De acuerdo con datos históricos, la Laguna de los Otates sirvió a los colonos y conquistadores del territorio mesoamericano, especialmente para provisionar las embarcaciones. Ahora, luego de siglos, El Tule continúa al servicio de la humanidad, llegando a tal punto de amenazar con su completa desaparición.
En 2018, para esta redacción, el investigador del Departamento para el Desarrollo de Zonas Costeras del Centro Universitario de la Costa Sur (CucSur), Francisco de Asís Silva Bátiz, adelantó que la contaminación por residuos sólidos, agroquímicos y aguas residuales esfumarían en quince años a la Laguna de El Tule, de los cuales ya quedan 10 años.
Sin embargo, la hipótesis de Asís podría ser refutada con el palpable vacío de la laguna.
Desde comienzos del 2023, el cuerpo hídrico comenzó a ser drenado hacia la superficie del mar, con el propósito de arrancar con construcciones y edificaciones en la zona.
En cuanto a su función social, la Laguna El Tule impulsa la economía local, siendo el lago de agua salada un espacio que permite la pesca y las prácticas ecoturísticas.
Estas actividades y servicios ambientales están en alto riesgo de desaparecer.
Edición: CAC
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