Por: Roberto Suárez-Archundia
Autlán de Navarro, Jalisco. 01 de mayo de 2022. (Letra Fría) A nada de haber terminado el mes de abril es importante resaltar lo positivo que este nos ha dejado en materia de derechos humanos y diversidad sexual. Si bien falta mucho por hacer, no podemos dejar de lado las batallas ganadas, ya que estás nos brindan esperanza y ánimos para seguir en la contienda.
A inicios del mes de abril, específicamente el día 7, una de las problemáticas más grandes dentro del Estado fue resulta por el Congreso de Jalisco, realizando una jornada histórica en favor de la diversidad sexual y sus derechos.
Con 32 votos a favor y 5 en contra, la modificación del Código Penal especifica una multa de hasta 28 mil 866 pesos mexicanos, a quienes obliguen a asistir a las llamadas “terapias” de conversión, mejor conocidas dentro de la comunidad LGBT+, como ECOSIG.
Cabe resaltar que la propuesta original para sancionar estas prácticas consideraba cárcel de 1 a 3 años a quienes promoviera, financiara y aplicara las terapias de conversión, considerando al personal de salud involucrado, pero de última instancia dicha propuesta fue modificada a la actual.
Pero, ¿qué son los ECOSIG?, según el diario argentino Infobae, estos son “Esfuerzos para Corregir / reprimir la Orientación Sexual y la Identidad de Género”, los cuales por desgracia operan en nuestro país y Jalisco no es la excepción.
Regularmente dirigidos por estafadores, líderes religiosos, organizaciones de ultraderecha e inclusive consultorios psicológicos de dudosa reputación y nula ética profesional. En estos espacios se acosan, amenazan, humillan y agreden a personas del colectivo LGBT+, utilizando herramientas y “tratamientos” barbáricos, tales como exorcismos, electroshocks o las llamadas violaciones correctivas, creando auténticos centros de violaciones a los derechos humanos teniendo consecuencias físicas, psicológicas y emocionales.
Sin lugar a dudas la sanción económica aplicada por el Congreso del Estado a este tipo de prácticas es un avance en la búsqueda de la dignidad y derechos para la diversidad sexual, no obstante, no podemos perder de vista que es necesario la sanción penal ya que ampliar las consecuencias legales de estas actividades valida la gravedad de los llamados ECOSIG.
Como sociedad no podemos dejar de lado algo tan preocupante como las terapias de conversión, que sin utilizar ningún eufemismo son lo que son, espacios violentos, denigrantes, humillantes, ofensivos, inhumanos y que desde luego agraden 24/7, los derechos humanos que se supone, debemos de velar por ellos.
Es casi fantasioso creer que este tipo de actividades se realicen en pleno 2022, en realidad parecieran prácticas del siglo XV. Destacando que ni si quiera tiene fundamente científico o médico, ya que, de hecho, desde 1990 la homosexualidad fue retirada de la lista de enfermedades psiquiátricas, por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por ahora ganó la diversidad sexual, queda mucho por hacer, queda más por perfeccionar, pero abril llegó como un mes de esperanza y tranquilidad para muchas personas LGBT+, tal vez próximamente podamos voltear y ver una sociedad más justa, más empática, con más sentido humano. Y con estás prácticas solo guardadas en el archivo histórico de Jalisco y México. Así que en efecto. ¡No hay nada que curar!
MA/MA
