Investigación: *Pérdida del patrimonio histórico edificado de Autlán*
“Si una persona no entiende qué significa el patrimonio cultural arquitectónico de un pueblo, poco le va a importar lo que tenga o lo que ve enfrente, mientras no se entienda y no se comprenda eso, no va a fructificar”, señala el Doctor Nabor de Niz Domínguez, miembro del Capítulo Costa Sur de la BSGEEJ.
Por: Mayra Vargas
Autlán de Navarro, Jalisco. 19 de marzo de 2018. (Letra Fría).- “Cuando yo llegué a vivir en Autlán en 1960, era más tranquilo, desde luego; antes había nada más siete carros, cuatro eran taxis y tres eran de particulares, entonces podías andar por media calle sin problemas, a cualquier hora del día”
recuerda el Doctor Nabor de Niz Domínguez, miembro del Capítulo Costa Sur de la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco (BSGEEJ), en entrevista sobre el tema de pérdida del patrimonio histórico edificado en Autlán.
En ese entonces, además, no había luz eléctrica, existía una planta que daba alumbrado público y a las personas se les permitía tener un foco por casa. De acuerdo con de Niz Domínguez, dicha planta encendía a las siete de la tarde y se apagaba a las once de la noche.
La importancia del municipio de Autlán y su patrimonio histórico, radica desde mucho antes de 1960, para ser específico, desde la época prehispánica, pues el municipio ha sido articulador de la región desde entonces:
Esa importancia no la perdió nunca, al grado de cuando los españoles trataron de establecer una villa española, que es Purificación, para estructurar geopolíticamente hablando de ese territorio, fue Autlán la que cobró mayor importancia y Purificación pasó al segundo plano,
enfatizó el historiador Aristarco Regalado, quien ha trabajado e indagado de cerca los antecedentes históricos de los municipios de la Costa Sur de Jalisco.
El crecimiento de un pueblo
El Cronista Honorario, Guillermo Tovar Vázquez, explicó que el municipio ha crecido mucho a través de los años, pues el núcleo original era considerado desde la cuadra de la parroquia del Divino Salvador y el barrio de Las Montañas, a partir de ahí todo se ha expandido:
Desde ese núcleo ha ido creciendo, eso era lo original y hablamos del siglo XVI, ya a mediados del siglo XX todavía era un núcleo pequeño, sus límites eran el barrio del Coajinque, con la escuela Francisca García Mancilla, la calle Manuel Doblado y Santos Degollado, eso era la orilla del pueblo a mediados del siglo XX, narró el Cronista.
En 1960 el municipio era habitado por 27 mil 005 personas de acuerdo con el VIII Censo General de Población 1960, del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Hasta el 2015, año del último censo, se tiene el registro de que en Autlán viven 60 mil 572 personas.
Tovar Vázquez mencionó, que entre los años 1920-1930, se empezó a poblar la calle Juan Valdivia, que era un callejón y que los límites se han ampliado hasta más del doble:
Se empezó a poblar toda esa parte y también la zona alrededor de la prepa. Hacia el oriente era la calle Corregidora y era el límite, salías la calle y ya no estabas en Autlán, ya era el campo. Y ahora se han ampliado los límites al doble o más del doble, describió.
De Niz Domíguez recordó, que a principios de 1940 ya se había abierto el camino de terracería hacia Guadalajara y también empezó la construcción de la carretera hacia la Costa:
Todos esos diez años desde 1940, era de construcción y estuvo de terracería hasta los años 70, pero ya había comunicación, entonces había camiones de carga, había carros particulares, taxis, algunas personas pudientes ya tenían carro particular.
“A la gente no le importa preservar”.
El Director de Desarrollo Urbano, en el Municipio de Autlán de Navarro, Pedro César Mejía Sánchez aseguró que a la gente no le importa preservar, porque no hay un incentivo de los gobiernos para el mantenimiento de sus fincas:
Pero eso no es algo exclusivo en el municipio de Autlán, incluso lo vemos en el centro de Guadalajara, tantas fincas abandonadas porque no pagan predial, nada de eso, no impuestos, pero a la vez no los pueden intervenir porque hay normas para intervenir, las que pone Secretaría de Cultura y ese procedimiento la gente no lo quiere hacer, ni respetar, dijo.
En entrevista, Mejía Sánchez consideró que la existencia de un incentivo económico, podría ser parte de la solución a la falta de interés por preservar el patrimonio edificado.
Por su parte el Doctor Nabor de Niz Domínguez estimó que hacen falta prácticas que incentiven la cultura de la preservación y la importancia de ello. Recordó como ejemplo, a las personas que tuvieron a María Mares como maestra, quien tenía la costumbre de sacar a los alumnos a dar un recorrido por determinadas calles, donde les decía de quién era cada casa, en qué año fue construida y de quién había sido antes. Instruyó a sus alumnos sobre los personajes ilustres del municipio.
Sería muy bonito que se pudiera concientizar a la gente, pero para eso se ocupa cultura, porque si una persona no entiende qué significa el patrimonio cultural arquitectónico de un pueblo, poco le va a importar lo que tenga o lo que ve en frente, mientras no se entienda y no se comprenda eso, no va a fructificar, aseveró de Niz Domínguez.
Para el Director de Patrimonio Artístico e Histórico de la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, Julio César Herrera Osuna, el patrimonio es un ente orgánico que está sujeto a muchas condiciones:
Una de las condiciones es la decisión del propietario, a veces el posesionario, un ejemplo, es el gobierno, cuando a veces es posesionario de una cantidad de bienes, porque al final es un bien público. A veces la universidad o alguna otra institución tienen esa condición, en ese sentido la posesión de los bienes es definitiva para la conservación del patrimonio, este trabajo que se hace, tiene que ver justamente con eso, hacia la conservación, en la ley de protección y de conservación, pero dentro del entendido de que tenemos que hacer la difusión de las formas en las que ellos pueden hacer esta conservación, explicó el también Arquitecto.
Herrera Osuna explicó, que hay muchos casos en que los predios no están regularizados, es decir, que hay una gran cantidad de fincas en esta situación y que incluso están intestados:
Es esto y una gran cantidad de cosas, es por eso que muchas de estas fincas se van deteriorando cada vez más y nosotros ofrecemos un programa de difusión para que puedan recuperar esa condición.
En este sentido, el Cronista Honorario, Guillermo Tovar Vázquez consideró de suma importancia que los autlenses se interesen más por su patrimonio:
Porque también buena parte de la causa de que se pierda el patrimonio, es la falta de interés de la gente, hay incluso quien aplaude que se derriben edificios antiguos, como el caso de la ex escuela de artes, la casa que estaba por Guadalupe Victoria y Santos Degollado donde vivió parte de sus últimos años Atanasio Monroy, se tiró y algunos criticamos eso, mientras que otros lo defendieron, recordó el Cronista.
Para Tovar Vázquez, es importante que la gente tenga más conciencia de ello, que lo conozca y lo defienda. Además recomendó una estrategia para que los ciudadanos den de alta algún bien inmueble, que deseen se tome en cuenta para integrarse en el inventario de bienes inmuebles e impulsar su preservación:
Actualmente ya hay un mecanismo al que podemos acceder los ciudadanos mediante la Secretaría de Cultura, a través de la Dirección de Patrimonio, puedes tu registrar o pedir que se registre algún bien inmueble. Hay unos formatos que llenas y lo fundamentas con todo lo que puedas, documentos, fotografías, documentas el valor de ese bien y solicitas a la Secretaría que se registre dentro de un inventario que lleva la dependencia y una vez registrado se supone que queda protegido, ya no solo por el reglamento del centro histórico que ya vimos que no se aplica, sino por una instancia superior, podríamos acceder a ese recurso y registrar, detalló Tovar Vázquez.
El Cronista considera que registrar los bienes inmuebles ante la Secretaría de Cultura del Estado de Jalisco, como iniciativa de los ciudadanos propietarios de los inmuebles, marcará un antecedente de que se muestran preocupados por el patrimonio edificado y desean que se tome en cuenta para su preservación.
(Fotos: Mayra Vargas y CulturAutlán).
*Este reportaje forma parte de la edición impresa de Letra Fría del mes de febrero*