Editorial | ¡La Barcaza!

“Nada grandioso fue jamás conseguido sin peligro” – Nicolás Maquiavelo.

“El primer método de estimar la inteligencia de un gobernador es mirar a los hombres que tienen a su al redor” sostenía Maquiavelo.

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JRA

Así en los tiempos electorales se mueven las piezas del ajedrez en los tres niveles de gobierno. En es escenario quiero compartir con ustedes la siguiente fábula: En un sistema de gobierno como el nuestro, haciendo una analogía, las cosas funcionan de la siguiente manera: Resulta que existen dos islas, una muy, muy grande donde vivimos todos, o casi todos.

Existe otra islita muy, pero muy pequeña, que por su ubicación tiene una perspectiva perfecta que les permite a quienes ahí habitan, observar el comportamiento de todos y cada uno de los habitantes dela isla grande.

En esa isla pequeñita resulta que es donde se toman las grandes decisiones, donde se planifica, donde se ejecuta, donde se gobierna, donde se acuñan, definen e implementan las políticas públicas que se habrán de llevar a cabo en la isla grande.

Por su ubicación, reitero, se puede observar con lujo de detalle la trayectoria laboral, académica, social, religiosa, filosófica, política, familiar, cultural, etcétera, de los habitantes de la misma.

En función de esto, cada tres años sale una barcaza de la isla chica hacia la isla grande en busca de personajes identificados y observados con suficiente tiempo y acuciosidad. Al llegar a la isla grande buscan a los susodichos y se les invita a participar y a ser parte del equipo de quienes viven en esa pequeña isla. Por supuesto que les haces todo el planteamiento, perfectamente bien explicado y resaltando sus bondades y virtudes, motivo y razón de tal invitación y distinción.


Encantados los elegidos con la propuesta y motivados por sus principios filosóficos e ideales sociológicos, aceptan tal propuesta. Así que se en rumban hacia la ubicación de la barcaza para emprender el viaje. Al llegar a ella y observarla, senda sorpresa se han de llevar al darse cuenta quela barcaza se encuentra toda embarrada de mierda; con justificado asombro cuestionan a los emisarios tal situación y aleganen su defensa que, les resulta una grosería pretender que ellos, blancos y puros puedan siquiera acercarse a tal barcaza y mucho menos, pretender que se puedan Por su ubicación, reitero, se puede observar con lujo de detalle la trayectoria laboral, académica, social, religiosa, filosófica, política, familiar, cultural, :etcétera, de los habitantes de la misma.

En función de esto, cada tres años sale una barcaza de la isla chica hacia la isla grande en busca de personajes identificados y observados con suficiente tiempo y acuciosidad. Al llegar a la isla grande buscan a los susodichos y se les invita a participar y a ser parte del equipo de quienes viven en esa pequeña isla. Por supuesto que les haces todo el planteamiento, perfectamente bien explicado y resaltando sus bondades y virtudes, motivo y razón de tal invitación y distinción.

Encantados los elegidos con la propuesta y motivados por sus principios filosóficos e ideales sociológicos, aceptan tal propuesta. Así que se en rumban hacia la ubicación de la barcaza para emprender el viaje. Al llegar a ella y observarla, senda sorpresa se han de llevar al darse cuenta quela barcaza se encuentra toda embarrada de mierda; con justificado asombro cuestionan a los emisarios tal situación y aleganen su defensa que, les resulta una grosería pretender que ellos, blancos y puros puedan siquiera acercarse a tal barcaza y mucho menos, pretender que se puedan subir a la misma.

Con aplomo singular, los emisarios sostienen: “¡Pues miren! Aquí nada más hay de dos sopas: se suben a la barcaza. Se llenan de estiércol. Llegan allá (a la isla pequeña) y se bajan. Llegando ahí se sacuden lo que se puedan sacudir, y entran a la isla grande en donde tal vez, y solo tal vez, alguna de esas buenas ideas que tienen para beneficiar a su gente, pueda hacerse realidad y puedan incidir en la toma de decisiones para apoyar a su gente de esta isla grande. O se quedan aquí. Eso sí, limpios, blancos y puros, con sus buenas ideas, gritando como en el desierto. Aquí, perdidos en el anonimato, pulcros, pero muertos por inanición junto a su gente y con todos sus ideales”.

Estos son tiempos de acomodos, tiempos de arreglos, tiempos de aplomo, de decisión, de valor, el arrojo.

Son tiempos de barcaza, de incidir, y hay que hacerlo de manera honesta y responsable con la sociedad y con nosotros mismos. Hay cosas que están hechas y dichas, pero aquí no está prohibido pensar, porque no todo ni están dicho, ni está escrito.

Hay páginas en blanco en la historia de este país, de este Estado y también de este Distrito Electoral 18 y de este municipio que hay que escribir y hay que hacerlo de la mejor manera y de la manera más digna posible.

LF

(Este contenido fue publicado en el impreso número 4 de Letra Fría en Noviembre de 2017)

Es Licenciado en Derecho por el Centro Universitario de la Costa Sur de la Universidad de Guadalajara y Maestro en Derecho Ambiental por la Universidad para la Cooperación Internacional de San José, Costa Rica.

Es codirector en Letra Fría.

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