Florilegio y almanaque de una vívida espectadora
La luna sale esta noche, con negra bata de cola Y el toro la está mirando, entre la jara y la sombra Y en la cara del agua del río, donde duerme la luna lunera El torito de casta bravío, la vigila como un centinela —ALEJANDRO CINTAS / CARLOS CASTELLANO GÓMEZ—
Por: Marche Garciroja
Autlán de Navarro, Jalisco. 23 de febrero de 2023. (Letra Fría).- Los frescos del palacio de Cnosos en Creta que tanto impresionaron a Picasso son una escena de taurocatapsia o salto del toro, rodeada de motivos lineales abstractos en piedra. Sobre un fondo azul egipcio se sitúa un toro en el centro de la escena, pintado en ocre rojizo, blanco de cal y marrón, u ocre amarillo con carbón. Estos colores podrían haber sido elegidos por su efecto, aunque también es posible que el uso del ocre rojo y otros colores del Neolítico estuviesen relacionados con la idea contemporánea de la muerte. El toro está suspendido en el aire: el artista habría deseado captar de esta forma la agresividad de sus movimientos — Evans, Arthur John (1930) —.
La noche cae en silencio la luna cuelga […] Se empiezan a acomodar las estrellas por el cielo; abrivados todos a la hora exacta se escuchan los clarines y empieza la procesión de los toreros y sus cuadrillas haciendo el paseíllo por la plaza, las pinturas parietales del Levante español dan evidencia del juego sacrificial con los toros bravos donde se reúne todo: color, alegría, tragedia, valentía, ingenio, brutalidad, energía, fuerza, gracia y emoción.
Autlán de la Grana vivió la más grande de sus festividades con una progresiva estela de diez crepúsculos que desde el horizonte sitiado por las testigo del universo se posan en su cordillera las sombras y las luces que la tradición sostiene por encima de las abrumadoras exigencias del tiempos que van perdiendo el atisbo de lo familiar, acá donde se logran congregar a miles de entusiastas y con ellos el pueblo decanta en sin fin de posibilidades para que éstos se reúnan y forjen un episodio más de la memoria colectiva, observar las magnas manifestaciones de buen humor donde no hay cabida para soltar las amarras de la cotidianidad.
Efímeras. Sobre la superficie del río Ebro las ninfas recogidas y unidas al mismo delgado hilo de seda imperceptible parecido al de la telaraña en la naciente etapa de sus vidas son larvas acuáticas, pero una vez concluido ese momento inexpresable salen por primera vez a la superficie para morir en cuestión de horas, el principio de todas las cosas es siempre lo más pulcro. Parece una triste vida cuando se mira con perspectiva. El tiempo relativo de la vida precaria. La nocturna presencia extraordinariamente breve de las ninfas ahora en forma alada tiene mucho que perder, emerger al atardecer y de mañana en la espera de ser el último pensamiento antes de que entren a la obscuridad de la mente. Habiendo dicho esto se dilucida el concepto de la existencia. Se ve inexorablemente conducida a la pregunta fundamental ¿Quiénes somos? Horriblemente expuestas el color es la clave de la trasformación. Se esfuerzan, resisten y tejen las redes, siguen cuidando de los suyos, abrazan y contienen. El prejuicio es humano, Las personas no son solo malas, si fueran solo una cosa, la vida sería mucho más simple. Los fantasmas del pasado.
Mi ociosa existencia…
Marche Garciroja
Lectura complementaria|| Los errantes de Olga Tokarczuk
MV
