Las obras de arte que por su magnificencia han transcendido tiempo, culturas y religiones, se convierten en patrimonio cultural de la humanidad y pertenecen por lo tanto a la humanidad, independientemente de ideologías y creencias, porque precisamente el arte tiene ese poder de unir en su contemplación a pesar de las diferencias.
No, la representación de artistas drag queen en la inauguración de los juegos olímpicos no era de la Última Cena.
Era una referencia a la obra «El festín de los dioses» del pintor Jan Van Bijlert (1597 – 1671). La obra ilustra a algunos dioses de la mitología griega y a estos son a los que los modelos drag queen representaron en el performance, no a Jesús ni los apóstoles.
Pero, y ¿si así hubiera sido? ¿Si esa representación hubiera sido más clara y específicamente la Última Cena de Leonardo Da Vinci?.
Arte y religión
En primer lugar, como ya lo dije, esa pieza de arte, aunque representa un pasaje del cristianismo y está en un convento religioso, su valor artístico y cultural no le pertenece como tal a la religión, la obra trascendió la religión y se convirtió en patrimonio cultural de la humanidad.
La obra la admiran y contemplan católicos, cristianos, evangelistas, budistas, ateos, etc. El dogma y el sacramento religioso está sólo en la mente del que cree en él, a diferencia de la contemplación artística que puede estar en cualquier persona a parte de su fe o creencia religiosa.
Y de tal manera la última cena ha sido motivo de inspiración y referencia para muchos a través del tiempo, ya sea para crear arte, publicidad, performances, lo que sea.
Y en segundo lugar, ¿no se supone que en la Última Cena Jesús se reunió con sus apóstoles los cuales eran pecadores, incluso Judas? ¿no se supone que comunión significa unión? ¿que no se supone que Jesús eligió a sus apóstoles no por sus pecados si no por las cualidades y el valor de sus almas?
¿No se supone que cualquiera es bienvenido a la cena del señor y que la iglesia no discrimina? ¿no sé supone que….. bla….. bla….. bla….. bla…..?
¡Pamplinas! ¡mentiras! ¡hipocresía! ¡falsa moral! ¡doble moral!.
Los fanáticos religiosos odian, odian a los drag queen, odian todo lo que es diferente, odian a quienes se salen de sus normas, a los que se salen del cubo pequeñito de su estrecho entendimiento, odian lo que no entienden, odian incluso a los que sí aman sin distinción, a los que sí aceptan sin condiciones, a los que sí son incluyentes.
Odian a la gente que sí es íntegramente bondadosa, odian y además se sienten espiritual y moralmente superiores que el resto, los fanáticos religiosos siempre odian, rechazan, discriminan, excluyen, separan, dividen, reprimen y todavía siguen creyendo que son los buenos del cuento.
Juegos olímpicos = convivencia
Las olimpiadas sí representan la unión de pueblos y naciones a través del deporte y la convivencia no importando nada, ni raza, ni religión, ni cultura, ni color de piel, ni política, ni nada, sólo el espíritu deportivo.
Y la ceremonia inaugural que ofreció París fue hermosa, fue diferente, fue hecha para la época actual. En la ceremonia participaron atletas con disfunciones físicas, algunos con apoyo de tecnología robótica para poder ser incluidos ¿y qué creen? en la inclusión también van los drag queen aunque a muchos en pleno 2024 todavía les arda y les recontra arda.
Disfruten las olimpiadas 2024 con todo lo que estoy incluye. Del mundo actual. Disfruten la realidad. Y si no pueden disfrutar…. soporten.
Cada individuo puede elegir acudir al museo donde esta expuesto el cuadro del neerlandes «el festin de los dioses». Pero al mundo entero se nos impuso un performance grotesco en la inaguracion de los juegos olimpicos. Uno de los participantes expiniendo su testiculo al aire junto a una niña.
El derecho de cada cual termina donde comienza el de los otros.
Recordemos que la fecha en que se pinto por el manierista, peligraba su cabeza por la inquisicion; asi que mejor poner un titulo de la mitologia griega. Denota la creencia politeista de la grecia antigua, pero conota la ultima cena de Jese risti.
Para exigir ser respetados, es oreciso respetar y no hacer apologias de los credos. Casualmente siempre del cristianismo, porque si se hubiese hecho de una creencia musulmana, habrian pigmentado de rojo los participantes, como la no menos grotesca escenificacion de la decapitacion de Maria Antonieta y las siguientes que ordeno Robespierre.
«El miedo no anda en burros! » Y pendejos no son!!