Por: Jesús D. Medina García
Autlán de Navarro, Jalisco. 04 de septiembre de 2022. (Letra Fría) Del 30 de agosto al 2 de septiembre se llevó a cabo el Congreso de Investigación Aplicada al Turismo 2022, organizado por la Secretaría de Turismo federal, la Secretaría de Turismo de Zacatecas y la Universidad Autónoma de Zacatecas. Fue el primero presencial después de la pandemia.
Los días anteriores se habían presentado episodios violentos incluyendo quema de vehículos, bloqueo de caminos y demás lindezas que sabemos que suceden y ante las cuales hemos estado durante años en estado de indefensión, pero que desde que inició la 4T, las cosas en este sentido han empeorado, pues se carece de estrategias eficaces para su erradicación y no chambonadas como eso de “abrazos no balazos” o que los “van a acusar con su mamá por andar haciendo travesuras”.
Quienes ya habíamos confirmado nuestra participación empezamos a recibir diversos correos tratando de dar tranquilidad, diciendo que no había ningún tipo de riesgo, sin embargo, la Universidad de Zacatecas suspendió clases en el campus Fresnillo que es donde se dieron los principales delitos, ante lo cual el gobernador Monreal (sí, de la dinastía del senador Ricardo Monreal, hermano) se había molestado y había declarado ante la prensa su desacuerdo de que se hubieran suspendido las clases.
Finalmente nos trasladamos vía terrestre desde Autlán hasta Zacatecas, de día y por la carretera de cuota (carísimas). Hace rato que no conducía un vehículo de velocidades y tantos kilómetros, así que al principio me tuve que adaptar a esta modalidad.
Cuando pasamos por el Puente de Calderón, fue inevitable no recordar en este “mes de la patria”, la famosa batalla del Puente de Calderón, cuando los insurgentes comandados por Hidalgo y Allende entre otros, habían tomado en Guanajuato la Alhóndiga, sitio estratégico pues ahí se almacenaban los granos que consumía la comunidad, la pólvora, entre otras cosas, y era donde se habían refugiado los nobles y la gente adinerada ante el ataque de las masas que incontrolables saqueaban, quemaban, violaban, ebrios y llenos de rencor.
Varias fuentes señalan que Allende, militar de formación, estaba más que molesto de ver el saqueo de Guanajuato por lo que se dirigió furioso a Hidalgo diciéndole que parara esa masacre, que esos no eran los principios por los que él y sus tropas luchaban. La respuesta del Cura Hidalgo fue: cómo quieres que aplaque años, siglos de opresión y humillación…
Y la discrepancia siguió; Allende y sus seguidores optaban por tomar la capital del reino, es decir Nueva España, la hoy chilangolandia. Hidalgo y sus amigos (que no tenían ninguna formación militar pero sí el liderazgo con el pueblo) decidieron partir a Guadalajara y tratar de reorganizarse y juntar más gente y recursos. Sabía que José Antonio Torres, “El Amo Torres” originario de Zacoalco (aún no de Torres pues aún no se moría) se había levantado en armas y le tenían preparada una entrada triunfal a las tropas rebeldes.
Cabe decir que poco tiempo después el Amo Torres fue capturado, torturado y asesinado de la manera más perversa y cruel, ya que ataron cada una de sus extremidades a un caballo y les dieron un fuetazo para desmembrar al insurgente. Cuando vayan al Mercado Corona verán la estatua del Amo Torres, entre los olores a taquitos, birote y torta ahogada.
¿Qué hubiera pasado si le hubieran hecho caso a Allende?, pues ante las noticias de lo que había sucedido en Guanajuato las clases adineradas y los altos funcionarios eclesiásticos y civiles, habían huido a Veracruz, sólo Félix María Calleja “La espada“ del Virrey había permanecido con sus tropas. Pero si los insurgentes hubieran avanzado hacia la capital, la hubieran tomado y tal vez se hubieran ahorrado muchas vidas y años de guerra, tal vez, eso es lo que se conoce como un “imponderable” de la historia, “qué hubiera pasado si esto o aquello”.
En contra del deseo de Allende avanzaron hacia Nueva Galicia, sin embargo, Calleja había preparado una emboscada que le permitió vencer esa batalla. Al poco tiempo Hidalgo, Allende, Abasolo y Jiménez, fueron traicionados, capturados, humillados y decapitados en Acatita del Bajan. Nunca faltan los traidores (as), tal vez sean más peligrosos que un enemigo confeso. Hipocritotas.
Todo eso pasó por mi cabeza mientras una fila de tráileres me rebasaba a más de 130 kilómetros, lo cual me hizo volver al presente y pensar en llegar a salvo a Zacatecas.
Destacaría lo bien conservado que está el centro histórico zacatecano, por algo es patrimonio de la humanidad, la riqueza cultural que tienen destacando su patrimonio tangible arquitectónico civil y religioso, gastronómico, su patrimonio en artes plásticas y museístico. La mayoría de los museos han incorporado la digitalización de diferentes formas para modernizar sus bienes sin abandonar prácticas tradicionales como los paseos guiados, las callejoneadas, la gastronomía y artesanías incluyendo por supuesto las alusivas a la minería especialmente plata.
Una noche decidimos hacer el recorrido nocturno en un camión y tener por guía a una agradable joven caracterizada a la usanza colonial:
Volviendo al congreso. se presentaron trabajos muy interesantes y objetivos, sin hacer cuentas alegres, pues se destacaban los aspectos positivos y negativos del turismo cultural y las acciones que se tendrían que efectuar. Profesores y cientos de estudiantes participaron activamente.
Por cierto, a quienes fuimos en calidad de “foráneos”, nos llamó la atención que cuando entró el gobernador Monreal al Teatro Calderón para la ceremonia de inauguración, la gente se puso de pie y la banda miliar que haría honores a la bandera, inició las notas de la festiva “Marcha de Zacatecas”, y como todo un superstar ,el gober saludaba de mano y sonriente a quien fuera viendo en su ascendente camino hacia la gloria del presídium.
Después nos dijeron que existía un decreto que ordenaba que cada que el gober en turno llegara a un recinto público por ley se tenía que entonar esa marcha.
Caminar por el centro de Zacatecas es sumergirse en la época colonial, con sus museos llenos de santos, monjes, monjas, panificadoras, pero también con la modernidad estética del mestizaje que propició la conformación de una nación que hoy llamamos México. Eso que se quiere ingenuamente borrar de nuestra historia pero que es imposible.
Finalmente, antes de emprender el regreso quisimos hacer un pequeño video de la leyenda de La Condesa, con la chica que nos había guiado durante el recorrido nocturno caracterizando a Doña María Ana de la Campa y Cos y Zevallos Villegas, condesa de San Mateo de Valparaíso, ”mujer de mucho dinero y un gran corazón que habitó en la ciudad de Zacatecas en tiempos de la Colonia”, nos encontramos con “otra condesa”, le preguntamos por la persona que nos había guiado por la noche zacatecana, le mostramos la foto, nos dijeron que posiblemente se trataba de otra agencia de recorridos turísticos, pero no, pues en la foto donde la “condesa” posó para la foto se veía como fondo parte de la barroca fachada de la catedral.
Ya como diciendo no den lata, nos dijeron pues que a lo mejor era nueva y por eso no la conocían. Con lluvia llegamos de noche a los autlanes para compartir experiencias de aprendizaje con los estudiantes, las ponencias del congreso y hasta los misterios de las leyendas vivas o no vivas. A veces ya no se que es verdad y qué ficción. Interesante.
