Por Jesús D. Medina García | Simpatía por el débil
Autlán de Navarro, Jalisco. 09 de octubre de 2022. (Letra Fría) El 29 de marzo de 1935 nace en la ciudad de Jalapa Veracruz a las 7:10 de la mañana Miguel Ángel Garza Aguirre, que años después y hasta el día de su muerte sería conocido con el apelativo de “Don Mañas”, al cual mencionaremos en lo sucesivo como DM.
La suya, es una intensa y triste historia plasmada de aventuras, peripecias y desventuras, porque después de andar por medio mundo, viajando, construyendo y destruyendo su vida, la de varias mujeres, hombres y niños, pasó los últimos años de su existencia en Autlán de la Grana, Jalisco.
Gradualmente se irán revelando esas tragicomedias y aventuras dignas del Capitán Alatriste. En esta ocasión y por estar cercana la fecha me referiré a una anécdota de este caballero que le sucedió en España, justo un 12 de octubre del 2000.
Resulta que en esa época Don Mañas trabajaba de profesor en una escuela particular de medicina de muy humildes alcances. Quién sabe bajo qué argucias o sobornos esa pequeña universidad había obtenido el permiso de la SEP para extender títulos profesionales, de hecho, DM, ostentaba un flamante título expedido por la UNAM, cuyo origen había sido la explanada de Santo Domingo, ubicada en la Ciudad de México, y que fue sede del Santo Oficio, estamos hablando de la Inquisición, donde quemaron públicamente sin el menor rasgo de misericordia a cristianas y cristianos en nombre de Dios.
Ahí, en esa explanada donde se ponen aún los escribanos con sus arcaicas máquinas de escribir DM obtuvo su título hace varias décadas, título que fue a celebrar con algunos de sus cercanos amigos a la famosa cantina La Ópera, donde horas más tarde quedaría atrapado en un pequeñísimo baño arriba de 7, 8 cuerpos y debajo de 18, 19 cuerpos, pues ese día a tres lindos muchachos se les ocurrió asaltar la cantina y meter a los parroquianos a ese pequeño baño. Vaya forma de estrenar un título.
En una ocasión un colega le llevó una revista donde se publicaba una convocatoria invitando a acudir a un Coloquio en Barcelona.
– Qué bien – exclamó jubiloso, – tengo que ir- yo conozco Barcelona, cuando fui marino, viajamos en el buque Cuauhtémoc, recorriendo medio mundo, yo tendría unos 19 años… era fresco como el viento serrano, ágil como un felino y enamorado como un Don Juan.
Después de convencer al director del plantel de las bondades del viaje para la institución, obtuvo de él un apoyo del 50 por ciento, lo demás lo consiguió empeñando todo lo que era empeñable más unos dólares que guardaba su “novia” Estela.
Viajó con su colega Alfonso, por cuestiones de conexiones de vuelos y buscando los más económicos tenían que llegar por la mañana tiempo local a Madrid y volar al mediodía a Barcelona, lo cual les pareció muy bien pues podrían apreciar en primer lugar cómo celebraban esa fecha allá, del otro lado del océano los conquistadores y en dos regiones muy diferentes.
Como pudieron buscaron un lugarcito cerca del imponente Museo del Prado, desde donde podían observar el gran templete donde se había instalado la realeza, diplomáticos, empresarios millonarios, todos muy blancos, de ojos azules o verdes, ellas muy bellas y ropas muy caras. Un hermoso letrero elaborado con rosas y girasoles de distintos colores que decía:
Honor en el Dia de la Hispanidad
Ya no contaban con mucho tiempo, había que volar a Barcelona, llegaron justos al aeropuerto de Barajas, empezaba a chispear un poco, había mucha gente, pero todos en orden. DM le comentó a su compañero.
– Hubiéramos traído unos impermeables de esos azules desechables de plástico y hacíamos lodo hermano. A tres euros cada uno…
Después de varias peripecias y de estar anonadados por la belleza de las madrileñas, llegaron a su aeronave, el viaje no duró más de 50 minutos, buen tiempo para que DM se tomara tres wiskis y dos cervezas. El otro doctor solo tres wiskis.
Dejaron el aeropuerto de Barcelona, El Prat Josep Tarradellas, un taxi al hotel y lo que venga, Coño.
Lo que vino fue un apañón de parte de la policía secreta catalana. Ja ja ja. Resulta que en cuanto se instalaron en el hotel, decidieron dar una vuelta y echarse otros tragos, la tarde arribaba al Mediterráneo, caminaron por una enorme avenida multicultural, se escuchaban variadas lenguas, rostros e indumentarias.
Un joven que cubría la mitad de su rostro con una especie de bufanda negra, se les acercó hablándoles en una lengua extraña, rápido les habló en portugués y finalmente en castellano.
– Díganme que se les ofrece por favor… cualquier cosa… tenemos unas hermosas muchachas de Senegal, chochitos para todos lados…-
Hablaba con un tono un poco árabe, DM se interesó en las muchachas, pero cuando supo el precio se desinteresó… el joven dealer se alejó con rapidez, dejó la conversación entrecortada.
Conforme se acercaban al malecón la urgencia de otra bebida se incrementaba, aunque les empezó a llamar la atención que en algunos postes públicos había cartelitos salpicados de rojo, simulando sangre que decían:
-Colón…genocida—
-Los colonos, los conquistadores asesinos-
En esos momentos se les emparejaron dos tipos uno joven de aproximadamente 30 años, fuerte, rudo, otro más viejón un 50 tal vez, el joven se puso al lado de DM,
-muéstrenme sus documentos – con ese tono catalán, medio gritoncito
-Porqué señor, no estamos haciendo nada, somos médicos mexicanos y venimos a un congreso-….
-Señor, no le estoy preguntando de dónde ni a qué viene, solo muéstrame tus papeles… y tú… lo mismo-
El policía viejo dejaba que su compañero sacara la adrenalina, él sonreía discretamente, con la mano metida en el saco, dando a entender que estaba armado. Alfonso, más tranquilo en primer lugar le pidió a DM que se tranquilizara, luego se dirigió al policía joven diciéndole que eran pacíficos, en qué hotel estaban, y que no querían ni tenían problema alguno.
– Qué drogas consumes – le preguntó sin más el joven a DM,
– Tal vez las mismas que tú….
La respuesta hizo que a los dos policías les ardieran los testículos de coraje, y otra vez Alfonso, – se refiere a la televisión, a la coca cola y eso…
Y va de nuevo DM al ataque:
– Oigan polis, ya dejen de molestar, hace quinientos años sus antepasados fueron a conquistar y partirles la madre a los aztecas y demás raza que vivía por allá… y ahora justo un 12 de octubre ¿nos quieren volver a chingar?, pues nel pastel coronel, (DM era muy bueno para los dicharajos, albures y calambures) Me cae que vamos ahorita mismo a la embajada, al consulado, a las ramblas, al monumento a Colón, pero ya estuvo, no hemos hecho nada… es más, mis jenízaros culeis confieso ante la ley de Dios que mi colega y yo somos inocentes e invocamos al manto de la divina virgen de Guadalupe que amamos a la madre patria y reconocemos la grandeza del Barcelona sobre el Real Madrid. Neta. Tengo mi playera de Messi.
El policía viejón abrió y cerró un ojo haciéndole un giño al otro poli, en señal de “ya que se vayan estos desarrapados”.
Horas después, ebrios y tomando cañas y botaneando tapas, comentaban cómo encontraron la columna a Colón manchada de tinta roja y muchos papelitos que de genocida no lo bajaban. Ahí en el bar, unas cachondas muchachonas les dirían que en esa avenida se trafica toda clase de mercancía ilegal, drogas, armas, prostitución etcétera, etcétera.
Una morena más árabe que española le dijo a DM:
-Pero es que vale… con esa carita cualquiera desconfía-… al tiempo que le daba unos suaves apretones en el órgano ubicado a un costado de la ingle y abajo del ombligo.
Alfonso abrazando a la rubia ucraniana que sentaba en sus piernas se dirigió al DM diciéndole:
– por cierto, ya ni la chingas …para qué sacas eso de la Virgen de Guadalupe…
– Amigo, -dijo con cara de gárgola DM- si a mi querido zorro, es decir al Cura Don Miguel Hidalgoy Costilla le sirvió andar con la Virgencita de Guadalupe para escabecharse a los gachupines de esa época… porqué ahora no… pues ya viste que sí, cuando mencioné a la Virgencita te fijaste cómo al policía viejón hasta una luz divina se le andaba metiendo en el ojo… lo tuvo que cerrar y abrir… ya estaba sintiendo el poder ¿vale?
Y los agarrones y apretones siguieron fortaleciendo el mestizaje, no en valde era Don Mañas (DM).
