Encuentros | Convulsa semana

Por: Oswi Ramos

San Gabriel, Jalisco; 16 de julio de 2019. (Letra Fría) Hace una semana estábamos presenciado lo que sería el inicio de días acelerados para el país y la 4T. La renuncia de Carlos Urzúa a la Secretaría de Hacienda nos dejó claro que existen líneas dentro del Gobierno Federal que hacen inoperantes a los demás miembros del gabinete, la irrupción de Alfonso Romo en la escena política asfixia a la estrategia que Urzúa tenía planeada.

Anuncios

Gallery

La línea obradorista tan marcada en términos económicos, y el desencanto de Urzúa por las formas en cómo se comunicaban internamente, desencadenaron una renuncia que se dio en términos de ruptura y no de retiro, porque su carta es una clara denuncia a las formas que terminaban por incidir en los fondos de manera negativa.

Tras la renuncia del Secretario de Hacienda se dio a conocer el arresto de Juan Collado, el controvertido abogado de la clase política, mismo que fue acusado por lavado de dinero y operación con recursos de procedencia ilícita. La caída de este famoso abogado le dio un giro de 180 grados al discurso mediático, pues comenzaba a verse como un logro del compromiso para lucha contra la corrupción, sumado a esto estaba la presunta participación de Carlos Salinas y Peña Nieto como accionistas de la caja popular en la que se ejercía todo el ilícito. Claramente esto fue un golpe contra la mesa para imponer orden y retomar las riendas del discurso.

Anuncios

Apysa

El final de esta semana tan convulsa se dio con la renuncia de Carlos Lomelí, el superdelegado que tiene acusaciones por conflicto de interés y ya comenzó a ser investigado. Su renuncia ocurrió el mismo día que López Obrador visitó Jalisco para reunirse con el gobernador. La renuncia de Lomelí no causó una impresión tan grande, como la de Urzúa, más bien generó alegría y se vio cómo la opinión pública comenzaba a hablar de un verdadero combate a la corrupción, aunque sobra decir, que una renuncia no basta, es necesario que se investigue a fondo y demuestren que ya no son lo mismo de sexenios anteriores.

En pocas palabras, esta semana le dejó a la 4T el recordatorio claro de que es necesario escuchar, no solo a las críticas al exterior sino al interior también. Asimismo escuchar qué pasa con sus funcionarios, ya sea para ser tomados en cuenta como le pasó a Urzúa o para saber si son un personaje oscuro de la política que se inserta en sus filas, como pasó con Lomelí.

MA/MA

Deja una respuesta

Your email address will not be published.

Esta web utiliza cookies propias y de terceros para su correcto funcionamiento y para fines analíticos y para mostrarte publicidad relacionada con sus preferencias en base a un perfil elaborado a partir de tus hábitos de navegación. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Configurar y más información
Privacidad