Por: Oswaldo Ramos López
Guadalajara, Jalisco. 01 de abril de 2019. (Letra Fría) Es fundamental que los municipios de Jalisco impulsen una agenda transversal sobre política pública para el crecimiento ordenado de sus ciudades y comunidades, que les permitan que sus capacidades operativas y de gestión se maximicen.
Desde hace tiempo vemos como las ciudades medias avanzan en su crecimiento, específicamente, Zapotlán el Grande, Autlán, Tepatitlán, Puerto Vallarta y Lagos de Moreno. Sin embargo, es alarmante que los gobiernos de estos municipios se encuentren rebasados en temas de movilidad, uso de suelo, seguridad y cumplimiento de los servicios públicos municipales básicos como: alambrado público, agua potable, recolección de basura, entre otros.
La rápida urbanización, por ejemplo, exige el aumento de capacidad para gestionar y por lo tanto, considerar una visión a mediano y largo plazo. Esto implica voluntad política, la generación también, de una estructura económica, política y social, creada a través de los acuerdos entre diferentes municipios.
Ejemplos de esfuerzos intermunicipales hay muchos, pero quiero centrarme en JIRA “Junta Intermunicipal de Medio Ambiente para la Gestión Integral de la Cuenta Baja del Río Ayuquila”, este es un espacio de gestión entre diversos municipios de Jalisco, que desde su creación implementa proyectos a través de políticas públicas para mejorar sistemas de abastecimiento de agua potable, manejo de residuos, educación ambiental etc.
Este esfuerzo, sin duda, debe ser un partida sobre cómo deben concentrarse las acciones de cooperación municipal para lograr una agenda integral que tenga como resultado un crecimiento regional ordenado.
Los esfuerzos deben trascender sobre las personas y el tiempo, es decir, los planes municipales de desarrollo deben tener base en una visión de crecimiento integral ordenado, que incluya a los pequeños municipios, debido a que estos últimos fortalecen en todo momento su dinámica según lo marque el esquema de desarrollo regional.
Queda claro que para lograr éxito en estos esfuerzos se debe considerar la posibilidad de crear mecanismos institucionales que sirvan como candado para evitar que los tiempos o resultados políticos/electorales afecten el correcto funcionamiento de los acuerdos municipales, es decir, que nunca más, la dinámica política tenga injerencia en el cumplimiento de los acuerdos y por lo tanto, el desarrollo de los municipios sea vea cooptado por intereses ajenos al bien común.
Una de las ventajas de la cooperación intermunicipal es la posibilidad de impulsar el fortalecimiento institucional de los municipios, lo anterior, a través de la profesionalización de los servidores públicos involucrados. Es importante lo anterior porque hay ejemplos de cómo los funcionarios que forman parte del acuerdo JIRA han logrado incentivar de forma apropiada el cumplimiento de las políticas públicas ambientales.
Queda claro que hay mucho por hacer, la voluntad política es sin duda fundamental, pero lo más importante, involucrar en estos procesos a la sociedad civil organizada, instituciones educativas, sector empresarial, etc. es fundamental para lograr socializar las políticas impulsadas por los acuerdos intermunicipales y como consecuencia, que estas tengan legitimidad y la sean factibles.
