Cicacalco, Zacatecas.- A poco más de un año de lograr que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) emitiera un dictamen de clausura definitiva del “Relleno Sanitario” en la comunidad indígena de Cicacalco, en el municipio de Tlaltenango de Sánchez Román en Zacatecas, la autoridad aún no ha concretado el cierre definitivo.
Esta problemática la compartieron integrantes de la comunidad indígena ante la presencia de 21 organizaciones de Chiapas, Guerrero, Puebla, Hidalgo, Ciudad de México, Estado de México, San Luis Potosí, Jalisco y Zacatecas, que participaron, el pasado 30 de noviembre, en el primer Foro “Tratamiento de Residuos, Agua y Territorio: Dignificación de Nuestra Tierra”, realizado en la comunicad de Cicacalco.
Posterior al cierre definitivo iniciarían las acciones de remediación y reparación de los daños en la comunidad por la instalación de este relleno sanitario.
La Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) a través de un comunicado celebró la lucha de la comunidad indígena y al mismo tiempo exigió que las autoridades de los tres niveles cumplen con la determinación oficial de clausura ya emitida.
Contaminación de alta tecnología
Integrantes de la comunidad indígena hablaron de lo que implicó la instalación de este supuesto relleno de alta tecnología en 2019, ubicado cerca del arroyo Los Tecongos y a 800 metros de una serie de ojos de agua y estanques que suelen tener agua todo el año.
La inconformidad de la comunidad de Cicacalco quedó documentada en octubre de 2021 por Perimetral, integrante de la red de medios independientes de Jalisco, Macollo.
“Aunque se abrió bajo el nombre de Relleno Sanitario de primer nivel, el basurero funcionó como tiradero a cielo abierto, ya que en su interior se mezclaron sin ningún tratamiento desechos urbanos, desechos tóxico infecciosos y múltiples animales muertos”, se lee en el comunicado de REMA.
A los pocos meses de que entró en funciones el relleno, la comunidad empezó a notar el efecto de la contaminación en su entorno.
“La presencia de moscas gusaneras, bolsas de basura y malos olores, llegaron a afectar un radio de entre 2.5 y 3 km. Desde sus inicios, y con toda la intención, aguas contaminadas salieron de tubos que las depositaban sobre el arroyo”, según dichos de habitantes de la comunidad.
Incluso entre septiembre y noviembre del 2020 hubo un brote de hepatitis entre personas del barrio más cercano al arroyo Los Tecongos.
El foro una luz en el camino de Cicacalco
Para la comunidad de Cicacalco fue de mucha importancia tener la posibilidad de intercambiar experiencias con organizaciones y activistas de diferentes lugares del país.
A través del conocimiento compartido, la comunidad dio un paso importante para fortalecer la organización local y consolidar acciones ante el impacto del relleno sanitario.
“A través del intercambio de conocimiento y experiencias nos fortalecemos y construimos nuevas alianzas basadas en la solidaridad. Desde las experiencias que nos compartieron desde Guadalcázar, San Luis Potosí y de las Lomas de San Francisco Tepojaco, de la Ciudad de México, estamos construyendo acciones para frenar la contaminación del territorio y del agua a causa de los desechos y sitios de disposición final.
Asimismo, con representantes de las poblaciones de El Grullo, Jalisco y Susticacan, Zacatecas, municipalidades que han trabajado para construir procesos de formación ambiental, vemos opciones para un control adecuado de los desechos sólidos y planes para una reducción en la basura generada”, dice el documento.
Las organizaciones y activistas presentes se sumaron a la exigencia de la comunidad indígena para que las autoridades cumplan con su deber.