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Fray José Mojica O.F.M. un gabrielense distinguido | Desde El Llano rulfiano

José de Jesús Guzmán Mora, cronista de San Gabriel, Jalisco, en su Columna DESDE EL LLANO RULFIANO, escribe acercade la vida y obra de Fray José Mojica O. F. M., con motivo del 75° aniversario de la ordenación sacerdotal efectuada en Lima, Perú, en julio de 1947 de tan destacado personaje.

Por José de Jesús Guzmán Mora, Cronista de San Gabriel, Jalisco

Autlán de Navarro, Jalisco, 17 de julio de 2022. (Letra Fría). El tenor gabrielense José Mojica fue una de las principales estrellas del cine hablado en español. En su época de gloria, este actor pudo competir brillantemente no sólo con sus compatriotas, los galanes mexicanos; sino con otros intérpretes que pasaron por Hollywood en el período en que se rodaron filmes en español.

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José Mojica en su infancia.

José Afel Mojica (su nombre real) nació en San Gabriel, Jalisco el 15 de septiembre de 1896; su venida al mundo se inscribió en el acta número 393 del libro del Registro Civil, fue hijo del Dr. J. Jesús Chavarín Vázquez, originario de Teocuitatlán (hoy de Corona), Jalisco y de doña Virginia Mojica Mojica, pero por ser hijo natural solo llevó el apellido de su madre.

El pequeño José disfrutó del cariño de su madre y a los cinco años de edad, José de Jesús (Chuy) Mojica, como era llamado en ese entonces, ingresó a parvulitos para estudiar las primeras letras con la Maestra Petra Covarrubias, que, en ocasiones y por ser muchos los alumnos que atendía, era auxiliada por su hermana Josefa Covarrubias, de quien Mojica aprendió las lecciones de Historia Sagrada. En esa escuela conoció a sus primeros compañeros: Eligio, Pancho, Sara, Lupe y Catalina, siendo esta última de quien se enamora perdidamente. 

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El joven José Mojica.

Al cumplir seis años de edad en el año de 1900, fue inscrito en la Escuela Primaria Oficial de Niños, allí en esa institución se desempeñaba como Director el Profr. Evaristo F. Guzmán Nava, quedando Mojica al cuidado y enseñanza de la Maestra doña Refugio Argote.

La casa donde nació José Mojica, en San Gabriel, Jal., en 1896.

El pequeño Mojica hizo su primera comunión el 8 de enero de 1905 en la Capilla del Refugio, junto con dos niños y tres niñas. En 1906, después de ir a Talpa, a visitar a la Virgen del Rosario, para pagar una manda por haber salido el pequeño Chuy bien librado de sus enfermedades y luego de visitar las playas de Las Peñas, (hoy Puerto Vallarta), él y su madre regresaron a San Gabriel con el firme propósito de emigrar a la Ciudad de México.

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Malbarataron sus pertenencias; el pequeño capital acumulado lo dejaron en calidad de préstamo al rico comerciante don Severiano Soto; una mañana, montados a caballo, partieron de San Gabriel rumbo a Zapotlán El Grande, de allí tomaron el tren a Guadalajara, y luego el que los llevaría a la Ciudad de México.

A su llegada se hospedaron en el Hotel Continental y pronto se dieron a la tarea de buscar acomodo para el niño José en una escuela; ingresó al Colegio Saint Marie, continuando estudios en la Escuela Elemental No. 3 y posteriormente en el Colegio de San Ildefonso

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Sus anhelos de estudiar en la Escuela Nacional de Agricultura se vieron truncados al ser cerrada por el estallido de la Revolución Mexicana. Es durante este lapso (1910-1915) que se dedicó a estudiar canto en el Conservatorio Nacional de Música.

Dr. J. Jesús Chavarín V., y doña Virginia Mojica, en 1900.

Estudió canto, drama e idiomas. A base de trabajo y vocalización consiguió debutar como tenor en la ópera El Barbero de Sevilla, el 5 de octubre de 1916, en el Teatro Arbeu. 

José Mojica, fue un hombre lleno de talento exquisito, artista consumado en el bel canto, llegó a ser disputado por las más grandes compañías de ópera de los Estados Unidos de Norteamérica. La incipiente ambición le llevó a emigrar a Nueva York en el país del norte.

La primera escuela de José Mojica en San Gabriel, en 1901.

Cantó en los más famosos teatros de Asia, Europa y América del Sur. También fue notable actor de cine y teatro con una popularidad inmensa en España, Cuba, Argentina y el Medio Oriente. Hizo más de una docena de películas, entre ellas: “La Cruz y la espada”, “El rey de los gitanos”, “El ladrón de amor”, “El precio de un beso”, “El capitán aventurero”, filmadas en los comienzos del cine hablado. Fue también un pintor excelente, autor de cuadros muy bellos, entre ellos el retrato de su madre.

El artista José Mojica.

Mojica, adinerado y famoso, andando errante y vacilante en sus conocimientos acerca de la fe católica y de la iglesia, había encontrado en el libro San Francisco de Asís, de Paul Sabatier, la maravillosa vida que ansiaba seguir, y a las cuarenta y seis años, decidió hacerse sacerdote franciscano.

Pensó en sus amigos, las glorias de la vida, los triunfos merecidos, sus inmensas propiedades materiales, su fallida profesión de ingeniero agrónomo, de veterinario, hablaba cuatro idiomas, pensaba en sus bellas mujeres y… en las humildes sandalias que en adelante deberían vestir sus andariegos pies.

Estando en Buenos Aires, Argentina en 1941, junto con el compositor Agustín Lara, fue invitado por su gran amigo y famoso cantor mexicano don Pedro Vargas a una reunión familiar. Allí, el tenor José Mojica les anunció su drástica decisión de abandonar la vida mundana y dedicarse al sacerdocio.

Ambos amigos, Vargas y Lara, se quedaron anonadados ante lo que escuchaban. La noticia fue contundente.

Agustín Lara se levantó de su asiento, caminó hacia un espacio aislado y rato después regresó con la letra de una nueva canción, de un bolero inmortal, lleva por título “Solamente una vez”, dedicado a su gran amigo José Mojica. Así nació esa canción para un hombre que antes de quedarse solo se quedó con Dios, para siempre y… solamente una vez.

En el año de 1942 ingresó al Seminario Franciscano de Cuzco, en Perú; después se trasladó al monasterio de San Antonio de la Recoleta, culminando con su ordenación sacerdotal el 13 de julio de 1947 en el templo Máximo de San Francisco de Jesús en la misma Ciudad de Lima, Perú, adoptando el nombre de Fray José Francisco de Guadalupe Mojica. De aquella memorable fecha se han cumplido setenta y cinco largos años.

José Mojica, diácono.

Ya como sacerdote filmó tres películas más: “El pórtico de la gloria” en 1953, producida por Cesáreo González y dirigida por Rafael J. Salvia, quien además escribió el guion inspirado en un argumento del propio sacerdote; luego “Yo pecador” en 1958, actuando al lado de Sara García, Pedro Armendáriz, Pedro Geraldo (su doble de origen brasileño) y la diva argentina Libertad Lamarque, la película tiene escenas filmadas en San Gabriel, Jalisco; finalmente, la extraordinaria cinta “Seguiré tus pasos” con Manuel López Ochoa y Juliancito Bravo en 1966, filmada en Perú.

Entre las muchísimas canciones que grabó se cuentan: Gratia plena, de Mario Talavera y Amado Nervo; Júrame, de María Greever; Lejos de ti, de Manuel M. Ponce; María la O, de Ernesto Lecuona; Sé que te irás, de Lucía M. de Ballesteros; Hojas muertas, de José Mojica y Charly Maduro; Viejos conventos, de Mario Talavera; Amores y amoríos, de Joaquín Álvarez; Corazón mexicano, de Agustín Lara y José Mojica; Dime, de Gonzalo Curiel, y la famosa Granada, de Agustín Lara; muchas, muchas más, casi todas en Discos RCA VICTOR Sello Rojo

Mojica, además  fue un buen escritor, su libro “Yo Pecador” le da derecho a este título, es una obra de gran mérito por el estilo en que está escrito y por la vivacidad de su narración; en la primera parte describe las fiestas y las costumbres del pueblo de San Gabriel durante su infancia, también plasmó su carrera y la cristalización de su vocación religiosa, culminando con su ordenación sacerdotal; es  su autobiografía, en la que halló su principal verdad: la renuncia a la fama, al aplauso, al dinero y a las comodidades, sus propiedades las repartió entre los pobres. 

El libro sirvió de argumento para una película en la cual participó, regresó a la vida religiosa en Perú donde desarrolló una extraordinaria actividad en favor de las parroquias de América del Sur y entre los jóvenes adscritos a la vida monástica.

Visitó a su pueblo natal San Gabriel, en 1954, en 1959 y 1966; la última visita que hizo fue durante las fiestas patronales de enero de 1971, permaneciendo durante todo el novenario y predicando en la misa de en la noche.

El pueblo de San Gabriel, le rindió un sentido homenaje en vida, el 18 de enero de 1971. 

Regresó a Perú con la firme idea de retornar a su pueblo natal y quedarse para siempre. No lo pudo realizar.

Murió en Lima, Perú, el 20 de septiembre de 1974 a la edad de setenta y ocho años.

El sacerdote José Mojica en San Gabriel, en 1971.

Anécdotas:

  • En 1926 conoció en la ciudad de Nueva York, a María Joaquina de la Portilla Torres, mejor conocida como María Greever accediendo a grabarle una canción que la lanzaría a la fama como compositora, ésta fue «Júrame».
  • En 1937, durante una gira por Sudamérica, específicamente por Argentina, a sugerencia del compositor José Sabre Marroquín (quien se encontraba agobiado por el inclemente invierno argentino), Mojica compuso la letra de la canción «Nocturnal». La composición se completó durante el trayecto hacia Radio Belgrano durante el cual también fueron acompañados por Alfonso Espriú.
  • La inolvidable e internacionalmente famosa canción, «Solamente una vez», fue compuesta y dedicada a Mojica, en 1941, por el famoso compositor mexicano Agustín Lara,  al saber que se convertiría en fraile franciscano.

SOLAMENTE UNA VEZ

          de Agustín Lara.

Solamente una vez

amé en la vida, 

solamente una vez y nada más.

Una vez nada más en mi huerto, 

brilló la esperanza,

la esperanza que alumbra el camino

de mi soledad.

Una vez nada más, se entrega el alma,

con la dulce y total renunciación,

y cuando ese milagro realiza

el prodigio de amarse,

hay campanas de fiesta

que cantan en el corazón.

o-o-o

Una vez nada más, etc.

REFERENCIAS:

GUZMÁN Mora, José de Jesús, El hombre que cambió la fama por Cristo, vida y obra de Fr. José Mojica, Edición independiente, San Gabriel, 1999.

MOJICA, Fr. José Francisco de Guadalupe, Yo pecador, Talleres de la Editorial JUS, Sexta Edición, México, 1990.

Profesor, músico y cronista municipal, originario de San Gabriel, Jalisco.

El 1° de septiembre de 1994, recibió el nombramiento de “Cronista de la ciudad”, de manos de la autoridad municipal.

Es miembro Cofundador de la Asociación de Cronistas Municipales del Estado de Jalisco, A. C., desde el 19 de octubre de 1996.

Primer cronista vitalicio de San Gabriel, desde el 28 de julio de 2010.

En noviembre de 2011 se integró a la Asociación de Cronistas Municipales del Occidente de México, formada por Jalisco, Colima, Michoacán y Nayarit.

Con treinta y cinco años de servicio en el magisterio estatal en primaria y secundaria, es maestro jubilado desde el 1° de junio de 2011.

Ingresó como consocio a la Benemérita Sociedad de Geografía y Estadística del Estado de Jalisco, Capítulo Sur, el 15 de octubre de 2016 con el tema: “La hacienda de Nuestra Señora de Guadalupe del Salto del Agua”.

De 2009 a 2021 fue el responsable del Archivo Histórico Municipal de San Gabriel, Jalisco.

Ha publicado una treintena de libros con temas históricos, genealógicos y monográficos. Ha participado en la prensa jalisciense, en revistas locales y en programas de radio y televisión estatal, nacional y del extranjero.

Correo: cronistademipueblo1994@hotmail.com

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