Por: Mayra Vargas
Autlán de Navarro, Jalisco. 16 de marzo de 2018. (Letra Fría). – Abandono, recortes presupuestales, cambios de uso de suelo, incendios forestales y mega proyectos turísticos, son algunas de las razones por las que las Áreas Naturales Protegidas (ANP) de Jalisco se encuentran en una inminente crisis, de acuerdo con Enrique Jardel Peláez, profesor investigador y director de la División de Desarrollo Regional del CU Costa Sur.
Durante la mesa de diálogo “Áreas Naturales Protegidas en Jalisco”, llevada a cabo en el marco de la XV Semana IRNA en el CU Costa Sur, expertos en el tema charlaron sobre la crisis que se enfrenta y diferentes aspectos que se viven en una zona con declaratoria de protección.
Uno de los invitados fue Juan José Llamas Llamas, Director de la Región Prioritaria para la Conservación Sierra de Vallejo – Río Ameca, de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), quien narró a los presentes que en el 2002 hubo una recategorización de la zona y en ese momento fue comisionado a realizar gestiones para implementar el Área Natural Protegida, lo que generó diversos retos:
Un primer reto es que llegamos a una zona netamente forestal, zona donde hay bastantes intereses económicos para aprovechamiento forestal y una zona donde casi no les gustan las ANP, entonces eso nos llevó a varios retos, lo primero fue generar una mesa de diálogo, con la gente que estuviera no a favor de esta recategorización, entonces nos tuvimos que sentar con todos los actores locales, un sector fundamental, en este fue el sector forestal, si bien había otros sectores importantes, agropecuarios, sector comercial, ejidatarios pues el sector que mayor demanda y conflictividad generaba era el sector forestal y había que sentarse con ellos.
Por su parte Fernando Gavito Pérez, Director de la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, explicó que las Áreas Naturales Protegidas en México tienen la característica de que viven personas dentro de estas zonas, situación que no es exclusiva de México, pero que en países como Estados Unidos es diferente.
En este sentido, Gavito Pérez mencionó que dentro del Área Natural Protegida de Manantlán, viven 5 mil personas, con las que se ha tenido que trabajar para regular las actividades dentro de la zona:
Aquí hay que trabajar con las personas, que viven dentro de las Áreas Protegidas pero no sólo es trabajar con ellos si no que cuando se decreta un ANP, tienes que llegar u decirles –qué crees que se decretó una ANP y es tu terreno, pero no puedes hacer esto y esto, pero si puedes hacer esto y esto-. Nosotros somos facilitadores de la conservación que se hace dentro de las Áreas Protegidas, pero la conservación real la hacen los propietarios, las personas que viven ahí y dentro de Manantlán tenemos 5 mil personas viviendo dentro de la ANP y lo principal es que nos vinculemos con los dueños de la tierra, sean ejidos o comunidades, en Manantlán tenemos tres comunidades indígenas, 39 localidades, 32 núcleos agrarios más o menos.
Para Enrique Jardel Peláez la conservación no es solo un asunto del gobierno, sino de cuatro ejes principales, entre ellos, los pobladores que viven en una ANP, las organizaciones civiles interesadas en la conservación e instituciones académicas:
Hay por lo menos cuatro actores principales, la gente que vive en las Áreas Protegidas, organizaciones civiles interesadas en la conservación, instituciones académicas y gobierno y el que funciona, el modelo de conservación depende mucho de qué tanto estas cuatro patas de la mesa en la que se sostienen las ANP pues tienen una buena relación y una buena coordinación y esto permite que el modelo funcione.
El profesor investigador abundó en que ha habido un crecimiento en el número de ANP, pero que también han existido periodos de crisis y el que se vive actualmente es uno de esos periodos:
Ha venido un proceso, en el cual por un lado se ha ido consolidando y creciendo el número de ANP, pero por otro lado también ha habido periodos de abandono, de crisis y ahorita estamos viviendo creo yo un periodo de crisis y el periodos de crisis tiene mucho que ver con que un modelo de gestión del territorio, en el cual el estado juega un papel central difícilmente funciona, cuando tenemos un estado que en muchas de sus características es un estado fallido.
(Imagen: Proyecto Diez)