Rieleras y juanes no sé si esta Adelita tiene un ángel de la guarda que lee las carrilleras y le susurra al Altísimo, no creo, estas trenzas no son tan relevantes, lo que sí es que seguro que hubo coincidencia cuando en una entrega previa suplicaba que llegara alguien como Francisco al papado, y llegó León XIV.
De verdad gracias a la iluminación de los cardenales que eligieron a alguien tan comprometido con las causas sociales del mundo y que hace contraste total con la postura discriminatoria y egoísta de su connacional presidente estadounidense.
En un mundo donde las políticas de discriminación y autoritarismo parecen ganar terreno, la figura del Papa León XIV aparece como un faro de esperanza y un contrapeso moral a las decisiones del presidente Donald Trump, especialmente en lo que respecta a la migración.
Su experiencia en Perú
En su trayectoria al servicio de la Iglesia en Perú y en los días que lleva de su papado, León XIV ha defendido los derechos de los migrantes, subrayando la dignidad humana y la necesidad de una respuesta compasiva ante la crisis migratoria global.
La administración Trump, conocida por su retórica antiinmigrante y políticas de separación familiar, ha generado un clima de miedo y xenofobia. La construcción de muros físicos y metafóricos ha sido una de sus principales estrategias, promoviendo una narrativa que deshumaniza a quienes buscan refugio y una vida mejor. En contraste, León XIV ha llamado a la comunidad internacional a reconocer la humanidad compartida de todos los individuos, independientemente de su estatus migratorio.
El Papa ha enfatizado que la migración no es solo un fenómeno económico o político, sino una cuestión de derechos humanos. En sus discursos, ha instado a los líderes mundiales a adoptar políticas que protejan a los más vulnerables, de hecho, en el primero recomendó tender puentes entre los países. Este enfoque humanitario es crucial en un contexto donde las políticas de Trump han llevado a un aumento en la violencia contra los migrantes.
Las narrativas
Además, León XIV antes de su llegada al papado y ahora, tal como lo hizo Francisco, apunta sus narrativas a una reforma integral de la migración, que incluya la regularización de los migrantes indocumentados y la creación de caminos seguros y legales para la migración.
Su postura contrasta marcadamente con la política de “tolerancia cero” de Trump, que ha resultado en la detención y deportación de miles de personas, muchas de las cuales huyen de situaciones de violencia y pobreza extrema.
El Papa León XIV es un líder moral en un momento de crisis global. Su defensa de los derechos humanos y su llamado a la compasión son un recordatorio de que, frente a la discriminación y el autoritarismo, siempre hay espacio para la empatía y la justicia. En un mundo dividido, su voz es un contrapeso necesario a las políticas que buscan deshumanizar a los migrantes y a los más vulnerables.
Mientras uno habla de muros, el otro habla de puentes, interesante, pero, sobre todo, esperanzador. Gracias por León.
