El aire que se respira en El Mentidero está contaminado, así lo demuestra en una investigación Tanya Flores Mejía, egresada de la Universidad de Guadalajara. Encontró contaminantes como partículas gruesas(PM10), partículas finas (PM2.5) y ozono (O3), que rebasan los límites establecidos por la Organización Mundial de la Salud y la NOM-172-SEMARNAT-2019.
Por: Esther Armenta León
Autlán de Navarro, Jalisco. 05 de enero de 2021. (Letra Fría) El aire que se respira en El Mentidero está contaminado, principalmente por material particulado y ozono que superan los estándares nacionales e internacionales establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la NOM-172-SEMARNAT-2019, así lo informan los hallazgos de la investigación “La agroindustria y su impacto en la calidad del aire”, autoría de Tanya Flores Mejía, egresada de la licenciatura en Gestión y Economía Ambiental de la Universidad de Guadalajara bajo la dirección del Dr. Humberto González Chávez del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) y el Dr. Arturo Figueroa Montaño del Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI).
La investigación fue desarrollada durante el 2019, en dos periodos. Flores Mejía se dedicó a medir la calidad del aire en esta localidad de Autlán de Navarro, utilizando metodología científica. Tras su intervención en el espacio, identificó que en El Mentidero se encuentran contaminantes como Partículas gruesas (PM10), Partículas finas (PM2.5) y Ozono (O3) que superan los límites máximos permisibles establecidos en la normatividad de estos contaminantes
“La información que obtuvimos ya procesada (…) podemos ver que hay contaminantes que están por arriba de la norma mexicana, como se puede verificar en la tabla anexa, se definen categorías para una buena, regular, mala y extremadamente mala calidad del aire. La reciente norma aprobada NOM-172-SEMARNAT, además de informar la calidad del aire asocia el riesgo a la salud por la presencia de dichos contaminantes”, compartió la egresada del CUCEA.
Para partículas finas la OMS tiene como límite la presencia de 25 microgramos de por metro cúbico, mientras la Norma Oficial Mexicana (NOM-025-SSA1-2014) permite hasta 45 microgramos por metro cúbico. En ambos casos El Mentidero rebasa parámetros al contabilizar hasta 60 microgramos de PM2.5 por metro cúbico durante la época de quema agrícola en los meses de abril a mayo. Pasada la temporada de quema, entre julio y agosto, los índices disminuyen hasta alcanzar entre los 5 y 25.4 microgramos por metro cúbico, este último es superior a lo permitido tanto por la OMS como por la NOM-172-SEMARNAT-2019.
Contaminación en El Mentidero está altamente ligada a la quema de caña
Para lograr identificar los niveles de contaminación en el aire, Flores Mejía instaló la estación de monitoreo de calidad del aire Aeroqual AQM 65, equipo perteneciente al Instituto de Medio Ambiente y Comunidades Humanas del Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias (CUCBA). El equipo se colocó en un punto estratégico de la población de El Mentidero para evaluar la dinámica de los contaminantes en los dos periodos analizados.
La primera muestra se realizó en los meses calurosos de abril a mayo, denominados «periodo seco» en donde predomina la presencia de quema de caña, la segunda época de análisis ocurrió de julio a agosto y se relaciona con el «periodo húmedo» donde la quema de caña no ocurre.
De acuerdo con la investigadora, la calidad del aire está condicionada por el clima y actividades humanas como el uso de leña para cocción de alimentos, días de quema agrícola, condiciones meteorológicas de la zona, entre otros factores.
En El Mentidero como en toda la región, las condicionantes para producir contaminación están altamente ligadas a la producción agrícola, además, se distinguen dos fuentes de contaminación: las naturales y antropogénicas, es decir, contaminación generada por actividades humanas como uso de transporte, quema de cultivos, basura, rastrojo, utilización de energía entre otros.
Afectaciones en la salud
Que estos contaminantes se encuentren en grandes cantidades es importante en la calidad de vida y es que, entre las afectaciones generales a la salud hay: riesgo en personas con padecimientos de asma, irritación en los ojos y dolor de cabeza.
De manera específica, las partículas gruesas (PM10) agravan el asma, favorecen las enfermedades respiratorias y cardiovasculares, además, en mujeres embarazadas pueden ocasionar disminución en el tamaño del feto.
Por otro lado, las partículas finas (PM2.5), debido a su diminuto tamaño pueden atravesar las membranas alveolares y distribuirse por el torrente sanguíneo a órganos donde ejercen su efecto tóxico que incluso se ha relacionado con el desarrollo de la diabetes; por su parte, el Ozono (O3), irrita las mucosas del sistema respiratorio, reduce la función pulmonar, agrava el asma, inflama y daña las células que recubren los pulmones.
De manera natural el aire se forma de 78 por ciento de nitrógeno, 21 por ciento de oxígeno y otros gases en el 1 por ciento, estos elementos mantienen el equilibrio ambiental al ser esenciales, sin embargo, rebasar sus límites representan un problema mayúsculo.
“Todo sistema natural tiene mecanismos de amortiguamiento que le permite mantener un equilibrio. Así la contaminación atmosférica se produce cuando introducimos a la atmósfera cantidades de contaminantes que sobre saturan estos mecanismos de amortiguamiento haciéndose presente la contaminación y sus efectos adversos tanto a la salud humana como a la salud de los ecosistemas”, señaló.
MA/MA
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