Por: Vianney Martínez Pérez
Autlán de Navarro, Jalisco. 24 de julio de 2022.-(Letra Fría) Durante la eucaristía del penúltimo domingo de julio, el obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval Sandoval, llamó a la población a pedir por la paz en México.
Antes de comenzar con la celebración religiosa, que se llevó a cabo en la Catedral de la Santísima Trinidad de Autlán, el obispo expresó que, en todo el país, las iglesias católicas estarían orando esta semana por las víctimas de la violencia en México, por lo que invitaba a la feligresía a pedir a Dios por un camino de reconciliación y paz.
«La paz empieza desde el corazón. Dios nos purifique y perdone, para que nos dé la paz en nuestros corazones; le pedimos por la paz de nuestra patria, por la conversión de todos nosotros. Para pasar de la violencia a la paz, no solamente se requiere de nuestros esfuerzos, sino de la ayuda y de la gracia de Dios”.
Obispo de la Diócesis de Autlán, Rafael Sandoval.
Después de la lectura del Evangelio de Lucas, la homilía inició con la frase: «frente al Dios que castiga, Jesús nos revela la paternidad de Dios».
Asimismo, el prelado recapituló cómo en la lectura de anteriores evangelios se hace referencia a Dios como un padre, tal es el ejemplo de la parábola del hijo pródigo, en la que Dios se proyecta en el padre protector que recibe al hijo quien anteriormente había abandonado su hogar.
De acuerdo con el sacerdote, Dios se presenta en siete colores, «como el arcoirís»: El primero es a través de la paciencia y el perdón; el segundo, como la capacidad de asombro y la seducción; el tercero, mediante la alianza y la libertad; el cuarto, en la cercanía y reconciliación; el quinto, en la superioridad; el sexto, con la gratitud; y el séptimo, como un fiel acompañante.
Rafael Sandoval, persuadió a los fieles a conectar y comunicarse con Dios a través de la oración, especialmente con el padre nuestro, que es el rezo al que hace referencia el evangelio de Lucas de este domingo.
Conectar con Dios
En el evangelio de Lucas, al cual se le dió lectura este 24 de julio, se recapitula cómo Jesús compartió a sus discípulos la forma de entablar una conexión con Dios a través de la oración, siendo éste el padre de todos los seres humanos en la tierra.
“Una persona que se siente amada por Dios no le queda más que amarlo, y dejarse seducir por él. A veces nos seduce más el celular que Dios, les recuerdo que Dios está vivo y hay que dejar que esté en nosotros”, explicó el sacerdote.
Minutos antes de concluir con la eucaristía, el obsipo le pidió a los presentes a ponerse de pie y comenzar a orar por la paz en México:
«Señor Jesús, tú eres nuestra paz,
mira nuestra Patria dañada por la violencia
y dispersa por el miedo y la inseguridad.
Consuela el dolor de quienes sufren.
Da acierto a las decisiones de quienes nos gobiernan.
Toca el corazón de quienes olvidan que somos hermanos
y provocan sufrimiento y muerte.
Dales el don de la conversión.
Protege a las familias,
a nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
a nuestros pueblos y comunidades.
Que como discípulos misioneros tuyos,
ciudadanos responsables,
sepamos ser promotores de justicia y de paz,
para que en ti, nuestro pueblo tenga vida digna».
Amén.
Finalmente, Rafael Sandoval, recordó que esta semana se harán oraciones por las personas quienes fueron víctimas de violencias; el siguiente domingo iniciarían a orar por las personas victimarias en el país.
A continuación, el evangelio comentado por el obispo, Rafael Sandoval:
Evangelio según Lucas (Lc 11, 1-13)
Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos».
Entonces Jesús les dijo: «Cuando oren, digan:
‘Padre, santificado sea tu nombre,
venga tu Reino,
danos hoy nuestro pan de cada día
y perdona nuestras ofensas,
puesto que también nosotros perdonamos
a todo aquel que nos ofende,
y no nos dejes caer en tentación’ «.
También les dijo: «Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirle: ‘Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle’. Pero él le responde desde dentro: ‘No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta ya está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados’. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite.
Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra, y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado, le dé una víbora? ¿O cuando le pida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?».
Edición: CAC
Queda prohibida la reproducción total o parcial. El contenido es propiedad de Letra Fría.
