Hay que aprender a endurecerse
sin perder la ternura
Ernesto Che Guevara.
Desde sus orígenes nuestra especie se ha caracterizado por ese poderoso e inteligente instinto de sobrevivencia. A las buenas y a las malas. Detectamos cuando hay peligro y lo manifestamos, aunque hasta la fecha se han impuesto en esta dualidad los aspectos negativos, lo cual no deja de ser tan solo una opinión personal vertida en una columna semanal. Pero, tengo mis razones para pensar de esta manera, sin perder la esperanza claro:
Veamos tres aspectos positivos y tres negativos que suelen asociarse con el cambio de época impulsado por la tecnología y la digitalización de las sociedades:
Aspectos Positivos:
- Mayor acceso a la información: La tecnología permite que muchas personas puedan aprender, investigar y comunicarse con facilidad, promoviendo la educación y el conocimiento global.
- Conectividad y comunicación: Las redes sociales y las plataformas digitales facilitan la interacción entre personas de diferentes lugares, fortaleciendo relaciones y fomentando la colaboración internacional.
- Innovación y eficiencia: La digitalización impulsa avances en diferentes sectores, como la medicina, la educación, el comercio y la industria, mejorando la calidad de vida y optimizando procesos.
Negativos:
- Brecha digital: No todas las personas tienen igual acceso a la tecnología, lo que puede ampliar las desigualdades sociales y económicas.
- Dependencia y adicción: El uso excesivo de dispositivos digitales puede generar dependencia, afectar la salud mental y reducir las interacciones cara a cara.
- Pérdida de privacidad: La digitalización aumenta los riesgos de exposición de datos personales, ciberataques y vigilancia, poniendo en peligro la privacidad de las personas
Se recomienda que en lo personal analicen si viven, o les afectan de alguna u otra manera para o bien o para mal los aspectos arriba mencionados. Digan si los perciben. Digan por favor si están conscientes que transitamos por un peligroso y a la vez dual cambio de época. Prepara tu despedida.

En repetidas ocasiones he comentado sobre los efectos y consecuencias de la pandemia del COVID, el que en lo personal me preocupa más es el aspecto de la salud: física y mental. Vivir en la eterna y oscura depresión, en la lúgubre y delicada ansiedad, el insomnio (El sueño de la razón provoca mounstros), tristeza, falta de concentración, aislamiento social.

No sé qué tan consciente y estratégico sea, lo que es cierto es que diversas instancias a nivel global y muchas más en lo personal, están trabajando en enfrentar esta problemática transición, “inédita y peligrosa”. Ah…porque aún no estamos de lleno en la nueva época …estamos en la etapa de transición lo cual agudiza la complejidad: lo que estaba ya no sirve y lo nuevo aún no acaba de “cuajar”. Me lleva …
Entre otras cosas la tecnología está facilitando volver al pasado, reconstruir o fortalecer mitos, visualizar historias, relatos. Relatos de Pasión y Olvido….
Conocimieto perdido
En ese marco es que se está recurriendo a buscar el conocimiento perdido. No existe la “Enciclopedia del Conocimiento Perdido”. Sin embargo, el concepto puede referirse a varias ideas, como colecciones de conocimientos antiguos, misterios históricos, o incluso obras de ficción que hablan sobre conocimientos que se han perdido con el tiempo.
Con el avance del conocimiento, en todas sus modalidades: científico, popular, empírico, mítico, hechizo, esotérico, pragmático; el conocimiento y el pensamiento se presentan con sus antiguas máscaras de tiempo sin tiempo como una alternativa para la salud colectiva, para la comprensión de lo efímero que es todo.
Entre los senderos de la historia se encuentra Hermes, un ser que logró desarrollar toda una corriente de pensamiento que en la actualidad cobra enorme relevancia pues la ciencia actual parece darle la razón …esa que cuando se va produce mounstros. Hermes nace en Egipto, rodeado de los conocimientos místicos venidos de la India, Persia y Etiopía (ojo: se supone que en esos lugares transcurrió la llamada Vida Oculta de Cristo). Dentro de su pueblo se le considera como un rey y sacerdote, como un ser elegido de los dioses. En la época de Hermes, Egipto se convirtió en el gran centro de la sabiduría mística y se le considero la madre del ocultismo.
Algunos autores señalan que Hermes, fue contemporáneo de Abraham y llegó a ser el maestro que lo instruyó e inició en los misterios de la más alta Magia Sacerdotal. La obra de Hermes, cuyo legado obtuvo por inspiración divina, era materia de consulta obligada, para todo aspirante a adentrarse en los misterios espirituales. A su formación se le atribuye la evidencia de haber legado sus inventos musicales; los ejercicios preliminares para la práctica del Hata Yoga, principios de la Aritmética, tratados de medicina, a través del arte sagrado de la alquimia; el arte del manejo de los metales; la Lira de tres cuerdas; las ceremonias de culto a Dios; estudios de Astronomía; la escritura o grabado y muchas otras habilidades.
“Tu enfoque mental crea una realidad más alineada con tus deseos.”
En la obra “El Kibalion” se consignan las principales proposiciones herméticas. Al analizar cada una de estas proposiciones nos damos cuenta que las mismas han servido de fundamento al desarrollo de las nuevas tendencias del pensamiento espiritual en acción. De hecho, las prácticas orientadas al desarrollo personal y espiritual, que se conceptualiza en lo que se ha denominado la nueva época, tienen su asidero en estas enseñanzas. Va de nuevo este resumen.
Kibalion dice:
El principio de género en “El Kibalión” establece que todo en el universo tiene un aspecto masculino y femenino. No se refiere solo a los géneros en términos humanos, sino que se trata de fuerzas y energías que se encuentran en todas las cosas. El principio sugiere que estas energías son complementarias y que su interacción es fundamental para la creación y el equilibrio en el universo. En esencia, todo lo que existe tiene tanto un aspecto activo (masculino) como uno receptivo (femenino), y entender esta dualidad puede ayudarnos a comprender mejor la naturaleza de la realidad.
La filosofía tolteca consideraba de suma importancia a las dualidades.
El principio de mentalismo establece que todo es mente y que el universo, en esencia, es una creación mental. Esto significa que la realidad que percibimos surge de una gran Mente Universal, y todo lo que existe, desde lo tangible hasta lo intangible, tiene su origen en el pensamiento o la conciencia. En términos prácticos, el mentalismo sugiere que nuestros pensamientos tienen un impacto directo en nuestra realidad. Por ejemplo, nuestras creencias, intenciones y emociones pueden influir en las circunstancias de nuestras vidas, tanto de forma interna como externa. Este principio invita a reflexionar sobre el poder del pensamiento y cómo moldeamos nuestra experiencia del mundo a través de nuestra mente.
¿Mente es destino?
Manifestación de objetivos personales: Si constantemente piensas de manera positiva en tus metas, como obtener un nuevo empleo o mejorar tus relaciones, y actúas con confianza, es probable que tomes decisiones que te acerquen a esos objetivos. Tu enfoque mental crea una realidad más alineada con tus deseos.
Lo semejante produce lo semejante.
Cambio de perspectiva: Imagina a dos personas en la misma situación, como esperar en una larga fila. Una puede concentrarse en lo negativo, generando estrés, mientras que la otra elige ver la espera como una oportunidad para relajarse o escuchar música. Su experiencia cambia porque su percepción mental influye en cómo procesan la realidad
Concentración, meditación
Manifestación de objetivos personales: Si constantemente piensas de manera positiva en tus metas, como obtener un nuevo empleo o mejorar tus relaciones, y actúas con confianza, es probable que tomes decisiones que te acerquen a esos objetivos. Tu enfoque mental crea una realidad más alineada con tus deseos
Psicoterapia.
Cambio de perspectiva: Imagina a dos personas en la misma situación, como esperar en una larga fila. Una puede concentrarse en lo negativo, generando estrés, mientras que la otra elige ver la espera como una oportunidad para relajarse o escuchar música. Su experiencia cambia porque su percepción mental influye en cómo procesan la realidad
Neurociencias
Y pensar que la concepción original de esta filosofía, se ubica en el tiempo hace más de 5 mil años, y son tan ¡asombrosamente vigentes! que hay que reflexionar sobre su conformación y sobrevivencia en el tiempo. Su vigencia. Al respecto tengo una hipótesis: ¿su vigencia se deberá a que como humanidad hemos avanzado más en lo tecnológico que en lo ético?, como dijo Fernando Savater. ¿Por eso vemos en las actuales manifestaciones humanas acciones sublimes a la vez que una serie de crueldades y violencias?
Milenario, pero desconocido por la mayoría de sapiens, diría Yuval Noah Harari. El Kibalion ahí está, y para la explicación de los fenómenos de la humanidad y el cosmos, tiene su fundamento en la racionalidad y en la mitología. La ciencia y la ficción, lo corpóreo y lo espiritual.
O en fenómenos como el que esta noche – madrugada se presenta en el firmamento…y no los vemos. Ni escuchamos, ni sabemos. Sólo veo una lluvia de estrellas (¡Ey!… A donde van…) y un inmenso y profundo calosfrío recorre mi cuerpo. La razón se aleja.

En paz
Enrique Marroquín es sociólogo, teólogo y sacerdote jesuita de más de 80 años, radica en Guadalajara, estuvo en la onda de los años sesenta, tiene un libro icónico para entender la cultura “Historia de la Contracultura en México”. Lo sigo en redes, la última vez que lo vi y escuché “en vivo” fue en La Azotea Cósmica de la Rueda Cartonera gracias a Sergio Fong “El Tecla”. Qué gran charla nos compartió. Una mezcla de paganismo y cristianismo primitivo.
Cuando me percaté que ya se iba, le regalé mi librito de cuentos “Historias Globalifóbicas”, y ya con varios mezcales en la azotea, le pregunté a la de sin susto:
– Qué debo hacer para vivir en Paz
Me vio con ternura, hojeó el libro, leyó en silencio unos párrafos. Lo cerró y poniendo su mano derecha sobre mi frente me dijo:
– Ama a Dios y haz lo que quieras…
Etéreo se despidió y esfumó.
– Ahí me quedé y aquí sigo.

