Por: Redacción
Autlán de Navarro, Jalisco. 22 de abril de 2022.- (Letra Fhría) En la historia del catolicismo es importante destacar que únicamente ha habido tres Nuncios Apostólicos de origen mexicano. El primero de ellos, fue Monseñor Luis Robles, originario del municipio de El Grullo, Jalisco. El segundo fue el yucateco Monseñor Fermín Sosa. El tercero, Monseñor Javier Herrera Corona, originario de Autlán de Navarro, fue designado por el Papa Francisco como nuevo Nuncio Apostólico en la República del Congo y en Gabón, en África.
El Nuncio Apostólico es el representante de la Santa Sede en un país, y tiene la responsabilidad de promover y sostener las relaciones entre la Iglesia Católica y el Estado, bajo los instrumentos del derecho internacional. En términos prácticos el Nuncio es el vínculo de comunicación entre las iglesias locales y el Papa.
Su excelencia Monseñor Javier Herrera Corona nació en Autlán de Navarro, Jalisco, el 15 de mayo de 1968. Fue ordenado sacerdote el 21 de septiembre de 1993 incardinado en la Diócesis de Autlán. Se graduó en Derecho Canónico entrado al servicio diplomático de la Santa Sede el 1 de julio de 2003. Desde entonces ha estado en diferentes países, como Perú, Pakistán, Kenia, Gran Bretaña, Filipinas y hasta antes de su nombramiento en Hong Kong, donde se desempeño como jefe de la Misión de Estudio de la Santa Sede.
Será este sábado 23 de abril, cuando el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado de la Santa Sede, en representación de Papa, acudirá al Seminario Diocesano de Autlán, para conferir la ordenación episcopal a Monseñor Javier Herrera Corona, Nuncio Apostólico en la República del Congo y en Gabón.
Al respecto de la ordenación episcopal, Monseñor Herrera expresó sentirse honrado, agradecido y contento.
«En el año 2000, el Vaticano le pidió al obispo de Autlán, que en aquel entonces era Lázaro Pérez Jiménez, que ofreciera un sacerdote para el servicio de la iglesia y él me eligió a mí. La invitación fue para la Iglesia de Autlán, no para mí. Bajo esta perspectiva me siento en deuda y por eso decidí que mi ordenación fuese aquí en Autlán. Me siento muy honrado de que el Cardenal Secretario haya aceptado venir desde la Santa Sede a Autlán a hacer esta ordenación episcopal. Para mí es un motivo de grande honor», expresó Monseñor Herrera Corona.
Dotado de un sentido del humor espontáneo, el nuevo Nuncio Apostólico admitió risueño que mentiría si dijera que este nombramiento lo ha tomado por sorpresa, después de todo, él es de los que creen que, «quien está en el camino tarde o temprano llega a su destino».
Edición: CAC
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